Auñamendi Eusko EntziklopediaBernardo Estornés Lasa Funtsa

Hoy, con la ruinosa baja de población joven, que ha estudiado y ha emigrado buscando empleo profesional, la ganadería lanar, bovina y caballar no pasa de ser un vestigio de lo que fue en su milenaria historia. En tiempos no muy lejanos, en 1844, se calculaba que había en el Valle 63.882 ovejas y 25.693 corderos y que podrían mantenerse 125.100 cabezas de ganado lanar, siempre mediante la trashumancia a las Bardenas y otros lugares de pastos invernales. Era la principal riqueza económica frente a los madereros, el otro modo de vida del país. Una estadística reciente, la de 1982, da estas cifras:Ovejas churras26.638 cabezasVacuno (raza pirenaica y alpina)2.002 cabezas Caballar (caballos y yeguas)255 cabezasCaprino385 cabezasMular57 cabezas La ganadería lanar daba lugar a dos industrias importantes, la lanar y la del queso y requesones. Las cabras y cerdos se criaban en cada casa existiendo una cabrería municipal en cada villa con un cabrero que las llevaba a pastar al monte en un solo rebaño. Para su reunión el cabrero hacía sonar su corneta y al volver al anochecer cada cabra se iba a su casa. Los cerdos, uno o dos por cada casa, se cuidaban para el consumo doméstico: carne, morcillas, longanizas, chorizos, tocino y jamones. Se celebraba la fiesta del matatxerri o matanza del cerdo. En 1923 se celebró en Isaba una fiesta de ganado y concurso de quesos organizado por la Exma. Diputación y Asociación de ganaderos con notable éxito. La trashumancia a las Bardenas no siempre fue exclusiva ya que en la historia se conoció también la dirigida a las Landas bordelesas atravesando caminos y montes de los pueblos de la 6.ª merindad, hoy Navarra francesa, tales los de Cisa, Osés y Arberoa mediante la liquidación pertinente al recibidor de dicha merindad navarra. Los rebaños de ovejas invernando en las Bardenas pasaban siete meses en la Ribera y el resto del año en los pastos del Valle.