Concepto

Historia del Arte. Gótico (versión de 1984)

Origen y desarrollo del arte gótico. A lo largo de la historia se han intentado diversas aproximaciones al mismo, desde el punto de vista semántico, historiográfico, estilístico, sociológico, iconológico, resultando siempre un concepto abierto a cualquier replanteamiento profundo y significativo. Es el historiador vienés Ernst Gombrich (Viena, 1909) quien planteando diacrónica y asépticamente el nacimiento del arte "gótico" o del denominado estilo gótico (que abarca los siglos XIII al XV) asegura fundamentalmente que mientras en Europa Oriental los estilos duraron milenios, y no parecía existir razón alguna por la que debieran cambiar, Occidente jamás conoció esta inmovilidad, siempre estuvo inquieto, intentando crear soluciones nuevas y aportar nuevas ideas. El arte gótico parece responder así a una doble motivación. Por un lado a nuevas necesidades arquitectónicas surgidas en la Baja Edad Media, y por otro y sobre todo según la mayoría de los tratadistas -Huyghe, Gombrich, Angulo, Pijoan, Durliat-, a una nueva espiritualidad nacida en torno a la Orden Cisterciense. Una crítica más sociológica del fenómeno -Hauser, Bozal- asegura que tanto en la esfera cívica como en la eclesiástica, el crecimiento de las ciudades planteó problemas arquitectónicos que el estilo románico no podía resolver. Los nuevos modos de vida en los burgos y en las villas precisaban edificios más amplios y suntuosos que sustituyeran a las pequeñas ermitas, iglesias y monasterios, y que acogiesen a las nuevas corporaciones y gremios. El resultado de todas estas necesidades fue la paulatina aparición del estilo gótico y el abandono progresivo del románico. Por otro lado, y según los historiadores, una nueva espiritualidad surge en los comienzos de la Baja Edad Media, espiritualidad que parece gestarse y desarrollarse en la Orden Cisterciense y en su gran promotor Bernardo de Claraval. Bernardo ataca los excesos decorativos del último románico: "¿Para qué sirven estos follajes, con mil monstruos entrelazados; estas figuras de sátiros y centauros, tantas molduras con fieras y adornos, en las cuales la imaginación del montaje se distrae de su piedad y se aparta de la pobreza evangélica enseñada por San Benito?". Estas palabras implican una aguda comprensión religiosa del último románico y determinarán las características del nuevo estilo: severidad y sobriedad, espiritualidad interior frente a ornamentalismo anecdótico. Conviene reseñar por otro lado, que aunque el arte gótico surge de una transformación del románico, es difícil de señalar la línea divisoria entre uno y otro. Entre ambos, existe con todo una diferencia de concepto, de estructura arquitectónica, de espíritu de las formas, que permite diferenciarlos con toda claridad. Los cambios en la vida cotidiana y, en el pensamiento religioso, la transformación en el comportamiento cívico y ante la vida, produjeron nuevos gustos y nuevas concepciones que cuajaron en un arte nuevo, en un arte que buscaba según Worringer "la voluntad de la forma". Desde Borgoña donde se originó el estilo gótico, rápidamente se extendió por toda Europa. Más de 2.000 casas de hombres y mujeres cistercienses se distribuyeron por Francia, Italia, España y toda la Europa central. Las iglesias cistercienses se convertían así en un adelanto del estilo gótico, puesto que ya utilizaban el arco apuntado y la bóveda de crucería. Monjes cistercienses intervinieron en la construcción de conventos y monasterios (La Oliva, Poblet, Veruela), catedrales (Lérida y Tarragona), y construcciones civiles militares (promovidas por las órdenes de Alcántara, Calatrava y Avis). También hay que apuntar a favor del éxito del Arte Gótico las diversas guerras habidas a lo largo de toda España y en las que la nobleza y el alto clero trataron de polarizar su riqueza en torno a la ganadería y la agricultura frente a los reyes de León, Castilla, Aragón y Navarra. No es extraño que en todo este marco, la austeridad cisterciense obtuviera un fulgurante éxito.