Roído por los celos (su mujer se ha ido de casa), profiriendo continuamente amenazas contra Héguiaphal, todas las sospechas recaen sobre él cuando un vecino es tiroteado y malherido (1 de mayo de 1827) de noche en un camino cercano a su caserío. Etchahun se esconde durante una temporada en los montes de Zuberoa. Pero sus intenciones no parecen ser buenas; tras haber permutado "Etchahunia" por una casa más pequeña (comprometiéndosele en metálico el resto), varias casas de Héguiaphal son en octubre pasto de las llamas. Una pieza de convicción -la canción Mündian malerusik (Por desgracia en el mundo) compuesta en esos días y dada a conocer de mano en mano- va a proporcionar la prueba de su culpabilidad. Etchahun es encarcelado en febrero de 1828 acusado de intento de asesinato (la víctima, pese a lo que perduró en la tradición, no llegó a morir).