Concept

Periodismo y Medios de Comunicación en Euskal Herria

El honor de publicar el primer periódico moderno del País Vasco le correspondió a un muy joven impresor (sólo tenía entonces 16 años), Ignacio María Baroja, miembro de una conocida familia liberal guipuzcoana, que durante todo el XIX produjo buena parte de los periódicos de la provincia, familia entre cuyos miembros se contarán luego nombres tan destacados como los del escritor Pío Baroja. Se trata de la Papeleta de Oyarzun, que probablemente comenzó a publicar en septiembre u octubre de 1813, al poco tiempo de sufrir los franceses la derrota de San Marcial y abandonar la Península. El periódico se publicó al menos hasta el 19 de mayo de 1814. De pequeño formato y escasa paginación, entre dos y cuatro páginas en cuarto, no conviene menospreciar su importancia. Informaba de las escaramuzas en la frontera, beneficiándose de la posibilidad de dar primicias, que luego eran reproducidas por los primeros periódicos vascos y por alguno de la capital de España, como La Abeja Madrileña, gracias a su cercanía, pero no descuidó otro tipo de informaciones, noticias breves sobre Guipúzcoa o "avisos" comerciales y de precios.

Los dos primeros periódicos modernos hechos libremente por ciudadanos vizcaínos y alaveses datan ambos también de 1813: El Bascongado de Bilbao y El Correo de Vitoria en la capital alavesa. Redactados por sendos grupos de liberales, expresan sus ansias por construir un periodismo político comparable al de otros países de Europa, al amparo de la recién estrenada -y efímera- libertad de imprenta instaurada por la Constitución de 1812. El regreso de Fernando VII supuso para ambas cabeceras la desaparición y la represión de sus artífices, en muchos casos destacados miembros de la burguesía local e incluso de los funcionarios municipales o forales, caso de José Aldama, uno de los redactores de El Correo de Vitoria, y luego primer director del Boletín Oficial de Álava, un ferviente liberal que acabó sus días asesinado en una revuelta popular. En todo caso, la existencia de la Papeleta de Oyarzun, El Bascongado y El Correo de Vitoria corrobora la existencia de núcleos probablemente pequeños pero activos de liberales.

Al albur de los periodos de mayor permisividad se publican en el País Vasco algunos periódicos en la década de los años 20. En San Sebastián se organizan en tertulias que darán origen al periódico El Liberal Guipuzcoano (1820-1823) y tampoco falta, dada la cercanía de la frontera, la presencia de la prensa de los exiliados, como la Gaceta de Bayona (1828-1830) y luego su continuadora, la Estafeta de San Sebastián. En Bilbao aún faltan algunos años para que la prensa se consolide, pero aparecen algunos títulos, bien significativos, como El Verdadero Patriota, La Atalaya de la Libertad o El Patriota Bilbaíno. Se leía igualmente la prensa española: los periódicos oficiales de Madrid se reimprimían en algunas ocasiones en el País Vasco.