Monarchie et Noblesse

Sancho VII el Fuerte

Al año siguiente, en 1200, las tropas castellanas irrumpieron de nuevo por Álava. Atacaron en primer lugar Treviño y pasó a tomar otras fortalezas. El 5 de junio Alfonso VIII atacó y cercó Vitoria. Los defensores de la ciudad se encerraron bajo el mando de su gobernador Alfonso Fernández de Guendulain y mientras duró el asedio, el rey castellano fue tomando otras poblaciones de Álava y Guipúzcoa. Vitoria estaba provista de víveres, pero el cerco a la ciudad se alargó durante cinco meses y la situación se hizo insostenible.

El reino estaba siendo atacado por ambas fronteras y se encontraba en un estado de indefensión. En esta situación intervino el obispo de Pamplona, García. El obispo acudió al rey Sancho de Navarra para solicitarle la entrega de Vitoria al rey castellano. Tras la caída de Vitoria, sea por conquista armada o a través de pactos con el poder castellano, el control del rey de Castilla se extendió rápidamente por Guipúzcoa y el Duranguesado. El rey castellano puso al frente de estos territorios a Diego López de Haro, que se había sumado a la causa castellana. El 11 de octubre de ese año Diego López de Haro era tenente en Soria, Nájera, Marañón y San Sebastián, y además de restablecer su domino en Vizcaya, consiguió anexionarse el Duranguesado por cesión del monarca en el año 1212. Según Jiménez de Rada, en aquella campaña de Alfonso VIII cayó San Sebastián, Fuenterrabía, Beloaga o Feloaga (en el valle de Oiartzun), Aizorrotz, Záitegi, Arlucea, Atauri, Vitoria la Vieja, Marañón, Irurita, San Vicente y Orzórroz. Resistieron sin caer Treviño y el castillo de Portella de Ibda, lugares que tras la paz fueron intercambiados por Inzura y Miranda. Los tres territorios vascos occidentales quedaron de esta forma bajo el dominio castellano pero, a diferencia de la Rioja y Bureba, no fueron agregadas como tierras propias del reino de Castilla, sino que fueron incorporadas a la Corona de Castilla. Navarra quedaba sin salida al mar.

Sancho "el Fuerte" regresó al reino en 1201, tras dos o tres años de ausencia. A su vuelta ya se había producido la entrada a su reino. Así lo relata el poeta Anneliers (siglo XIII):

Lai correc traicios. en alcus de sa gent,
Et adoncs i mesage anec sen mantenet
A Morrocs al rey Sancho, é dissli apertament,
"Seinnor rei de Navarra, be sapchas certament,
Que tu perdes ta terra é ton eretament,
Quel rey, Alfons que tu tens per leial parent.
Es intrat en Navarra ab gladi é ab foc ardent,
Quar tal en cui fidavas. sapchas queo conssent,
E si tu no vens trestot ton regnament,
Sapchas quauras perdut, que mas á ton vivent
No y albergaras jorn com te vei á present,
Car perdut as Bitoria, é Alava issament,
Ipuzcoa, é Amesquoa ab lur pertenement,
E Fonterabia, é zo que si apent,
E San Sebastian, or es la mar batent,
E vílas é castels, que eu non ay ement,
E si laisses Navarra par la paiana gent,
Deus tan airara, é far tena parventu.

Versión del poeta Anneliers

Esta noticia corrió, entre algunos de su gente,
Y entonces un mensajero se dirigió inmediatamente
A Marruecos al rey Sancho, y díjole abiertamente,
"Señor rey de Navarra, sabrás bien ciertamente,
Que pierdes tu tierra y heredad totalmente,
Que el rey Alfonso que tienes por leal pariente,
Ha entrado en Navarra con espada y con fuego ardiente,
Pues tal en quien fiabas, sabrás que lo consiente,
Y todo tu reino si no regresas prontamente,
Sabrás que lo habrás perdido, pero muy rápidamente,
Y allá no morarás un día, como te vi hasta el presente
Pues has perdido Vitoria, y Álava igualmente,
Guipúzcoa, y Amézcoa con lo perteneciente,
Y Fuenterrabía, y todo lo concerniente,
Y San Sebastián, donde el mar es batiente,
Y villas y castillos que no tengo en la mente
Y si dejas Navarra por la pagana gente
Dios te escarmentará, al encolerizarle reiteradamente".

Traducción de Luis del Campo