Lexique

MAR (CIENCIA)

Corrientes superficiales. La dinámica de las aguas superficiales del golfo de Vizcaya comenzó a ser conocida a finales del siglo XIX cuando oceanógrafos franceses e ingleses, mediante el empleo de botellas de vidrio con mensajes en su interior, arrojadas desde buques en alta mar, observaron una deriva hacia el sudeste y sudoeste de los mensajes arrojados en las aguas del golfo de Vizcaya. La corriente del Gulf Stream cruza el océano Atlántico en dirección noreste y mientras una rama principal asciende hacia el norte de Europa, otra rama gira al sur de las islas Británicas para dirigirse primero al sudeste y luego al sudoeste (en el sentido de las agujas del reloj) recorriendo de esta forma el golfo de Vizcaya. Según este primer modelo se genera una circulación de agua que penetra por el norte a lo largo de la plataforma continental irlandesa y tarda más de dos años en recorrer el golfo de Vizcaya con unas corrientes superficiales muy débiles de alrededor de 1 cm./segundo. Esto nos da una visión de una zona homogénea y estable, sin embargo en la zona costera del golfo prevalece la acción de la marea y de los vientos locales y es aquí donde las denominadas corrientes de marea presentan una cierta intensidad sobre todo en los meses invernales. Al estudiar estas corrientes de marea, es posible observar dos patrones diferentes de comportamiento, por una parte la circulación invernal que discurre de Oeste a Este frente a la comisa cantábrica para cambiar a una dirección Sur-Norte al llegar a la costa francesa. Esta corriente bastante homogénea, en función de los vientos dominantes y de su intensidad, alcanza su máximo valor entre los meses de noviembre y febrero. El segundo modelo de circulación en las aguas superficiales próximas a la costa es el que se da en los meses estivales donde los vientos por una parte tienen una menor intensidad y cambian de sentido frecuentemente. Lo que en este caso se produce es una corriente de «vaivén» u oscilatoria que da como resultado una estabilización estival de las aguas superficiales en el extremo sudeste del golfo y que se traduce en un recalentamiento de dichas masas de agua. Entre ambas zonas, la oceánica externa influenciada por una rama de la corriente del Gulf Stream y la costera, influenciada por las activas corrientes de marea, encontramos una zona neutra en el centro del golfo de Vizcaya, ya señalada por Benard en 1905. En cuanto a las estructuras verticales, encontramos una gran homogeneidad en las aguas del golfo de Vizcaya entre la termoclina estacional, situada en torno a los 15 metros, salvo en la zona sudoeste (frente a Finisterre) donde se sitúa sobre los 40 metros de profundidad, y los 600 metros que marcan el límite superior de la influencia del agua de origen mediterráneo.