Sailkatu gabe

GIPUZKOA (RELIGIOSIDAD)

Primeros cristianos.

Las primeras noticias del Cristianismo en la Euskalerria de la época aparecen ya en el siglo III y en las orillas del Ebro, concretamente en Calahorra, muy alejada de Guipúzcoa, más influenciada entonces por las ciudades de Bayona y Pamplona, sin que desestimemos el testimonio de cerámica paleocristiana descubierta en la cercana Vizcaya. En el siglo IV el poeta Prudencio nos habla del antiguo paganismo de los vascones: bruta quondam vasconum gentilitas. Guipúzcoa, no olvidemos, constituía la tribu várdula más una porción vascona, "vascones entregados antaño a un grosero paganismo", que incluía a Oyarzun y Fuenterrabía; y en Oyarzun, precisamente, existía una notable población minera. Los cuentos vascos, incluidos varios guipuzcoanos, aluden a los gentiles en sentido de paganos. Se distinguen dos poblaciones: una rural, gentil, y otra urbana, cristianizada. El personaje central de estas leyendas es San Martinico. A Guipúzcoa pudieron ir llegando noticias cristianas desde el sur y desde el norte pero ya tardíamente. Las advocaciones antiguas de la primitiva iglesia se localizan en Alava y Vizcaya, acercándose ya a Guipúzcoa. Así, p. ej., la lápida romana de Meakaur en Morga (Vizc.) se le tiene por cristiana, y saltando ya al siglo IX los sepulcros de Argineta, ya netamente cristianos. Respecto a la fecha de introducción del cristianismo en el interior de Guipúzcoa es de indudable valor el testimonio arqueológico de Astigarribia. En las excavaciones del interior de la iglesia de San Andrés se distinguen tres niveles referidos a fases históricas de tipo religioso: 1.° Templo de estilo visigótico o mozárabe; 2.° iglesia románica, y 3.° iglesia actual. Estos descubrimientos nos llevan a la época visigótica, lo cual anticipa considerablemente la cristianización del interior más remoto del país.