Sailkatu gabe

PESCA MARÍTIMA EN EUSKALERRIA

Tipos de pesca. Las redes que se emplean por estos pescadores para la pesca de la sardina y de la anchoa, son de tres clases, que las distinguen con los nombres de cercos, boliches y de malla. Las traen en piezas de Francia y las cortan y arman ellos. Para la pesca de la langosta, usan la nasa o gurgulla, que la fabrican ellos de mimbre o madera tejida, como las cestas, y el cebo que colocan dentro de los mismos consiste en cabezas de atún o pedazos de cualquier otro pescado; para la de la isirkira o camarón, el butrino; para el chipirón o calamar, la potera o agoreña; para la angula, el cedazo o baia; para el salmón, la red salmonera; para la tolla y la tramana, una red gruesa y tosca, confeccionada por ellos. Los anzuelos para la pesca del atún y del besugo, se hacen a mano en Fuenterrabía, no solo para este puerto, sino para toda la costa. Se dedican a esta industria algunos pescadores cuando no salen a la mar, y otros que no lo son.

La pesca del atún se hace en alta mar, llevando la embarcación a toda velocidad y dejando que el aparejo le siga por la popa. Son de dos clases los atunes que se cogen en esta costa. El cimarrón y el bonito, que en vascuence se llaman ego-mocha y ego-lushea, respectivamente. El primero que viene es el cimarrón, que empieza en abril; el bonito no viene hasta septiembre. El cebo que emplean para la pesca del atún es la hoja de maíz o un pedazo de cinta de seda encarnada que enganchan al anzuelo. Al ser arrastrada la cuerda que sujeta el anzuelo, por la embarcación que navega velozmente a merced del viento o del vapor, el cebo indicado se retuerce y se agita y hace visos, semejando algo vivo, y atrae al atún, que al morderle, queda enganchado en el anzuelo, que suele ser de tamaño grande. A veces sucede, que estando enganchado el atún, viene el marrajo y le acomete, partiéndole de una dentellada en dos pedazos. Por el año 1898, sucedió en las aguas de Fuenterrabía que, hallándose los marinos haciendo las faenas preparatorias para meter dentro de la embarcación un enorme atún que estaba enganchado en el anzuelo, vino un marrajo y de un golpe se llevó la mitad posterior de la pesca, dejándoles en el anzuelo la mitad anterior que pesó 21 arrobas, y se calculó que toda la pieza hubiera pesado más de 30 arrobas, o sea pasados 360 kilogramos.

Para la pesca del besugo echan en alta mar el aparejo llamado palangre o treza, que consiste en una cuerda tendida en sentido horizontal, sostenida con boyas; de la cuerda penden otras de un palmo de largo colocadas con profusión, con un anzuelo en el extremo inferior. Se suben o se bajan las trezas a la profundidad conveniente, según la altura en que se encuentre el pescado. La fecha designada para dar comienzo a la pesca del besugo en la Provincia solía ser el día de Santa Catalina, 25 de noviembre. Hoy empiezan antes y pescan hasta marzo. Se tienden los aparejos dos o tres horas antes de amanecer y se recogen cuando comienza el día. El cebo que ponen en los anzuelos llaman beitha, el cual viene a ser la sardina o anchoa o acula machacada y salada. Para esta clase de pesca suelen querer tiempo claro y frío.

Hasta estos días, la sardina se pescaba de marzo a junio, ambos inclusive, con redes y en alta mar, sin necesidad de hacer uso de cebo alguno. En agosto y septiembre se pescaba en las entradas de las rías, atrayendo al pez con cebo y tendiendo luego las redes. Ahora los vapores se alejan a mayores distancias y pescan en alta mar con cebo y redes durante todo el año, acudiendo generalmente a las calas situadas a la altura de Arcachón.

Empieza ahora un nuevo método de pesca que nuestros marinos quieren implantar, aunque los franceses se muestran refractarios, sin duda porque todavía ignoran el empleo de los aparejos. Para ello extienden la red de malla y echan el cebo para que acuda el pescado, como hacían antes, pero sin esperar a que el pez se enrede en las mallas, hacen el cerco con otra red llamada bolinche, y cogen dentro de ella la red de malla y la sardina que se entretiene en sus cercanías comiendo el cebo. Tiene la ventaja este sistema de que es más rápido que el anterior, porque se prende al pez sin esperar a que vaya entrando en las mallas. El cebo que se emplea para esta pesca es la raba que se trae de Francia y Noruega.

