Pequeño puerto del litoral, antaño dedicado a la pesca de la ballena, cuya población se concentra en torno a la Iglesia Saint-Martin (San Martín), Biarritz empezó a desarrollarse como ciudad balnearia a partir del siglo XIX. Su prestigio internacional se debe a las estancias en el balneario de la Emperatriz Eugenia y del Emperador Napoleón III de 1854 a 1869.
Con sus rocas pintorescas (Roca de la Virgen) y sus playas, ha sido declarada de Interés Histórico (MH) en 1931.
Patrimonio religioso
Iglesia Saint-Martin (San Martín), del siglo XVI (Cl. MH-1931): campanil en el piñón, bóvedas ojivales, nave lateral. No alberga retablo, pero si un altar mayor del siglo XVIII.
Las iglesias Saint-Charles (San Carlos) y Sainte-Eugénie (Santa Eugenia) han sido construidas a finales del siglo XIX, al igual que la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Anglicana, muy visitadas por los turistas y residentes de otros países.
La Capilla Imperial, obra de Boeswillwald (Cl. MH-1981) se encuentra ahora en pleno corazón de la ciudad. Dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe, está magníficamente decorada con pinturas y mosaicos de inspiración andaluza y bizantina.
Patrimonio civil
Las grandes mansiones de inspiración muy ecléctica de finales del siglo XIX están hoy en día protegidas (Cl. o I. MH), con el fin de evitar su demolición, como ocurrió hasta 1950.
También han sido declarados Monumentos Históricos los edificios Art Nouveau, neovascos y Art Deco construidos entre 1900 y 1940, en pleno auge internacional de la ciudad.
Algunos de los monumentos destacados abiertos al público:
·- El Hôtel du Palais, en forma de E, ex Villa Eugenia, que ha sido objeto de repetidas remodelaciones (1904-1930-1990). ·
- El Casino Municipal, morisco en sus inicios bajo el Segundo Imperio, Art Nouveau en 1904, Art Deco en 1929 (del arquitecto A. Laulhé) y restaurado en 1993. ·
- El Casino Bellevue, remodelado en 1858 (por el arquitecto A. Bertrand) y en 2002 (por J. M. Wilmotte). ·
- El Hotel Plaza (arquitectos Boileau y Labourdette), cuyo interior destaca por su decoración, mosaicos, forjados y mobiliario.
La pastelería Miremont (I. MH-2006), que conserva su decoración original: techo de estilo morisco, al igual que la tienda de ultramarinos Arosteguy.
La villa Natacha, construida en 1905 por el arquitecto H. Sauvage, es a la vez de estilo neovasco laburdino y Art Nouveau (las vidrieras). Alberga hoy en día los Archivos de Arquitectura de la Costa Vasca y conserva algunos elementos de la decoración original: carpintería y muebles.
El Museo del Mar, frente a la Roca de la Virgen, fue construido por el arquitecto J. Hiriart en 1932, en un estilo Art Deco suavizado con preciosos elementos decorativos: fuente de los ceramistas Cazaux, suelos de mosaico
No abierta al público pero no menos interesante, la Villa Belza, alzada sobre una roca entre el Puerto Viejo y la Costa de los Vascos, ha tenido que ser restaurada en varias ocasiones, al estar situada en un enclave fuertemente expuesto a la intemperie.
También resultan de interés todas las residencias situadas a ambos lados de la Avenida de la Emperatriz, desde el Hotel du Palais hasta el Faro. Así como los Castillos Gramont y Boulard, en el barrio Saint-Martin. Fuera de la cuidad, la villa Barbarenea, de estilo andaluz, obra de Henri Giraudel (1926); en un marco incomparable, la Villa Françon, construida en 1877 por el arquitecto inglés R. Seden Wonum, autor posteriormente del Palacio Miramar de San-Sebastián; la Villa Mouriscot, cerca del lago (del mismo estilo anglonormando).
Marie Claude BERGER (2007)