Sailkatu gabe

GIPUZKOA (RELIGIOSIDAD)

Caída de la religión primitiva.

Al hablar de mitos se ha mencionado a Mari en sus diversas versiones guipuzcoanas como una diosa que, según las leyendas, habitaba en las cuevas de las cimas más altas y con localizaciones guipuzcoanas como Cegama, Ataun, Berástegui, Oyarzun, Azcoitia, etc. Se trataría de una supervivencia de viejas creencias religiosas, de una primitiva mitología religiosa. Pasando a tiempos ya históricos (siglo XII) aparece en boca del viajero francés Aymeric Picaud el nombre de Dios tal como se denominaba en Euskalerria: Urci, Urtzi, que viene a significar "El Celeste" ya que la palabra ortz significa "cielo". Un residuo de este nombre se halla en los nombres del jueves y del viernes, el primero osteguna y el segundo, ortzirala, que vienen a significar, respectivamente, "día del Cielo" y "poder del Celeste". Esta idea de Dios lleva a la personificación. El nombre posterior y que ha prevalecido es el de Jaungoikoa y Jinkoa, que lleva en si un primer componente jaun, "señor", y otro goiko, gain, con clara alusión a las alturas y al clásico cristiano "Altísimo". La afirmación de Estrabón de que los pueblos vecinos a los celtíberos adoraban a un Dios innominado durante las noches de plenilunio, ha hecho que se atribuya a los vascos un primitivo monoteísmo. El nombre del domingo, igandea (lit. "la subida"), podría relacionarse con la idea del plenilunio. Con los romanos aparecen en las inscripciones lapidarias de las tierras que circundan a Guipúzcoa nombres de dioses que van a interferir las primeras predicaciones cristianas en el país. La leyenda de Kixmi ha sido recogida, como documento oral, por don Manuel de Lecuona en Oyarzun y de boca de José María Portu. La otra versión la recogió D. José Miguel de Barandiarán en Ataun a D. José M.ª de Azurmendi. Esta leyenda nos recuerda a Kixmie, nombre que dan a Jesucristo anunciando su nacimiento. Sobre las primeras predicaciones cristianas no hay noticia expresamente localizada en la vieja Bardulia que es parte de lo que luego viene a ser Guipúzcoa. Se sabe que la evangelización comenzó en tiempos del Bajo Imperio romano aunque la posterior difusión debiera tener una accidentada historia que desconocemos.