La anchoa se pesca desde febrero a fin de mayo con red y sin cebo. También se pesca desde septiembre hasta fin de noviembre. En cambio en Santoña se coge en el mes de julio, y no hay duda de que antes de mucho tiempo los vapores buscarán otras calas de modo que no falte en todo el año; así se hizo con la sardina.

El salmón se pesca en las rías, haciendo el cerco con la red llamada salmonera. Su pesca está permitida desde el 15 febrero hasta el 1.° agosto, con excepción hecha de la ría Bidasoa en esta Provincia, como ya se ha dicho, en cuya ría se puede pescar desde 1.° febrero. Durante estos meses el salmón abandona el mar, y sube buscando el agua dulce para desovar. Al principio, formando la avanzada, suben los mayores, que pesan alrededor de 10 kilogramos; ya en abril vienen otros que pesan la mitad, y en Julio suben los más pequeños que llaman truchas, que pesan de uno a tres kilogramos. Este pescado no se coge nunca en el mar en esta costa, ni tampoco al bajar al mar, sino únicamente cuando sube por las rías. Así como al besugo, tampoco se le encuentran a este pez nunca vestigios de comida en el aparato digestivo. Está considerado en el país como el mejor de los pescados que aquí se cogen, y no se vende al menudeo fuera de San Sebastián, sino por piezas. En gran parte se exporta a las capitales de mayor importancia, y su precio en los pueblos mismos donde se pesca, oscila entre 7 y 10 pesetas el kilogramo. Especialmente por Semana Santa se vende a precios muy elevados por la mucha aceptación que tiene esos días de vigilia, merced en gran parte a la costumbre que hay de regalarlos.

La merluza se pesca en alta mar durante todo el año con redes y también con anzuelos, poniendo por cebo chipirón, chicharro u otro pescado similar. Los buenos gastrónomos no la quieren en el mes de mayo, por cuya razón su precio en este tiempo sufría una gran depreciación, pero con los medios de transportes actuales se paga lo mismo en mayo que en diciembre.

En muchos pueblos de la costa algunos particulares y sociedades, han gastado grandes sumas en construir ostreras y traer ostras en gran escala para fomentar su procreación en el país, pero han tenido que abandonar sus loables propósitos, porque los ensayos no han dado resultado alguno. Conocemos algunas ostreras abandonadas en Zumaya, Irún y Fuenterrabía, y la razón que dan del fracaso los que entienden de estas cosas es, que la ostra necesita un lecho de cascajo limpio, y aquí no se puede evitar que se forme barro en el fondo de las ostreras, que es lo que priva a este molusco de las condiciones de vida que le son necesarias. Sin embargo, se cría la ostra en la ría Bidasoa y en algún otro punto, pero tiene muy poca estimación por considerarla todos muy ordinaria.

La pesca de la ballena en estas costas debió ser muy importante en tiempos antiguos, como lo atestiguan los escudos de armas de varios pueblos y los libros de las cofradías de mareantes. En el libro de actas del Ayuntamiento de la villa de Guetaria consta que desde 1684 a 1698 se mató una ballena cada año; en Zarauz, durante el s. XVIII, se mataron 55, y en Fuenterrabía, de 1610 a 1635, se mataron 21 ballenas y sólo en 1631 se mataron cinco de estos cetáceos. Un texto de la Real Academia de la Historia, hablando del comercio de San Sebastián, dice:

