Sailkatu gabe

DECLINACIÓN (DE LAS VARIANTES)

Variantes en los directivos. Los afijos directivos son cuatro, el primero de los cuales sirve de base a los demás. 1.° El definido a con su epentetizada ra, que tiene por variante la (S): zerura, zeliala al cielo. 2.° El indefinido, que es la desinencia más variable: rantz (AN, B), rantza (B), ratz (B), raz (R), rat (BN, L, S), lat (S), rontz (G), runtz (B), rutz (B): zubirantz, zubirantza... hacia el puente. Este afijo se usa mucho con afijos graduativos, como también el primero: gorago más arriba, goregi demasiado arriba, onantzago más hacia acá, arantzengoa el más lejano, liter. el de más hacia allá... etc. Cito con mucho gusto lo que he oído de labios del correspondiente de nuestra Academia don Nicolás Ormaetxea, acerca del origen de esta desinencia antz, que no sólo se oye en B, sino por lo menos en Uitzi o Huici (Laraun. AN), donde aprendió él a hablar. Es, en opinión muy probable de nuestro docto compañero, procedente de un nombre: antz semejanza, semblante, cara. En pueblos del Alto Aragón dicen aún hoy "voy cara al monte", en vez de "voy hacia el monte". Esta misma preposición castellana "hacia", en realidad no es otra cosa que cara, el latino facies. En latín vulgar, precursor del subdialecto aragonés, en vez de ad montem versus de los clásicos, decían facie ad montem. 3.° El terminal, compuesto del directivo y el vocablo casi anticuado gino proporción: raano (BN), radino (BN), ragino (B), ragiño (B), raino (B, L), raiño o raño (AN, B, G), rano (S) hasta. Al elemento gino substituye arte con temas de vocablos de tiempo: si son vocablos comunes (capaces de recibir el artículo) como egun "día" gau, astelen, se intercala el directivo ra. Laugarren egunerarte hasta el cuarto día, astelenerarte hasta el lunes. Atzoarte hasta ayer, noizarte hasta cuando... y cualquier vocablo inarticulable de tiempo recibe la desinencia directamente. Este elemento tiene por variantes artio, artino que parecen ser suma de arte y dino, var. bajo nabarra de gino. El uso de por ejemplo biarartean por biararte hasta mañana, más bien que variante es anomalía. El cuarto de los directivos que es el objetivo, por otro nombre, destinativo local rako (c) "para" tiene por variante, para temas de tiempo inarticulables (gaur, atzo, etzi, noiz...), la desinencia ko. Noizko para cuando, gaurko para hoy (de noche), egungo para hoy (de día), aurtengo para este año, biarko para mañana. Con temas articulables de tiempo, como eguna, gaua, urtea... etc., se usa el mismo de temas locales: datoren urterako para el año que viene, astelenerako para el lunes... etc. Algunos abusan de este sufijo ko "para" aplicándole aun a vocablos que no son de tiempo inarticulables. En las traducciones L y S de los Diálogos de Bonaparte, se lee laneko por lanerako (G) y por bearrerako (B) para el trabajo (Dial. basq. 30-10). Ez eltzeko ez argitako se lee como labortano (Ibid. 101-11) y como G ez eltzerako ez argitarako, como B ez lapikorako ez argitarako ni para el puchero ni para luz. Y lo que es mucho peor, abusando, además, de tzat, en los mismos diálogos (102-14) vemos eltzekotzat para el puchero en vez de eltzerako. Este afijo rako, cuando viene inmediatamente seguido de articulo y aun de nombre -atarakoa (el) hábil, apto (AN, B), itxasorako deia llamamiento para el mar- tiene más bien carácter de derivativo adjetival. Gorakoa y bêrakoa (tren) ascendente y descendente (G). Por el carácter de proverbal que tiene el afijo ko, tanto la desinencia rako como su variante verbal teko y aun la ko de vocablos de tiempo inarticulables, se prestan a curiosas locuciones. Por ejemplo, gorakoan y bêrakoan se usan mucho en B por "al subir" y "al bajar". Zerurakoan al ir al cielo (Ur. Maiatz. 117-13). Charencey cita muy oportunamente elizaratekoan al ir a la iglesia. En B-l decimos orretakoz (sincopando oretarakoz) con un ligero matiz que no tiene oretarako. Este significa "para eso" y oretakoz vale como "en ese caso, de consiguiente". A veces kotz o koz no añade matiz alguno semántico a ko: arimaren egitekoak gerokotz uzteak el dejar para luego los negocios del alma (Axul. 2.·, portada). Datorren arteranokotz para mientras viene (Leizar. Suppl. 110-11). Hay ejemplos de kotz con un ligero matiz distinto de ko. Utzak oraingotz déjalos por ahora (Leiz. Matth. III-15). No sé en cuál de los trabajos de nuestro caro compañero Eguskiza, he leido gaurkoz por hoy, oraingoz por ahora, que son distintos de oraingo y gaurko para ahora y para hoy. En el libro de Refranes se lee oñak otz elizarakotz, bero ezkontzarakotz los pies fríos para la iglesia, calientes para el matrimonio (núm. 142). El destinativo verbal teko cambia notablemente de significación en sus formas pleonásticas tekoan, tekotan, tekotz (tekoz) y tekotzat (mucho menos oído este último en nuestros días), que valen por "a condición de". Isil-isila egotekotan a condición de estar en profundo silencio (Dasc. Atheka 69-18). Esta desinencia teko tiene por variante (B, R) tako. En R recurren a ella siempre que ante el derivativo te se omite el otro derivativo tu. Bordaltako (viene de bordaltu + teko) eta bordaltiuer emoiteko (aquí la te no admite la variante) para casar y dar (gracia) a los casados. (Catec. de Bonap. 61-4). En B se observa la variante en igual ocasión. Los vocablos eregetako para mimar (Per. Ab. 216-13), palagetan acariciando (Ibid 89-18), garbietan limpiando (Ibid. 98-19) son producto de eregadu + teko, palagada + ten, garbitu + ten. En rigor, son casos de transposición o metátesis. El infijo -etase lee en autores del B aun sin ser metátesis de -ate-. Como se ha dicho en otra parte, tanto a estos cuatro directivos como a los casos inesivo y ablativo, se les aplica el infijo gen con temas de seres animados y el infijo ta cuando se trata de caso indefinido aparente o real: nigana, niganantz, niganagino (niganaiñu...) niganako, nigan, nigandik o neregana, nereganontz... etc., y lau zubitara, rubitarantz, zubitaragino, zubitarako, zubitan, zubitatik. (V. el Paradigma). En vez del derivativo gana se valen de gaiña en B-gmu: nigaiña a mi, con dirección a mi; aitagaiña con dirección al padre. En varios dialectos (AN, B, G) el directivo a (ra) con sus compuestos antes mencionados sufre por influencia de i o u precedentes permutación en e. Egozan lekure al lugar en que estaban (Catec. de Llodio, 24-17), asi dagiezan seme-alabak zerurekó para que críen hijos para el cielo (Ibid. 80-10). Por lo general los autores, a pesar de que en el lenguaje habitual de sus respectivos pueblos se observan estas permutaciones, las han despreciado en sus escritos, siendo muy laudable su determinación.