Danse

Danzas de Navarra

Aunque la práctica folclórica ha dado como danzas de mujeres versiones femeninas de danzas masculinas, vr.gr.: sagar-dantza, neska-dantza de Jaurrieta, creadas con fines de exhibición, las danzas estrictamente femeninas son raras en el patrimonio coreográfico de Navarra. La de San Juan de Urdiain es una de éstas. Es una sencilla danza cantada que se interpreta la víspera de San Juan por mujeres en corro cerrado acompañando la estrofa con un movimiento pendular de sus brazos unidos por las manos. La excepcionalidad de este ritual cantado, cuya conservación se debe al etnólogo y párroco de la villa José María Satrústegui, da pie a la especulación sobre su carácter residual de un tipo de danzas en otro tiempo más generalizadas y hoy desaparecidas cuya extensión abarcaba desde el Pirineo central hasta la costa galaica.

En Arraiotz el último domingo del mes de mayo era protagonizado por las Erregiñe, reinas de la fiesta de las Mayas. Dos niñas casi adolescentes acompañadas de otro grupo de cantoras realizaban después del rosario una cuestación por el pueblo cantando en euskara coplas alusivas y bailando una jota singular que las mismas chicas cantaban acompañándose de pandereta. La blanca indumentaria, el tocado floral, la denominación y la extensión geográfica de similares tradiciones en Occidente permiten relacionar la fiesta con antiguos ritos de protección de la naturaleza vegetal.