Kontzeptua

Lamina (1987ko bertsioa)

Lamías que secuestran a los hombres. El secuestro de hombres efectuado por lamias es tema bastante frecuente en nuestros mitos. Una joven del caserío Usi (Orozco) se presentó a las lamias de la caverna de Leziaga. Las lamias le dieron cierta cantidad de oro a condición de que no volviera más a aquel lugar. Pero la joven volvió más tarde a la misma cueva, y no salió más de ella. Sus familiares fueron a buscarla y oyeron una voz que salía del antro: «En el futuro no faltará oro en Usi; pero también habrá siempre una persona loca». Un zagal se introdujo en el antro de Mondarrain donde vivían las lamias, y no apareció más. Un hombre del caserío Atzemin (Dima) hacía carbón cerca de la sima de Bernaola. Trabajando penosamente de noche, lanzó a voces una imprecación. A1 instante alguien le hizo dar tres vueltas alrededor de una pira de carbón que allí había, y el carbonero desapareció. Al cabo de ocho días de búsqueda, sus vecinos le hallaron en la citada sima. Cuando hubo salido de ella, declaró que, durante su cautiverio, las lamiñas le mantuvieron con avellanas. Una joven hilandera pasaba de noche cerca de la cueva de Saillegunta «San Lorenzo», sita cerca de la ermita de este nombre. Las lamias de la cueva le dijeron una vez que no volviera más por aquel lugar. Pero ella volvió hasta dos veces después del aviso de las lamias. En la tercera noche fue arrebatada por éstas. No se supo más de ella. Las cuentas de su rosario aparecieron dispersas por el campo. Preservativos que eviten los secuestros. En Altzusta, barrio de Ceánuri, existía entre los niños la costumbre de taparse las narices cuando pasaban cerca del barranco llamado Memiño y decir al mismo tiempo estas palabras: guk barikuen makallaoa yan gendun «nosotros en viernes comimos bacalao». Decíase que en aquel lugar vivían las lamias. Otros medios que le protejan a uno contra los atentados de las lamias son los kutun o amuletos, sobre todo los que contienen ruda y apio. También protegen el vestido hecho con hilo de Nochebuena y el canto del gallo de marzo (Larrabezúa, Ligui).