Kontzeptua

Toponimia (1998ko bertsioa)

Lo pre-indoeuropeo y lo vasco. A menudo se ven nombres de ríos que parecen derivados de un prototipo «Atur» como los Turia, Aturia (actual Oria, G.), Adur, Duero, Doria, etc. Cuando hay documentación los nombres viejos nos van acercando al prototipo. Algunos han evolucionado tanto que, sin documentación, ni hubiéramos sospechado nunca su origen. Arroux es un río burguiñón cuyo nombre primitivo era Atur-uvus. El Adur, el Oria y el Duero han sido otros tantos Atur- o Aturia. Estos nombres demarcan un área geográfica interesante. Esta misma área o parecida se repite con los en Ara-, a partir del Aar suizo, varios afluentes del Ródano y los pirenaicos Aragón, Arga, Araxes y Arakil. Como nombres de montes se señalan los en mala-, mel, mell, pala- (montaña) y los en tala- (arcilla, tierra) y ganda (roca). También los topónimos pétreos en Kal- (Chall-, Chell-, Cal- etc.) Karr-, Garr- y Arr-. Los Garric van desde el Delfinado y Borgoña hasta el Eure (Jarrie, Jarrier) y todo el Pirineo. Esta capa preindoeuropea, vascoide o pro-vasca, acapara principalmente nombres de montañas, sierras, ríos y derivados. La supervivencia de estas bases corre paralela a la de otro grupo de sufijos de tan potente vitalidad que hasta llegan a usarse en lenguas posteriores durante algunos siglos. Tales los del grupo -.sc., y sus formas regionales -tz., -.z.; los en -.ng., -.nc., .nd., -nb., -.t. Casi todas las bases citadas viven todavía en la toponimia vasca lo mismo que los sufijos. Sus formas revisten el formato preponderante en las vascas: 1) /./-, tipo kal(a-, paI(a-, gar(a- donde /.- es una oclusiva generalmente; una vocal tónica, á, é, ó, lo más frecuentemente; /.- una consonante líquida, g-, l-, r- u otra alterable si forma un símil con la del sufijo agregado; y (.-una vocal, a menudo, de simple apoyo o residuo de los sufijos i(l, i(n u otros. 2) .//-, tipo árl(a-, ásk(-, alp-. Aquí se suelen invertir a veces las dos consonantes de la base de forma 1.ª. 3) /.//-, tipo karp(a, kask(a-, kalp(a- combinaciones o síntesis d e las primeras, pero que suelen deshacer el símil de sus dos primeras consonantes usando de un variado juego de recambio: m-, l-, t-, p-, b-, k-. Sobre esta capa primitiva se superponen, en los territorios donde el vasco desaparece, otras nuevas, célticas, íberas o latinas, según las comarcas.