Concept

Cooperativismo en Euskal Herria (2001 version)

El cooperativismo empresarial. Estos serios contratiempos, sin embargo, sirvieron para reforzar el criterio de mejora de la gestión y administración empresarial en las cooperativas sin cuestionar para nada la validez del modelo. La renovación interna que en 1975 desplazó a los viejos verticalistas de los puestos de dirección y colocó a una nueva generación de cooperativistas comprometidos con el cambio democrático, reforzó la perspectiva de un cooperativismo fuerte y competitivo en el mercado, sirviendo de soldadura con la renovación emprendida veinte años antes.

Desde entonces y hasta la actualidad el peso cuantitativo del cooperativismo agrario ha seguido siendo muy importante. La Unión de Cooperativas Agrarias de Navarra (U.C.A.N.) contaba con 183 cooperativas asociadas y 41.758 socios en 1986. Cifra destacable si se tiene en cuenta que la población activa agraria era en esos momentos escasamente el 8 % del total de la población activa. A la hora de financiar sus actividades seguía contando con la Caja Rural Navarra, y desde los inicios de la transición política mantuvo muy buenas relaciones tanto con la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (U.A.G.N.) como con los distintos titulares del Departamento de Agricultura de la Diputación y Gobierno Foral. Desde 1982 y hasta 1991 se inscribieron 89 nuevas cooperativas, la mayoría de reciente creación (sector hortícola-conservero y cooperativas de suministros), y, lo que es más importante, un buen número del conjunto cooperativo (115) tenía una gestión profesionalizada y empresarial. La producción comercializada por las cooperativas fue en ese último año el 55 % del total del producto agrario comercializado, según datos de la propia U.C.A.N.:
  • 56 % del cereal de invierno
  • 50 % del de primavera
  • 79 % otros cereales
  • 39 % del espárrago
  • 31 % del tomate
  • 34 % del pimiento
  • 19 % otras hortalizas
  • 53 % del vino
A mediados de los años noventa del pasado siglo, el cooperativismo navarro contaba con una media alta (5), respecto al número de cooperativas de segundo grado, con un activo de 28.666 millones de pesetas; tenía también un alto porcentaje respecto al número de cooperativas de primer grado integradas en las de segundo; y Agropecuaria de Navarra, cooperativa de segundo grado que sucedió a la Uteco, fue la tercera cooperativa con mayor volumen de actividad de España con 27.905 millones de pesetas. La Caja Rural Navarra, por su parte, era en la misma fecha la quinta cooperativa de crédito de todo el Estado respecto al Activo Total Medio con 108.696 millones de pesetas. Cifras que muestran bien a las claras, más allá de su importancia cuantitativa, un balance positivo del proceso de reforma y consolidación del cooperativismo en el seno del sector agrario durante las tres últimas décadas.

Emilio MAJUELO GIL