Monarquía y Nobleza

Carlos II de Navarra el Malo

Prisión del infante en Francia y guerra con Castilla (1376-1379.) El matrimonio apenas sirvió de tapadera a las apetencias imperialistas de Enrique de Trastamara, que no dejó de hacer preparativos bélicos y no dudó en recurrir al soborno de algunos caballeros navarros. Los años y los reveses habían vuelto desconfiado a D. Carlos, que ni siquiera asistió a la boda (Soria, 27-5-1375) de su primogénito con la bella infanta castellana. Un veterano servidor del rey, D. Rodrigo de Uriz pagó con su vida (1376) las sospechas del soberano de que tenía tratos secretos con el Trastamara para entregarle Tudela y Caparroso. Pero la chispa que hizo estallar la guerra brotó en Francia, cuando Carlos V apresó a varios dignatarios navarros que acompañaban al infante Carlos en su visita a Montpellier, Normandía y otras posesiones navarras (1378). Carlos V vio -o quiso ver- la mano invisible de Inglaterra tras la documentación que portaban Jacques de la Rue, chambelán del rey de Navarra y Pierres de Utrarte. Los dos murieron en el suplicio (21 mayo 1378), según Yanguas, aunque el Príncipe de Viana cita también a Fernando de Ayanz como víctima del francés. Los infantes D. Carlos, D. Pedro y D.ª Bona fueron encerrados y las tierras navarras en Francia invadidas. Delachenal publica el interrogatorio en el cual De la Rue habría "confesado" el intento de envenenamiento del rey francés (apéndice, t. III, pp. 291-293). El asunto hizo que se rompieran nuevamente las ilidades, sumándose rápidamente Castilla al bando francés. Navarra perdió en esta guerra sus posesiones provenzales. La expulsión de los navarros de Normandía no fue posible, sin embargo, debido a la resistencia de Cherbourg y a la ayuda inglesa. Ricardo II de Inglaterra pactó con el navarro contra sus proverbiales enemigos: franceses y castellanos. El 1 de julio Carlos II pasó revista a sus tropas en Olite. En enero de 1379 campaba ante Soria, pero le falló la recuperación de Logroño, ya que Pedro Manrique, adelantado de Castilla al mando de la fortaleza, le traicionó después de haberse dejado sobornar. Navarros y gascones de la guarnición logroñesa cayeron prisioneros logrando apenas huir Mosen Martín Enríquez de Lacarra y algunos pocos. La situación se agravó al ser invadida Navarra por el primogénito de Enrique, Don Juan. Caen Funes, Mendavia, Larraga, Tiebas, Viana, Beriain, Villatuerta, Falces, etc. Retumban por primera vez, en esta guerra, los cañones navarros. Atacado por dos frentes, Carlos no puede resistir a los embates.