Invasión del reino (1198). Los reyes de Castilla y de Aragón encontraron el momento oportuno para llevar a cabo su vieja aspiración de reparto del reino. Por la primavera de 1198 lo invadieron ambos reyes, uno desde la frontera oriental y el otro desde la occidental. Castilla invadió por Alava ganando, después de varias peripecias, a Miranda de Ebro y a Inzura. El aragonés, por su parte, invadió la merindad de Sangüesa adueñándose de Aibar y la villa y castillo de Burgui en el valle de Roncal. La campaña había finalizado para julio de 1198.