Lexicon

DIALECTO

La clasificación dialectal de los autores clásicos. Según Saroihandy. [Saroihandy: Doctrina gramatical de Oihenart (tal como resulta de los capítulos XI, XII, XIII y XIV de su obra latina "Notitia utriusque Vasconiae", París, 1.° Ed. 1637; y prólogo francés de sus poesías (París 1657). Tercer Congreso de Estudios Vascos. Guernica, 1922, p.41]. Oihenart distinguió tres dialectos en la parte francesa: el labortano, el bajo-navarro y el suletino, y otros tres en la española: el navarro, el guipuzcoano y el vizcaíno. Hemos leído detenidamente los capítulos y prólogo de los que extrae Saroihandy la doctrina gramatical de Oihenart sin hallar el pasaje que le permite afirmar que éste dividiera el vascuence en seis dialectos: los párrafos que hemos encontrado de interés para nuestro estudio son los siguientes: "La usan (la lengua vasca) a esta parte del Pirineo ahora la máxima parte de Navarra, toda Guipúzcoa, Alava y Vizcaya; al otro lado del Pirineo, los tres distritos que se designan con el nombre de Vasconia o tierra de vascos, a saber, Laburdi, baja Navarra y Soule". [Oihenart: Notitia utriusque Vasconiae. París, 1637, cap. XI. Traducido al castellano por el P. Javier Gorosterratzu, RIEV, XVII, 169]. "... hemos seguido casi únicamente el dialecto de la Vascitania, es decir, el usado por los vascos aquitanos, vulgarmente denominados los vascos en la actualidad. La forma navarra difiere no poco de ésta, más la de la Vardulia, o sea de Guipúzcoa y Alava, más que ninguna la autrigónica o vizcaína, cuya exposición y mutua comparación en particular no es objeto de nuestro trabajo actual [Oihenart: Ob. cit., cap. XIV, RIEV, XVII, 353]. Según lo que antecede, Oihenart consideró cuatro dialectos: del país vasco-francés, de Navarra española, de Guipúzcoa (en el que incluye Alava) y de Vizcaya. Unicamente en el párrafo que sigue señala que existe alguna diferencia de pronunciación entre las provincias francesas: "La v vocal se pronuncia en vascuence como u" (pone ou porque todo el párrafo está en francés), exactamente como en las lenguas italiana y española, excepto en el país de Soule, y en algunos lugares de Baja Navarra, en los que se pronuncia como la u francesa". [Oihenart: Les Proverbes Basques, París, 1657. Reproducción del ejemplar de la Biblioteca Nacional de París. RIEV, XXVI, 212]. Joannes d'Etcheverry [J. de Urquijo: Obras Vascongadas del doctor labortano Joannes d'Etcheberri (1712), con una introducción y notas, El pasaje citado está tomado de Lau Urdiri Gomendiozco Carta edo Guthuna (1718), p. 318]. dice que un bajo navarro o uno de Zuberoa no podría entenderse con un vizcaíno o alavés, ni uno de Ochagavía o un roncalés con uno del Baztán o Labort. Larramendi, en 1729 [Larramendi: El imposible vencido o Arte de la Lengua Bascongada, Salamanca, 1729, p. 12. $ III], habla de tres dialectos: "Guipuzcoano, del Señorío o Bizcaíno, y Navarro o Labortano, que comúnmente es uno mismo, aunque hay bastante mezcla de los demás dialectos; y es también lo que sucede en Alaba, que participa de todos ellos, más o menos sincopados y variados". Presenta después, de acuerdo con la clasificación dialectal anterior, la conjugación en los tres dialectos citados. En 1745 sigue Larramendi [Larramendi: Diccionario trilingüe del castellano, bascuence y latín, San Sebastián, 1745, pp. XXV-XXX; && XIII-XVI] manteniendo su división en los mismos tres dialectos principales "que son muy regulares, apuntando algunos otros menores, que sin regularidad se conservan, y son indicio de que eran más en número en lo antiguo. No hago mención particular de Alaba, porque en lo general su dialecto es el bizcaíno, y también en lo general el dialecto del bascuence francés es el navarro". Dice que el dialecto de Navarra es el que principalmente pasó de España a Francia, agregando que se conserva con más estimación y cuidado que en Navarra, Guipúzcoa y Vizcaya. Dice también que en baja Navarra, Labort y Zuberoa hay sus diferencias y dialectos, especialmente en las terminaciones de los verbos. Este dialecto navarro-labortano le parece embarazoso en lo escrito por sus aspiraciones y ortografía en general, pero "en lo hablado, especialmente en Labort, es muy dulce, con un tonillo agradable y pegajoso, la expresión fácil y pronta". Del dialecto de Vizcaya dice que se habla en el Señorío generalmente y también por lo común en Alava y en los lugares rayanos de Guipúzcoa. Presenta asimismo diferencias de unos lugares a otros. Dice que confunden za y tza (atza, dedo; aza, berza), pero no "en los lugares inmediatos a Guipúzcoa en que distinguen y pronuncian como se debe, y en que guardando el dialecto vizcaíno, hablan muy dulcemente y con gusto, como en Marquina y Elorrio, y lo he experimentado. Aunque en Bilbao se habla mal, pero no así en sus cercanías, donde la propiedad y pronunciación se conservan en su punto". Dice que "bien hablado es muy agradable en las terminaciones del verbo y en un gran número de locuciones, y para hablarle bien tienen particular gracia las mujeres y lo mismo sucede en los demás dialectos". El dialecto de Guipúzcoa le parece que "comparado con los demás, puede decirse el mejor, más inteligible y gustoso", agregando que en él se pronuncia con claridad y distinción, sin sincopar las voces. Aprecia en este dialecto diferencias, pero menores que en