Kontzeptua

Prehistoria. Concepto científico (1995ko bertsioa)

La gestación de la Ciencia Prehistórica. La formulación de sus subdivisiones.
La Prehistoria como ciencia tiene ya siglo y medio de existencia real. Su metodología de investigación y sus conceptos básicos surgieron en el siglo pasado en la convergencia de saberes de diversos grupos de intelectuales y especialistas:

a) Naturalistas (paleontólogos y antropólogos, climatólogos y geólogos) que definieron los caracteres básicos de la fauna diluvial y, poco a poco, las grandes series de antepasados nuestros marcando las líneas de su evolución y sus relaciones taxonómicas; que analizaron formaciones lacustres, fluviales y costeras; que identificaron las etapas glaciares en los Alpes y en Escandinavia.
b) Arqueólogos (propiamente "anticuaristas" y coleccionistas) que empezaron a recoger y ordenar importantes lotes de utensilios: que clasificaron e interpretaron, pretendiendo deducir de sus formas y técnicas unos procesos de evolución y de cambio cultural en quienes los fabricaron. A esos beneméritos prospectores se deben la ordenación de las colecciones de la Prehistoria nórdica y centroeuropa e intensas excavaciones de yacimientos paleolíticos de Dordoña y Pirineos (hacia 1860 allí, quince años más tarde en el tramo central del Pirineo francés); y, en la segunda mitad del s. XIX, la identificación, en Euskal Herria, de los dólmenes navarros y alaveses, los trabajos de A. Détroyat en la región de Bayona o el inicio de las excavaciones en el yacimiento guipuzcoano de Aitzbitarte y de las investigaciones de M. Sanz de Sautuola en la provincia de Cantabria.
c) Etnólogos que van asimilando los datos aportados por los estudiosos de las poblaciones primitivas de Africa y de América del Norte y, con el tiempo, formulan unas bases metodológicas y unas pautas de interpretación (así los E. B. Tylor, L. H. Morgan, L. Frobenius, W. Schmidt,...).

Para 1829 ya aceptaban los geólogos un período, el Cuaternario, como ámbito propio de la Humanidad, frente a las otras Eras anteriores ya reconocidas. Diez años más tarde el inglés Lyell subdivide aquel Cuaternario en Pleistoceno, o era glaciar, y Holoceno, o reciente; comenzándose a configurar pronto las ideas concretas sobre la sucesión de diversos períodos glaciares. Por entonces ya estaban organizando los daneses Ch. J. Thomsen y J. J. A. Worsaae el desarrollo general de las "culturas" de la Prehistoria, según el sistema de las Tres Edades (Edad de la Piedra, Edad del Bronce y Edad del Hierro): ampliamente divulgado en 1842 en la edición de las Antigüedades danesas de Worsaae. El francés J. Boucher de Perthes por su parte demostraría, no sin grandes resistencias y oposición de muchos, la alta antigüedad del género humano, cuyas industrias de hachas talladas encontraba asociadas, en graveras del Somme, a diversas osamentas de fauna ante-diluviana: tras diez años de intensas investigaciones de campo publica, entre 1847 y 1860, los tres volúmenes de sus Antigüedades célticas y antediluvianas.Con ello se asienta, por fin, el convencimiento de la elevada antigüedad del hombre sobre la tierra, contra lo que se creía deducir de las referencias sobre la creación en los libros del Antiguo Testamento: y así culminaban las series de prospecciones que en Inglaterra (por J. Frere ya desde 1797, o por Buckland), en Bélgica (por Schmerling) y en diversas partes de Francia (por Tournal, Gaudry y otros) venían reuniendo datos similares.

Aquel sistema básico de las Tres Edades sería perfilado en 1863 por el mismo J. J. A. Worsaae subdividiéndolo mediante la combinación de tres series de criterios: de carácter tecnológico-formal (así se distinguen las épocas en que se tallan o se pulen las piedras; o aquellas en que se emplea el cobre aleado o sin alear con el estaño), de carácter económico (culturas predadoras-cazadoras frente a culturas productoras, agrícolas y ganaderas), y de carácter geológico-climático (etapas glaciares o pleistocénicas y etapas recientes u holocénicas). Resulta de ello una básica clasificación de toda la Prehistoria nórdica en cinco etapas fundamentales sucesivas, sobre el esquema anterior de las Tres Edades:
  • Edad de la Piedra Antigua (o tallada).
  • Edad de la Piedra Nueva (o pulimentada).
  • Edad antigua del Bronce (o del cobre).
  • Edad reciente del Bronce (o del bronce).
  • Edad del Hierro.


  • Esquema éste que en 1871 se perfilaría más al detalle intentando aplicarlo a las principales colecciones y yacimientos de Europa e incluso del Asia Occidental. Ya por esas fechas se aceptaba, de acuerdo con las opiniones de Boucher de Perthes, entre otros, que la Edad de la Piedra Tallada se habría de situar antes del diluvio bíblico y que la Edad de la Piedra Pulimentada le sería posterior: en 1865 el inglés J. Lubbock propuso para designar ambas épocas los neologismos Paleolítico y Neolítico, respectivamente. Los trabajos de Edouard Lartet, a partir de 1860, en diversas importantes estaciones del Paleolítico del Sudoeste francés (fundamentalmente en la cuenca del Vézère, en la Dordoña-Périgord, en colaboración con el inglés H. Christy) le permitieron el conocimiento inmediato de importantes lotes de industrias humanas y de fauna asociada, que se sucedían en estratos de los depósitos de cuevas y abrigos. Surgió de ahí un intento de estructurar internamente el desarrollo de la Edad de la Piedra Antigua (el Paleo-lítico) en varios estadios u horizontes caracterizados por la presencia de alguna especie animal propia. Así se refiere la "edad del oso de las cavernas", "... del mamut", "... del reno": según modelos de asociaciones cultura/paleontología de mamíferos detectados en estaciones francesas (Aurignac en el ámbito pirenaico, La Madeleine en la Dordoña,...). Para entonces se agrupan las evidencias del Paleolítico en tres bloques: lo más antiguo caracterizado en las industrias recogidas en los lugares de Abbeville, Saint-Acheul y Le Moustier, lo intermedio en Aurignac y Châpelperron, y lo más reciente en Laugerie-Haute y La Madeleine.

