Topónimos

Canadá

"Francia reinaba en Terranova (hoy Canadá) en el s. XVI, es decir, los vascos. Desde 1640 hasta 1712, Francia estuvo siempre en posesión de una parte de la isla, de la mitad, cuando no de toda la isla. Los vascos dominaron en Terranova hasta 1712. La abastecieron de víveres hasta 1712. Los vascos la defendieron de los ingleses. El 22 de octubre de 1712, el gobernador de los franceses de Terranova cedió su capital a los ingleses. Los capitanes vascos habían esperado hasta el 10 de octubre para alejarse de la isla condenada. Los vascos habían resistido hasta el fin"

[Bonnault, Claude de: El País Vasco y el Canadá, L'Action Universitaire, Montreal, y El Mercurio, Santiago de Chile].

Cuando el Canadá se pobló de franceses llegaron los Etchepare, Etcheverry, Irumberry, Etchinique, Salaverry y otros. El orfebre Jean Baptiste d'Etcheverry se estableció en Montreal de 1718 a 1744. La costumbre canadiense de comprar vajilla de plata cuando se había ganado algún dinero, le favoreció. De importantes casonas vascas llegaron los Ostiguy, Iturbide, Gariepy, Etchinique, du Tasta y el más famoso de todos: Michel d'Irumberri de Salaberry, un vasco de Ciburu, descendiente del pueblo bajonabarro de Donazaharre, capitán armador y propietario del barco que comandaba. Provenía de los condes de Lavedan y Bigorra, de los duques de Gascuña y, se cree, de los primeros reyes de Navarra. Su hijo fue consejero legislativo de la provincia de Quebec. Su nieto, Charles Michel de Salaberry -el coronel de Salaberry-, salvó a su país de una invasión americana en 1813, en el río Chateauguay. Nos dice Claude de Bonnault:

"...tuvo, más tarde, una actuación aún más brillante: su país le quedó reconocido. Se le comparó, y se le compara, con Leónidas; se veía y se ve en él a un Leónidas que no había muerto".

En la obra ya citada, Primitivos Navegantes Vascos, del historiador vasco-argentino Enrique de Gandía, se informa ampliamente sobre los testimonios de la cartografía pre-colombina y del siglo XVI, respecto a Canadá-Terranova. También sobre los viajes del guipuzcoano Juan de Echayde y otros vascos peninsulares, además de las informaciones abiertas entre capitanes armadores de San Sebastián, de 1555, 1561 y 1697. En el capítulo XIX nos habla ampliamente sobre las viejas tumbas vascas de Terranova.