Concepto

Historia del Arte. Gótico (versión de 1984)

Gipuzkoa. Otro tanto conviene reseñar de entrada de la arquitectura gótica guipuzcoana. La influencia de la arquitectura navarra es notoria y patente en la mayoría de sus edificios, principalmente en la iglesia de San Salvador de Guetaria. El escultor e investigador vasco Jorge Oteiza denomina a esta iglesia con acierto, tanto por la irregularidad de la traza como por su esbelta figura, la catedral de las iglesias vascas. De este bello templo, comenzado en el siglo XIV y terminado el año 1420, se desconocen los autores y las fechas de construcción por haber desaparecido en el incendio el coro y archivo en 1836. Construido sobre el anterior templo románico tiene tres naves de distinta altura y longitud. La nave central (31 metros de largo por 20 de alto y 10,15 de ancho) es más ancha y larga que las laterales ( 19 metros por 10 por 5,75). Posee un presbiterio de tipología sacrificial y bello triforio corrido a lo largo de todos los muros, laterales y centrales. El triforio está compuesto de sutil y delicada tracería a base de arquillos foliados, así como antepechos calados con cuatrifolias inscritas en círculos. M.ª Asunción Arrázola segura que "su finura, su esbeltez, su elegancia no tiene igual. Aunque bastantes de las iglesias del País Vasco la hayan querido igualar". De hecho presenta ciertas relaciones con Santa María de Lequeitio y las catedrales de Bilbao y Vitoria, y todas ellas a su vez con cierta arquitectura civil navarra del siglo XIV. El núcleo de población, sin embargo, antes de establecerse en la villa de Guetaria estaba asentado en Asquizu, donde se conserva todavía una bellísima iglesia gótica con claras reminiscencias bajo-románicas: muros de enorme grosor, pocos vanos y grandes contrafuertes. La iglesia, de una sola nave y planta rectangular con ábside plano, posee unas dimensiones de 15 x 8 metros y 13 de alto, es decir doble de larga que de ancha, con doble entrada por ambos laterales, poseyendo en el derecho una portada con tres archivoltas lisas carentes de decoración, a excepción de tres estrellas en el capitel corrido de las jambas. En la cabecera se abren sendas ventanas con maineles y dos arcos ojivales geminados y rehundidos en cada una de ellas, así como un pequeño vano, en forma de saetera situado a distancia irregular entre ambas. El espacio está cubierto por bóvedas de crucería con terceletes y claves decoradas con motivos geométricos. Durante los siglos XIV y XV van a ser construidas en Guipúzcoa las iglesias de San Miguel de Oñate y San Juan Bautista de Mondragón. La primera posee además un romántico claustro gótico contratado hacia 1525 por el obispo Rodrigo Mercado de Zuazola, natural de Oñate, y realizado por el maestro cantero Pedro de Lizarazu. Se trata de un claustro de escuela castellana, cargado de ornamentación flamígera y atravesado por un riachuelo. El claustro gótico más antiguo de Guipúzcoa; es sin embargo el de Santa María de Deba. Se trata de un claustro sencillo pero de gran personalidad. Construido en los siglos XIV y XV, se realizaron sus ventanales decorados con ocho malneles y celdillas sexpartidas en el siglo XVI. A fines del siglo XV se iniciaron también las obras de las iglesias de Santa María del Manzano de Fuenterrabía y San Vicente de San Sebastián. Todas estas iglesias góticas tienen tres naves, siendo la central más alta que las laterales y están sustentadas exteriormente con arbotantes, botareles y pináculos. Aparte de estos ejemplos, es indudable que en Guipúzcoa se construyeron otras muchas iglesias góticas, de las que nos quedan numerosos restos conservados en fábricas posteriores. Así las portadas ojivales con archivoltas o sin ellas de Alkiza, Aduna, Soravilla, Berástegui, Aya, las ventanas de Anoeta, Asteasu, Antigua de Zumárraga, Usúrbil..., es decir que el aumento demográfico y las nuevas modas imperantes harán que el último y el no tan nuevo gótico se transforme o quede empotrado en las nuevas fábricas del alto renacimiento. En el apartado de la arquitectura civil, y dentro del siglo XV, hay que reseñar las casas góticas de Torre Luzea de Zarautz, Echeveste de Fuenterrabía y el Palacio de Lili de Cestona. La primera, al decir de Lamperez, es una de las casas góticas urbanas con reminiscencias defensivas más interesantes del Norte de España. Consta de cuatro plantas, soberbia escalera exterior, ventanas ajimezadas y ménsulas, para el cadahalso sobre la escalera, que sobresalen en todas las fachadas.