    G. de Mortillet establecerá poco después las bases de las subdivisiones "modernas" de las culturas paleolíticas en el Sudoeste de Europa. Mortillet como buen conocedor de las colecciones de utensilios (ya que había intervenido en la organización del Musée des Antiquités Nationales de Saint-Germain en-Laye) había intentado en 1869 una clasificación elemental de la Prehistoria de la Edad de Piedra en "reinos" y "épocas": el reino del sílex (que comprendía las épocas de Le Moustier y de Solutré), el reino del hueso (con las épocas de Aurignac y de La Madeleine) y la época de la piedra pulimentada. En la aportación de G. de Mortillet (que serviría de base fundamental a lo que aún hoy se mantiene vigente) se parte del concepto de los fósiles directores: es decir, de aquellas evidencias cuya presencia se cree característica, por exclusiva, de alguna etapa concreta. Asociada la consideración de los fósiles directores en las industrias con sus respectivos horizontes sedimentológico/climáticos se llega al concepto de cultura prehistórica, a la que se concede una dimensión técnico-industrial prácticamente universal. La publicación, en 1881, del Musée Prehistorique de G. y A. de Mortillet ofreció un amplio repertorio de los instrumentos más habituales en las estaciones del Paleolítico francés. Obsesionados los Mortillet por estructurar diversas categorías tecno-morfológicas, por establecer su tipología, los ordenaron en treinta familias instrumentales que, de acuerdo con su supuesta función, se agrupaban en cuatro órdenes básicos: objetos que sirven para cortar, objetos que sirven para raer o pelar, objetos que sirven para romper y machacar, y objetos que sirven para romper y machacar, y objetos que sirven para perforar. Por fin, en su Le Préhistorique, antiquité de l'homme ofreció G. de Mortillet, en 1883, una nueva clasificación general de las Edades de la Piedra. Se subdividen en culturas a las que se designa, según uso que ha sido acogido por todos los prehistoriadores, por el nombre de un yacimiento más representativo de una situación cultural (la estación epónima) que origina un genérico en -ense, al estilo de las clasificaciones de las épocas geológicas. Mortillet, pues, hace ahora un siglo, propuso la subdivisión siguiente:

    Paleolítico: Chelense, Achelense, Musteriense, Solutrense, Magdaleniense y Turasiense.
    Neolítico: Tardenoisiense y Robenhausiense.

    Los estudios de campo y las aportaciones escritas del francés Henri Breuil (1877-1961) le hacen ser reconocido universalmente como el más importante representante de la Ciencia Prehistórica. A él se deben, a fin de cuentas, los esquemas básicos de sus subdivisiones: en uso aún hoy pese a reticencias justificadas o a correcciones de detalle.

    En 1905, con motivo del primer congreso de Prehistoria de Francia, que tuvo lugar en Périgueux, esbozó su primer Essai de stratigraphie des dépots de l'âge du Renne que sería a los pocos años perfilado al detalle en el texto Les subdivisions du Paléolithique Supérieur en France et leur signification (de 1911): completado todo con aportaciones particulares a la definición de los estadios del Paleolítico Antiguo en los años entre las dos Guerras Mundiales. Precisiones parciales a algunas de las culturas del esquema de Breuil para el Sudoeste europeo fueron presentadas -y aceptadas por el maestro francés- por otros prehistoriadores: talla definición de las facies internas en los complejos "auriñaciense", por D. Peyrony a partir de 1933, y "musteriense" por M. Bourgon y enseguida F. Bordes desde 1950-1953. El Paleolítico o Edad de la Piedra Antigua, se subdivide en tres grandes períodos: el Inferior (o Antiguo), el Medio y el Superior.

    La organización en etapas de la Prehistoria postpaleolítica fue abordada especialmente por investigadores escandinavos. Es, en especial, el caso del sueco O. Montelius que en las dos primeras décadas de este siglo concretó unos cuadros tipológicos muy afinados en los que el Neolítico se organiza en cuatro etapas sucesivas y la Edad del Bronce (según la cambiante tipología del instrumental metalítico) en seis. Y de la aportación complementaria del danés S. Müller con mayores detalles en torno a las culturas de esta Edad del Bronce.

    Culturas prehistóricas en área vasca y aledaños
    Paleolítico Inferior
    (hace 700.000 años circa
    hasta hace 1.000)



    Medio
    (80.000-20.000 AC)

    Superior
    (18.000-8.000 AC)
    Abbevillense
    Achelense o Micoquiense
    Clactoniense
    Tayaciense
    Premusteriense

    Musteriense


    Auriñaciense
    Solutrense
    Magdaleniense
    Equipaleolítico o Mesolítico Aziliense
    Sauveterriense o Tardenoisiense
    Astunense
    Campiñiense
    Neolítico Eneolítico o Calcolítico
    (8.000-4.000 AC)

    Edad de Bronce
    (4.000-1.000 AC)
    I
    II
    III

    Edad de Hierro
    (700-500 AC)
    Hallsatt, A
    Hallstatt B
    Hallstatt C
    Hallstatt D
    La Téne
    Segunda Edad de Hierro
    (350 AC-llegada de Roma)