Concept

Contexto en la mitología vasca

Conocer si la comunicación es oral o escrita, ya que cada una de ellas tiene sus propias características. Determinar el tipo de relación que se establece entre narrador y audiencia: no es lo mismo que la abuela le cuente algo a su nieto en la cocina, o las narraciones realizadas en el desván en el marco del auzolan o trabajo vecinal en común. Cambia el ambiente, cambia el propósito y todo esto puede derivar en modificaciones del texto. Por ejemplo, podemos pensar que una transmisión de abuela a nieta será más literal y que las narraciones del desván en el marco del trabajo vecinal pueden resultar más "adornadas" al realizarse en un contexto en el que jóvenes de ambos sexos intentan destacar. En cuanto al fin que persigue el narrador, puede ser el de entretener a su audiencia, o puede tratar de atemorizarla, o simplemente transmitirle la narración del mismo modo en que éste la recibió. Según sea la actitud del narrador el texto puede recibir "toques" que realcen su aspecto divertido o temible o bien transmitirse con absoluta fidelidad al original recibido. El espacio-tiempo de la comunicación también es relevante. Si se está en la cocina junto al fuego, unos relatos serán evocados más fácilmente que otros. Y leyendas asociadas a parajes concretos difícilmente serán referidas si el narrador no se encuentra precisamente allí. El País Vasco posee un rico folklore vinculado a los dólmenes, pero los etnógrafos que recorrieron Iparralde durante las Guerras Carlistas no reunieron un material tan valioso como lo hiciera más tarde Barandiaran. Y es que el ataundarra se dedicaba además a excavar los dólmenes, y estando en ello es cuando los pastores le referían las leyendas a ellos vinculadas. Un etnógrafo que no saliera de las cocinas difícilmente las hubiera podido registrar. Por aportar un dato de allende nuestro ámbito, digamos que ha habido a lo largo de la Historia momentos y lugares donde las narraciones orales han gozado de gran estimación y los mejores narradores de gran popularidad. Por ejemplo, en el Bagdad del siglo VIII. En semejante contexto, la circulación de relatos se acelera, la incorporación de nuevos motivos a los mismos se incrementa, y su grado de variabilidad se dispara. Nada que ver con otros contextos, absolutamente conservadores.