a/ Las violaciones colectivas. Las agresiones sexuales no siempre tuvieron como responsable a un único individuo, también hubo casos en los que la violación fue colectiva -varios los agresores- como se desprende del análisis de la documentación judicial. En 1482 la Justicia del alcalde ordinario de Vitoria intervino contra unos vecinos que habían realizado "çiertos acometimientos yndebidos" sobre unas jóvenes, vecinas del valle de Léniz, que se habían acercado hasta la ciudad para vender unos lienzos. En 1525 la Justicia de la Hermandad alavesa procesó a Juan Catalán, y a sus consortes, por la fuerza cometida sobre Isabel, criada de Pedro abad de Villafranca. En estos casos todos participaban en la violación, ayudándose unos a otros por turno; pero en otros, únicamente uno era el que consumaba la acción, mientras que el resto colaboraba con él, inmovilizando a la víctima para que tuviera acceso a ella sin necesidad de vencer su forcejeo. En 1504 el bachiller Martín Pérez de Burgos, con la ayuda de su hermana, forzó a la adolescente María Ochoa de la Plaza, su criada, en su casa de Bilbao: "estava [María Ochoa] dormiendo en la cama e la sacó por fuerça, dándole fabor e ayuda para ello vna hermana suya del dicho bachiller, e la llevaron a la cama donde el dicho bachiller, el qual la començo a forzar e dormir con ella carnalmente, la qual se defendía dando vozes de manera que el dicho bachiller la atapó la boca e la hermana del dicho bachiller la tuvo de vna pierna fasta que el dicho bachiller corronpió su virginidad". Otro ejemplo, que se mencionará con detalle más adelante al tratar sobre el rapto, es el acaecido en la tierra de Ayala en 1494, cuando Mencía de Ibarguren fue raptada por Fortuno de Murga, su hermano Iñigo, Martín de Acha, Martín de Abiaga y su hermano, y "se echaran e yasieran con ella o a lo menos el dicho Fortuno de Murga".