Kobazuloak

CUEVAS DE ISTURITS, OXOZELHAIA y ERBERUA

9 Nivel «Solutrense Superior». (Solutrense Final). Parece que deben incluírse en este nivel de depósito la base del nivel E (Sala de San Martín) de Passemard y en el IIIa (Gran Sala) y acaso la base del SI (San Martín) de los Saint-Périer. No es fácil concordar con total seguridad los depósitos identificados por esos dos equipos de investigadores: y, así, se puede mantener alguna reserva relativa a la propuesta de correlación de H. Delporte en 1974. En cualquier modo, todo el Solutrense de Isturits (niveles IIIb, IIIa y FII de la Gran Sala; y acaso las bases de los SI y E de la Sala de San Martín) aparece como una ocupación breve, con instrumental no demasiado escaso pero distribuído en horizontes delgados y discontinuos. La Condesa-Viuda apuntó que en la época de formación de todo este depósito debieron ser frecuentes los desprendimientos de bloques del techo: lo que ahuyentaría cualquier intento de ocupación prolongada del lugar en esa época. Para Ph.E.L. Smith este depósito superior de Isturits resulta característico del Solutrense Final. El instrumental lítico proporcionó casi cuarenta «puntas solutrenses» a los Saint-Périer: 12 de base convexa, 2 de forma de hoja de sauce con talla unifacial, 1 de base cóncava, varias más o menos simétricas y biapuntadas, fragmentos,... Los raspadores, casi un centenar, son en su mayoría trabajados en extremo de lámina o retocada; hay una presencia llamativa de raspadores carenados y nucleiformes (lo que hace sospechar a Smith una probable recogida en mezcla de materiales de dos niveles). Los buriles superan en poco a los raspadores: en el 80% de los casos se trata de buriles sobre truncadura. Hay, además, algunos perforadores; y cerca de centenar y medio de láminas bastante grandes, muchas de ellas con retoques laterales. No indican los Saint-Périer la presencia de piezas (p.e. puntas) de dorso. Entre los utensilios en asta y en hueso, Passemard había señalado azagayas de bisel simple o doble, agujas, espátulas y hasta una docena de rodetes sobre placa de hueso con perforación central. También debe tratarse de una probable mescolanza de niveles: pues hay una indudable inseguridad en el definición de la estratigrafía de este depósito del Solutrense en los sucesivos cortes que publicó en 1913, 1922 y 1924, y corrigió de modo definitivo en su memoria general de 1944. Por eso mismo, en la revisión de ese lote, Smith piensa que «no se puede decidir si la rica industria del hueso que describe sea solutrense o magdaleniense; sus frases son a menudo ambiguas y es posible que sólamente las azagayas de bisel simple sean solutrenses». Los Saint-Périer señalaron un instrumental óseo abundante en azagayas de aspecto cónico, con sección trasversa circular y cortos (o inexistentes) biseles: no existiendo aquellas de bisel central de la clase que es bastante representativa en el Solutrense avanzado cantábrico. Hay sólo tres agujas de hueso y una cantidad modesta de varillas de asta de sección plano-convexa. En arte mobiliar se cuenta en este nivel con cierto número de representaciones realistas de caballo, bisontes y pisciformes, de varios temas indescifrables y de abundantes rayados: obras normalmente en grabado, pero en algún caso en bajorrelieve o escultura. La caracterización del nivel no ofrece duda en el estadio Final del Solutrense, de acuerdo con la propuesta de Smith. Así lo determinan diversos caracteres tipológicos: la presencia de las puntas foliáceas de base cóncava, alguna pendulada, y otras,... Los análisis de polen por Arlette Leroi-Gourhan indican para esta época un clima relativamente atemperado en ambiente húmedo: clasificable como de paisaje de estepa-parque. La fauna de mamíferos se muestra de acuerdo con la conclusión palinológica: la mayor abundancia parece corresponder a los grandes bovinos, seguidos del reno y del caballo, aumentando la proporción de los ciervos. Se puede apoyar que este nivel se debió formar en la circunstancia climática del interestadio Würm III/Würm IV.