Composers

Bernaola, Carmelo Alonso (2009 version)

Celebramos ya la plena madurez de Carmelo Bernaola en sintonía con la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (87). Entre sus nuevas creaciones, tras la pieza Perpetuo, cántico y final, una página para [A.] Rubinstein (87) -proyecto pianístico de la Fundación Albéniz-, el homenaje a Mompou en el Festival Internacional de Santander, Per a Frederic-Cançó i danza (88), y un fin de ciclo, su Cuarteto núm. 3 (90). Con Nocturno (para un catedrático de conservatorio -piano-) y Tapies pieza para órgano (ambas del 90) nos precipitamos en el sinfonismo pleno, la quintaesencia bernaoliana: Música para metales, piano y timbales y, sobre todo, Abestiak, música para una quincena (ambas del 89) -homenaje a Antxieta y segundo capítulo del tríptico sinfónico Monumento-, o ¡Tierra! (92) de americano estreno -ligada a Pieza II (accordamenti e giustaposizioni) dedicada a (su hijo, con veintidós años) Gonzalo-, y Rondó (92), encargo del Consorcio Madrid capital europea, pasando por Concertantes y su Tercera -y última- sinfonía (ambas piezas del 90 para orquesta) que cierra ciclo en consonancia con el de cuartetos.

En el apartado vocal, se citan Canciones sobre Rosalía, Aleixandre o Marqués de Lozoya, Poemas editados por Música en Compostela, El pueblo está en la ladera (89) y Agur maitea -coro del 90-, Tres canciones de Segovia y Homenaje-Aniversario (ambas del 92). Con Mística (91), cantata sobre textos de San Juan de la Cruz, conforma Bernaola un nuevo tríptico, el religioso. Junto con ellas nacieron tres obras de cámara: el trío Filarmónica (90), el quinteto de viento Toromenaldiak escrito expresamente para el L.I.M. y la Música para la Academia: con guitarra para su ingreso en la homónima de Bellas Artes de San Fernando en paralelo con su segundo Premio Nacional de Música (92).

En su faceta de músico "incidental" recibió en 1989 una nueva recompensa a su perseverante trabajo, en víspera de sus bodas de plata con el cine: el Premio Goya a la mejor música original por Pasodoble de José Luis García Sánchez, una de sus últimas bandas sonoras para largo. Curiosamente la última, escasamente un par de años antes de su muerte, del mismo director, titula una emotiva despedida: Adiós con el corazón. Treinta y cinco años de carrera como reconocido compositor para largometrajes, cortos, sintonías televisivas... (1965-2000) ungidos con la entrega de la Medalla de Oro por la Academia de cine en el 2002.