Transportes. A fines del siglo XIX los viajes se hacían en caballería y cuando la carretera cruzó todo el Valle (1882), en carros y galeras tirados por mulas y la diligencia para viajeros por caballos. Coexistieron después el carro para las diversas mercaderías, las galeras para las cubas de vino, y los autobuses, «El Progreso Roncalés», primero, y «La Roncalesa», después, para pasajeros. Luego desaparecieron los carros dando paso a los camiones que también acabaron con las almadías al construirse el pantano de Yesa. Modernamente el automóvil privado ha invadido el Valle con un porcentaje grande con matrícula de San Sebastián y otros procedentes de Aragón, Vizcaya y Cataluña. El servicio de viajeros Uztarroz-Pamplona es actualmente el de «La Tafallesa».