Concepto

Vascos en la conquista y colonización de América (versión de 1978)

El Padre Francisco de Vitoria. De lo escrito por el P. Vitoria referente al problema colonialista interesan básicamente la Relectio de Indis prior y la Relectio de Indis posterior, sive de lure belli. Son los apuntes de sus clases en la Universidad de Salamanca desde 1532. Vitoria no era un jurista, era un teólogo y moralista; su cátedra era de Teología, y explicaba a base de las obras de los maestros escolásticos, muy singularmente Santo Tomás, cuyos textos desarrollaba y explicaba; pero el dominico arabarra no se contentaba con esto, sino que aprovechaba cuantos hechos de la vida real ofrecían una relación con las doctrinas que explicaba, para analizarlos y exponer sus propias opiniones. De aquí su originalidad. Y por aquellos días un tema comenzaba a suscitar la atención de los teólogos y moralistas: la conquista del Nuevo Mundo recién descubierto y la sumisión de sus moradores, cuya esclavitud había hecho alzarse algunos años antes las voces del Padre Montesinos y del Padre Las Casas. El tema atrae la atención de Vitoria, y le sirve de base para el discurso de apertura del nuevo año académico de 1532. La Relectio está dividida en tres secciones. En la sección primera establece de una manera concluyente la soberanía que los indígenas del Nuevo Mundo tenían sobre los territorios que ocupaban. En la sección segunda, la más valiente, examina los títulos esgrimidos comúnmente por los juristas y estadistas para justificar el hecho de la conquista, títulos que califica de ilegítimos y rechaza en absoluto. Por último, en la sección tercera, enuncia los títulos que por su parte considera legítimos para justificar la presencia de los europeos en América: nunca la conquista de aquellos territorios. A lo largo de las tres secciones sigue un método admirable de exposición. Repite en primer lugar los argumentos esgrimidos por los distintos autores que considera equivocados, seguidamente los rechaza, y por último expone su propia doctrina. Método de una pulcritud científica encomiable; de esa manera el lector puede juzgar imparcialmente, considerando el pro y el contra del problema. Y a pesar de que sus opiniones son casi siempre de una originalidad y valentía indudables, procura apoyarlas en las doctrinas expuestas anteriormente por teólogos y filósofos. Encontramos, así, en sus explicaciones citas del Antiguo y del Nuevo Testamento, de los Padres de la Iglesia, de Aristóteles, de Graciano, de Santo Tomás de Aquino, de los glosadores, e incluso de autores tan recientes como los dominicos Cayetano, fallecido en 1534, y Mazzolini, fallecido en 1523. El dominico vasco Francisco de Vitoria alza su voz mesurada y fervorosa a la vez, su voz de maestro, y al denunciar los excesos que se están cometiendo en tierras de América, sienta el derecho de los pueblos, de todos los pueblos, a la libertad, y las bases de las relaciones jurídicas que deben unir a todos ellos, las bases del futuro Derecho Internacional ( Ref. Galíndez, Jesús: La aportación vasca al Derecho Internacional, "Ekin", 5, pp. 74, 77-79, Buenos Aires, 1942].