Udalak

FITERO

Nuevos intentos de emancipación. La obsesión por escapar del rigor feudal movió a la población a aprovechar los apuros del erario público para buscar una solución. La petición efectuada al rey de compra de 40 robadas de tierra en los montes de Argenzón y el Cierzo fue abordada por los monjes que consiguieron que el virrey fallara en contra de la construcción de un nuevo poblado en 1643. Por fin, más adelante, Fitero obtuvo en el año 1652 la merced real de 50 robadas de tierra en los montes de: Cierzo y Argenzón para fundar una nueva población, que se llamaría Nueva Villa Real y licencia para tomar a censo 14.000 ducados para los gastos, más el privilegio de pasar a la jurisdicción de las audiencias de Valladolid, Granada y Sevilla. Sin embargo no se realizó el proyecto, ante la cerrada oposición de los frailes del Monasterio, que alegaron tener la propiedad del nuevo emplazamiento. La justicia falló en dos ocasiones más -1662 y 1664- en contra de los fiteranos. Idoate consigna que la población tenía por entonces 600 habitantes. En los documentos dice tener "80 familias ilustres, a quienes era durísimo e insoportable el dominio del monasterio, y los ásperos tratamientos que en obras y palabras padecían los vecinos. Y que aun en caso de hallarse con legítimo derecho para obtener ambas jurisdicciones (civil y criminal), el desusado modo con que el Monasterio las ejercía, le ponían (al Rey) en precisa obligación de conciencia por el bien, pública tranquilidad y reposo de aquella república, de resumirlas e incorporarlas a la Corona".