los demás. "Los lugares rayanos de Bizcaya usan más del dialecto de Bizcaya; los interiores empezando desde Elgoybar o desde Azcoitia por el lado Septentrional, y desde Cegama y Segura por el lado de Navarra, hasta Irún y Fuenterrabía usan el dialecto de Guipúzcoa con la diferencia insinuada que es corta y muy perceptible"... "En Fuenterrabía, Irún y Oyarzun participan algo del dialecto labortano, y aun de su tonillo gustoso" (eguiñen dut, artzen dugu)... "En Oyarzun es particular la formación del futuro en los verbos acabados en n" (emain por emango)... "En San Sebastián se ha introducido el abuso de confundir dos relaciones transitivas del verbo activo y por decir esango didazu dicen ridículamente esango nazu"... "Aquí en Azpeytia y Azcoytia, hallo una terminación verbal, y es dirautzat, dirauzquit por diozcat, diauzcat, dizquit, diauzquit, pero no la siguen en todas las transacciones del verbo". En 1756 Larramendi [LARRAMENDI: Corografía o descripción general de la muy noble y muy leal provincia de Guipúzcoa, Barcelona, 1882, y escrita, según el P. Fita, en 1756] considera seis dialectos: zuberoano, labortano, vizcaíno, navarro, alavés y guipuzcoano. El de Zuberoa le parece a Larramendi muy varonil y fuerte, y si por esto los labortanos le tachan de áspero, ellos se desquitan calificando al labortano de afeminado y melindroso. Hace notar que en Zuberoano -ea y -ean finales se transforman en -ia, -ian, teniendo mucho de esto el dialecto vizcaíno. El dialecto labortano se usa también en Baja Navarra y aun en la Alta, pero con grandes diferencias, está más extendido en lo hablado y en lo escrito, "suena con grande aire y hermosura, pero ha de hablar el labortano y mejor la labortana", y observa en él una penetración de la sintaxis guipuzcoana. En el dialecto vizcaíno hay sus diferencias y no pocas. Se extiende a parte de la provincia de Guipúzcoa ya que por esta parte empieza en Elgoibar y más en Eibar continuando por Vergara, Mondragón, Arechavaleta, Escoriaza, Salinas y Oñate. El dialecto navarro coincide mucho con el labortano, pero se diferencia también en muchas cosas y dentro del mismo dialecto hay variedad en la sintaxis. El dialecto de Alava -continúa Larramendi- en lo más es el mismo de Vizcaya, no en el todo. El dialecto guipuzcoano es el más detalladamente estudiado por Larramendi (no hay que olvidar que, además de ser él guipuzcoano, la obra de la que copiamos la presente clasificación es una descripción de la provincia de Guipúzcoa). Hace notar las diferencias existentes entre los distintos lugares de la provincia. Desde Irún hasta Rentería usan la terminación labortana dut, duzu, sin interrupción; desde San Sebastián hasta Tolosa interrumpidamente det, dezu, du y debiera ser deu; degu, dezue, dute y había de ser deue. Cita luego peculiaridades de Fuenterrabía, Irún, Oyarzun, San Sebastián (donde señala el solecismo esango nazu por esango didazu), Tolosa y Azpeitia, y también la terminación de Goyerri andiic por andiac Así como para el interior el dialecto vizcaíno empieza en Elgoibar (lo que ya hemos dicho al tratar de este dialecto), en la costa, desde Motrico hasta Fuenterrabía apenas hay distinción del dialecto común de Guipúzcoa. Termina Larramendi diciendo que en los dialectos que han quedado hay vestigios claros de que hubo otros más en número. De lo que antecede se deduce, que sólo hasta cierto punto es exacta la siguiente afirmación de A. Th. D'Abbadie: "Lécluse ha sido quien primero ha establecido, siguiendo los consejos de mi padre, la existencia de un dialecto particular en la antigua provincia de Soule (Zuberoa)". Pues si bien es cierto que la Coreografía de Larramendi permaneció inédita hasta el año 1882, fue escrita setenta años antes de que se publicaran la Gramática y el Manual de Lécluse, aunque, como es natural, A. Th. D'Abbadie, no conocía la Coreografía, cuando escribía lo que antecede. El padre Zavala [Juan Mateo de Zavala: El verbo regular vascongado del dialecto vizcaíno. San Sebastián, 1848, pp. 54 y 55] estudió las variedades del vizcaíno que caracterizó por las pronunciaciones eufónicas o eufonías. Según él estas variedades son cuatro: marquinesa, arratiana, central y orozcana.

Variedad marquinesa: e al encontrarse con a, o, u, se transforma en i; i seguida de cualquier otra vocal exige la interpolación de la j vizcaína; u seguida de cualquier otra vocal exige la interpolación de la b; o seguida de a, e se transforma en u. (En este lugar el P. Zavala hace una alusión a la penetración del dialecto vizcaíno en Guipúzcoa e incluso al uso de algunas de sus "eufonías" en Navarra: "Las eufonías marquinesas están en uso en la villa de Marquina y pueblos de su circunferencia y siguiendo por la raya de Guipúzcoa se extienden también a los de esta provincia que hablan el dialecto vizcaíno y a otros muchos de ella y aun de Navarra").

Variedad arratiana: a de última sílaba, precedida de i, u, se transforma en e. (Después se mantiene en e aunque deje de ser sílaba final). Variedad central: Fenómenos a que dan lugar e, i, como la marquinesa. Fenómenos a que da lugar a como la arratiana.

Variedad orozcoana: Las permutaciones de la central. Si a o sigue a se intercala b. a precedida inmediatamente de u se transforma en i. e que precede inmediatamente a otra e cambia en i. Pone ejemplos de todos estos fenómenos.