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DIALECTO

4ª División: año 1869. Esta división fue expuesta por Bonaparte en el "Verbe basque" y con arreglo a ella levantó su portentoso "Mapa lingüístico" en el que, sobre los detalles geográficos y los administrativos (incluso el dato interesantísimo de la extensión de los valles navarros), trazó, con meticulosidad extraordinaria, los limites de los dialectos, subdialectos y variedades, anotando todos los pueblos, y muchos barrios y caseríos, comprendidos en cada variedad. Señaló, además de las zonas en las que dominaba el vascuence, aquellas otras en las que era hablado solamente por una minoría. En la citada división, que exponemos a continuación, consideró el príncipe 3 grandes grupos, 8 dialectos, 25 subdialectos y 50 variedades:

GRUPO A
Dialectos Subdialectos Variedades
I.- Vizcaino 1. Oriental Marquina
2. Occidental Guernica
Bermeo
Plencia
Arratia
Orozco
Arrigorriaga
Ochandiano
3. De Gipuzkoa Bergara
Salinas

GRUPO B
Dialectos Subdialectos Variedades
II.- Guipuzcoano 4. Septentrional Hernani
Tolosa
Azpeitia
5. Meridional Cegama
6. De Navarra Burunda
Echarri Aranaz
III.- Alto-Navarro
Septentrional
7. De Ulzama
8. De Baztán
9. De las Cinco Villas
10. De Araquil
11. De Araiz
12. De Guipúzcoa
Lizaso
Elizondo
Vera
Huarte Araquil
Inza
Irun
IV.- Labortano 13. Propio Sara
Ainhoa
San Juan de Luz
14. Híbrido Arcangues
VI.- Alto Navarro
meridional
15. Cis-pamplonés Egües
Olaibar
Arce
Erro
Burguete
16. De Ilzarbe Puente la Reina
17. Ultra-pamplonés Olza
Cizur
Gulina

GRUPO C
Dialectos Subdialectos Variedades
VI.- Suletino 18. Propio Tardets
19. Roncalés Vidangoz
Urzainqui
Uztarroz


VII.- Bajo-Navarro
oriental
20. Cizo-mixano Cize
Mixe
Bardos
Arberoue
21. Del Adour Briscous
Urcuit
22. Salacenco Salazar


VII.- Bajo-Navarro
occidental
23. Baigorriano Baigorry
24. Del Labort Ustarits
Mendionde
25. Aezcoano Aezcoa

A continuación escribe el príncipe las siguientes observaciones: "El vascuence del valle del Baztán podría también, sin inconveniente, ser considerado como el tercer subdialecto del labortano, ya que es bastante difícil establecer, de una manera que no sea algo arbitraria, si se acerca más a este último o al alto-navarro septentrional. El alto-navarro septentrional y el bajo-navarro occidental son dialectos esencialmente intermediarios, que quizá muchos preferirán considerar como subdialectos del alto-navarro meridional y del bajo-navarro oriental. Nosotros no dejamos de ver en este aspecto intermediario el carácter que les distingue como dialectos. Sólo después de haber recorrido uno mismo todo el País Vasco y de haber estudiado todas las variedades lingüísticas debería permitirse enumerarlas y clasificarlas. Si nos hemos apresurado demasiado a este respecto, cuando hace algunos años, antes de haber visitado los valles interiores de la Navarra española, adelantamos que esta provincia no tenia dialecto propio y que hablaba todos los demás, excepto el vizcaíno, nos reprochamos la primera de estas aseveraciones como lo más opuesto a la exactitud. No estábamos verdaderamente obligados a hablar de un país que no había sido todavía recorrido por nadie con fines lingüísticos, pero no debíamos, sin embargo, haber creído la palabra de personas de muy buena fe, sin duda, pero cuyo talento de apreciación en materia lingüística dejaba mucho que desear. Es una lección que hemos aprovechado. Ahora, que puede decirse que hemos visitado todos los rincones del Euskalerria, tanto en España como en Francia, admitimos que la Navarra española, además de los dialectos que ya hemos señalado, presenta otros dos que le son propios: el alto-navarro septentrional y el alto-navarro meridional, y que la Baja Navarra ofrece igualmente dos: el bajo-navarro occidental y el bajo-navarro oriental, lo que eleva a ocho, según nuestro modo de ver, el número de los dialectos vascos". Seguidamente presenta el príncipe un cuadro con una selección de los terminativos que mejor representan las diferencias de los ocho dialectos, según sus variedades principales. En esta clasificación eleva Bonaparte el número de dialectos, de cinco que consideró en 1866-67, a ocho. No solamente separa de nuevo los dialectos alto-navarro y labortano, que había reunido en aquella época, sino que divide aquél en dos dialectos, realizando análoga división en el bajo-navarro, según acabamos de ver. Se observará, además, que el príncipe asocia los dialectos que presentan afinidades formando tres grupos. El cotejo de la división de 1869 con las anteriores arroja el siguiente resultado:

