Kontzeptua

Lamina (1987ko bertsioa)

Las lamías auxilian a los hombres. Las lamias reciben con agrado a quienes van a visitarlas en su habitación. Se refieren casos, como el de aquel vecino de Indusi (Dima) que, obligado por un chubasco a guarecerse en la cueva de Balzola, fue recibido allí por una lamia que le entregó un trozo de carbón que luego, fuera de aquel antro, se convirtió en oro puro. En otras ocasiones las lamias no han obrado tan desinteresadamente, puesto que han trabajado a cambio de almas humanas. Así han construido, por ejemplo, los puentes de Ebrain (Bidarray), de Arroza (San Martín de Arrosa), de Ligui, de Azalain (Andoain), de Urkulu (Gatzaga) y de Castrejana; las iglesias de Arroza y otras de que hicimos mención arriba; las casas de Larramendi, Laustania y otras que también mencionamos, además de varios castillos y dólmenes.