No los hubo notables hasta el siglo XIX. Destacaron entonces: Luis Brochetón, Antonio M.ª Lecuona, José Echenagusía. Entre los pintores guipuzcoanos, nacidos antes de 1935, podemos citar, además de Ignacio Zuloaga, Elías Salaverria, Julián de Tellaeche, Vicente Berrueta, Ignacio Ugarte, Ricardo Baroja, José Salís, Jesús Olasagasti, Simón Arrieta, Nicolás de Lecuona, Narciso Balenciaga, Flores Kaperotxipi, Dionisio Azcue, Ascensio Martiarena, Eloy Erenchun, Montes Iturrioz, Antón Valverde, M.ª Paz Jiménez. Entre los nacidos después de 1935: José Gracenea, Alejandro Tapia, Javier Arocena, Carlos Bizcarrondo, Menchu Gal, Jesús Montes, Julián Ugarte, Miguel Angel Alvarez, Ana M.ª Parra. La pintura de éstos está emparentada con la pintura de preguerra. Entre los que siguen caminos y movimientos contemporáneos: José Antonio Sistiaga, Gonzalo Chillida, Rafael Ruiz Balerdi, Luis Zumeta, Vicente Ameztoy, Carlos Sanz, Marta Cárdenas, José Llanos, Juan Luis Goenaga. Las tendencias abstractas, expresionistas, surrealistas y realistas comienzan a ser cultivadas con esmero y valentía por nuestros pintores jóvenes que tratan de crear un arte para el pueblo, conservando lo esencial y aportando lo que deben al concierto de Europa. Colores fuertes, dibujo sobrio y moderno son sus características más acusadas.