"También hicieron sus habitantes y los demás de Guipúzcoa el comercio de bacalao por espacio de tres siglos, a saber, desde últimos del s. XIV hasta la guerra de Sucesión, que principió con el s. XVIII. Los bascongados fueron los descubridores de los bancos y comedores de Terranova,habiendo tenido una parte muy principal los marinos de San Sebastián, de donde era natural Juan de Echaide, que dio su nombre a uno de los puertos de Terranova llamado Echaide-portu. Fue tan considerable el tráfico que los comerciantes de San Sebastián hicieron en este ramo, que se conservan papeles de que resulta que llegaban anualmente a Pasajes más de 90.000 quintales de abadejo y que todo se descargaba en San Sebastián. Empleáronse también los marinos de San Sebastián y de toda Guipúzcoa en la pesca de ballenas, que al principio era abundante en estas mismas costas, y se trasladó más tarde a los mares de septentrión. Este ramo de comercio fue, igualmente, muy lucrativo; había en esta ciudad grandes fábricas de destilación, establecidas fuera de los muros, en virtud de una ordenanza de 1415; la grasa era un artículo de comercio que se transportaba a Inglaterra y Países Bajos en cambio de sus mercaderías. Para formar idea de la importancia de este artículo de comercio, pueden consultarse las memorias de la sociedad bascongada, y en ellas se verá que llegó el caso de estar fondeadas en Pasajes hasta 40 naves destinadas a esta pesca, que empleaban 2.000 hombres y conducían, en un solo año, el valor de 900.000 pesos en ballena y barba. Consta, además, que el año de 1625, cuando ya iba en decadencia el ramo, se aprestaron en Pasajes, para Terranova, 41 bajeles con 298 chalupas y 1,475 hombres, para cuyo consumo fueron menester 3.680 barricas de sidra. Un navío de San Sebastián fue el que, en 1612, arribó a los mares de Groenlandia, subiendo hasta los 78,5° de latitud boreal, y, habiendo hecho una gran pesca de ballenas, volvió a San Sebastián y animó a los mareantes de este puerto y otros de Guipúzcoa, que armaron 12 embarcaciones pequeñas, las cuales, después de haber llegado a su destino, fueron amenazadas por los ingleses, sin embargo de estar en tiempo de paz."

El 9 de febrero del año 1878 mataron los pescadores de Zarauz y Guetaria un cetáceo, cuyo esqueleto se conserva en el gabinete de Historia Natural del Instituto de San Sebastián. (El catedrático de dicha asignatura D. Cándido Ríos Rial, escribió una Memoria, que se publicó en 1890, acerca de esta ballena, que clasificó de Balaena Euskariensis). La Cofradía de Mareantes de Fuenterrabía tenía un horno especial, con todos los aparatos necesarios en la casa Lonja, para derretir las ballenas y obtener el saín que rendían tan enormes cetáceos, prueba elocuente de la frecuencia con que las cogían en estas aguas. No hay duda de que en otros pueblos sucedería lo mismo. Hoy es muy rara la vez en que se ve una ballena en esta costa.

Abandonada la industria de la ballena, en franca decadencia desde el s. XVI, comenzó a interesar la del bacalao, que considerado entonces por pescado "grosero y malo", alivió considerablemente las necesidades alimenticias de aquellos tiempos. Mientras los del Pasaje tuvieron naves propias, acudieron con ellas por bacalao a Islandia, Terranova, etc. En 1580 don Juan Villaviciosa, que más tarde fue Almirante, informaba al Rey que con su nave cargada de 700 toneladas de bacalao, había regresado de Terranova a Cádiz y vendido la mercancía en Valencia. Partidas menores fueron descargadas en el barrio de Vizcaya, de Pasajes. En este tiempo, Gracián Cafelis y Joanecho de Alquiza dieron cuenta a Dios de su vida, cuando pescaban bacalao en la bahía de Placencia (Terranova).

Se han solido coger en nuestras aguas otros peces de gran tamaño. Gorosabel nos dice que cerca de Guetaria se cogió, en los primeros días de julio de 1859, un pez espada muy raro en estos mares. En abril de 1912 se cogió en aguas del Bidasoa, entre las poblaciones de Hendaya y Fuenterrabía, muerto de un balazo que le atravesó el corazón, un pez enorme que aquí llaman espelarta, al cual se condujo a tierra tirado por cuatro lanchas, calculando su peso en 400 arrobas, que son, próximamente, 5.000 kilogramos. Consta en los libros de la Cofradía de Mareantes de Fuenterrabía, que antiguamente hacía este pez su aparición en la costa de Guipúzcoa, con alguna frecuencia. A la marsopa se la ve también muchas veces en aguas de la ría Bidasoa, mostrando a ratos su voluminoso lomo, cuando entra en ellas persiguiendo al salmón.

Embarcaciones guipuzcoanas, mercantes y de pesca, existentes en 1846 en los distintos puertos de la provincia, según P. Madoz en su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico.

PUERTOS Corbeta Bergantin Lugre Quechemarin Lancha
fletera
Lancha
pesca
Botes
Fuenterrabía
Pasajes
San Sebastián
Oria
Zarauz
Guetaria
Zumaya
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