1° Vizcaíno. Con relación a la división de 1861-63 (no tenemos datos de este dialecto en las dos clasificaciones siguientes) encontramos un nuevo subdialecto integrado por las dos variedades vizcaínas de Guipúzcoa: Vergara y Salinas. Estas variedades habían sido incluidas por el príncipe, en su primera clasificación, en los subdialectos oriental y occidental, respectivamente. El subdialecto oriental queda con la única variedad de Marquina, y en el occidental aparecen tres nuevas variedades constituidas por el vascuence de Orozco (que antes hacía pertenecer a la variedad de Arratia), Arrigorriaga y Plencia. En la clasificación de 1861-63 incluía, probablemente, la región de Arrigorriaga en la variedad central, ya que a ésta hacía pertenecer Llodio. En cuanto a la región de Plencia, pertenecía a esta misma variedad o quizá a la de Bermeo. La variedad de Guernica es la llamada, en la primera clasificación, "del centro".

2° Guipuzcoano. Divide el guipuzcoano que se habla en Guipúzcoa en dos subdialectos: septentrional, con las variedades de Hernani, Tolosa y Azpeitia, y meridional, con la única variedad de Cegama. Excluye de este dialecto los pueblos de Irún, Fuenterrabía, Lezo y Oyarzun, que con Arano y Goizueta, de la provincia de Navarra, integran el subdialecto de Guipúzcoa perteneciente al dialecto alto navarro. El guipuzcoano hablado en Navarra constituye un subdialecto formado por las variedades de Burunda y Echarri Aranaz que, ya desde la 2.ª división de 1864-65, consideró pertenecientes al dialecto guipuzcoano. En cambio, el araquilés, que en aquella época calificó de variedad del guipuzcoano, pasa ahora a formar un subdialecto del alto-navarro septentrional.

3° Alto-navarro septentrional. Este dialecto queda constituido por seis subdialectos formados, cada uno, por una sola variedad. De dos de ellos, el navarro de Guipúzcoa y el de Araquil, acabamos de hablar. Los cuatro restantes fueron estudiados desde el primer momento por el príncipe (Inza sustituye ahora a Lecumberri) como alto-navarros. Hay que notar que en 1861-63 adoptó como variedad típica del alto-navarro la de Elizondo (Baztán), mientras que en 1869 considera como variedad característica la de Lizaso (Ulzama).

4° Labortano. En las tres clasificaciones anteriores (apoyándonos exclusivamente en los datos que hemos citado), no se hace mención de la división en variedades de este dialecto, si bien, en 1862 se habla de ciertas características de algunas de ellas. En cuanto a la extensión del dialecto, después de las exclusiones de Bardos (1.ª clasificación), y de la zona comprendida desde St. Pierre d'Irube hasta Hasparren y Briscous (2.ª clasificación), no hay nueva modificación. Urdax y Zugarramurdi fueron consideradas como pertenecientes a este dialecto desde el primer momento.

5° Alto navarro meridional. Puede decirse que hasta la época de esta 4.ª clasificación no estudió el príncipe Bonaparte las variedades que pertenecen a este dialecto. En efecto, en las cartas correspondientes a la 1.ª clasificación nos habla del vascuence que agoniza en el valle de Amescoa Baja (más tarde comprobó que en este valle se había perdido totalmente el vascuence) y menciona la variedad de Orba, que aún no conoce, citando como localidades que podrían servir para estudiarla Leoz, Ayesa y Ezprogui (después vio que en estos lugares no se hablaba vascuence, aunque sí en otros del valle de Orba); en las cartas de la 2.ª clasificación se refiere al habla de Aoiz, que todavía no ha estudiado, y de un traductor a este vascuence; en 1866, época correspondiente a la 3.ª clasificación, dice que le gustaría tener muestras del vascuence de Olza, de Goñi y de Puente-la Reina; finalmente, según la descripción del viaje realizado en 1869 por el príncipe, éste estudió durante el mismo y recogió datos de las variedades de Puente-la-Reina, Elcana y Olza.

6° Suletino. El dialecto llamado en 1866-67 navarro-suletino se desdobla en 1869 en los dos siguientes: bajo-navarro oriental, que examinaremos después, y suletino. En este último, el subdialecto suletino propio (Tardets) no experimenta subdivisión, pero sí el roncalés, que se compone de las variedades de Vidangoz, Urzainqui y Uztarroz.

7° Bajo-navarro oriental. Como hemos dicho, todas las variedades que lo constituyen estuvieron incluidas en 1866-67 en el navarro-suletino. En cuanto a su historia anterior, la de Salazar era considerada como perteneciente al dialecto suletino desde la 1.ª clasificación y el cizo-mixano desde la 2.ª. En 1869 se subdivide el subdialecto del Adour en las dos variedades de Briscous y Urcuit.

8° Bajo-navarro occidental. Este dialecto es el llamado en 1866-67 bajo-navarra simplemente. No hay en él modificación esencial.