Sailkatu gabe

GIPUZKOA (ARTE Y PENSAMIENTO: ARTES PLÁSTICAS)

La Costa.

Hay poblaciones, en Guipúzcoa, que se escapan a un estudio hecho siguiendo los valles, cuencas y desembocaduras de los ríos: Zarauz, Guetaria, Azkizu, Aya, Iciar, Motrico. A estos pueblos los he incluido en el epígrafe Costa. Desde los tiempos prehistóricos, ha sido favorecida esta zona costera por nuestros artistas. Así, en la cueva de Altxerri, a 2 km. de Orio, en el término municipal de Aya, nos encontramos con espléndidas pinturas rupestres, que en número superior a cien representan animales de toda clase llenos de realismo y expresión.

En los siglos XI-XII, el románico dejó en Iciar la "Andra Mari", con el Niño sobre sus rodillas, conforme a los cánones del estilo; una de las pocas "Virgen Trono" guipuzcoanas.

A lo largo de la Costa, es el gótico el que domina, más que en otras partes de nuestra geografía (lo hemos visto en Fuenterrabía, San Sebastián, Deva, Zumaya). Guetaria conserva la iglesia gótica más completa de la provincia: un hermoso templo de tres naves con esbelto y elegante triforio vasco. Subsisten dos de sus puertas, pero la principal la sustituyen en el XVII por una barroca de muy poco valor. Esta iglesia tiene gran interés histórico; en ella se reunieron las Juntas Generales de 1397, en las que se legisló sobre temas muy importantes para Guipúzcoa. No lejos, en el monte, Azquizu cuenta con una muy bonita e interesante iglesia gótica de carácter rural; del mismo estilo es el espléndido Calvario que domina en su cabecera, el mejor de los que hay en nuestro suelo. En Aya, nos encontramos con un gran templo gótico, amplio, con portada de múltiples archivoltas y con bóvedas de crucería, cuyas claves cuelgan ricamente decoradas. Iciar construyó también su primera basílica en gótico, que luego, en el XVI, sufrió transformaciones. En arquitectura civil gótica, destaca Zarauz: su campanario perteneció seguramente a los elementos defensivos de los señores de Zarauz, en la Edad Media; sobresale, en medio del núcleo urbano, la casa, llamada Torrelucea, obra del XV, y que según V. Lamperez es lo mejor que existe en cuanto casa urbana de esta época, de carácter regional; la escalera en la fachada principal, las ventanas geminadas y de arco trilobulado, los modillones, restos de cadahalsos o galerías, que pudieron ser posibles elementos de defensa, todo se conjuga para hacer hermosa esta mansión que seguramente la mandó construir el señor de Zarauz para alguna de sus hijas. En la plaza, se levanta una antigua casa de puerta dovelada y ventanas geminadas, la de Makatza; también la casa Dorotekua, fundada por Ortiz de Zarauz, es una edificación del XV. Fuera de Zarauz, en Motrico, tiene su valor, por ser de la época, la casa Suilangoa.

El renacimiento es más escultural que arquitectónico. En la parroquia de Santa María la Real de Zarauz, un gran retablo da prestancia al templo; fue iniciada su construcción a mediados del XVI, por A. de Araoz; otros escultores lo terminaron a lo largo del XVI y del XVII. En S. Pedro de Aya, y tal vez del mismo escultor, se conserva un bonito retablo, en el que destaca el Descendimiento del Señor. En Azkizu, un cuadro-retablo, de estilo plateresco, representa la escena de S. Martín. De la época del romanismo, hay dos pequeños retablos en Santa María de Zarauz, obra de A. de Bengoechea; están dedicados a la Virgen del Rosario y a S. Exuperio.

El barroco puede contemplarse en Aya, en su retablo barroco-churrigueresco.

Motrico destaca por su templo de planta de cruz griega y gran fachada neoclásica, proyectada por Silvestre Pérez; recuerda una construcción griega en cuanto a la columnata, pero se escapa de ella la gran escalinata que da acceso a la iglesia. En ella se guarda un cuadro de Cristo, atribuido a Zurbarán, y un pequeño panel, resto del primitivo retablo renacentista, que representa el Nacimiento. En arquitectura civil: la casa de Narros (XVI) en Zarauz; Churruca, Berriatua y otras en Motrico.