Jaialdiak-Ekimenak

Donostia Zinemaldia (2008ko bertsioa)

Otra vez en la clase B.
1963.
A pesar de los malos augurios y las dificultades de todo tipo sigue el Festival. De la clase "A" que tenía junto a Cannes, Berlín y Venecia vuelve otra vez, por veleidades de la FIAPE, a la clase "B". Todo ello se concreta en la presencia de films ya proyectados en festivales anteriores y hasta en salones comerciales de media Europa. El jurado premia como mejor película la vulgar II Mafioso (En poder de la Mafia) de Alberto Lattuada, mientras films de más calidad sólo conseguían la de Plata (Summers por Del Rosa al Amarillo) o de dirección (como Robert Enrico por Au Coeur de la Vie (El Río del Buho) o simplemente el premio de interpretación (como Lee Remick y Jack Lemmon por Days of Wine and Roses / "Días de Vino y Rosas", de Blake Edwards). Le Contrebasse de Maurice Pasquel (Francia) fue el mejor cortometraje. Los Cine-Clubs premiaron Otto e mezzo (Fellini, ocho y medio); la FIPRESCI se fijó en el film de Enrico El Río del Buho, con mejor criterio que el jurado oficial; y la OCIC dividió su premio entre Días de vino y Rosas y el film japonés Sonoyowa Wasurenai de Kimisaburo Yoshimura. Estuvieron presentes otros films interesantes como Los Inconstantes del argentino Rodolfo Kuhn, The Mouse on the Moon de Richard Lester y Toys in the Attic del norteamericano George Roy Hill.

1964.
El film América, América de Elia Kazan acaparó la Concha de Oro, el premio FIPRESCI y una mención de los Cine-Clubs. La Concha de Plata fue para Checoslovaquia por Limonadovy Joe (Joe Kolaloka). El premio de interpretación fue a parar a Ava Gardner por The Night of the Iguana (La noche de la Iguana), de John Huston; Richard Attenborough por Sceance on a Wet Afterrnoon de Bryan Forbes y Maurice Biraud por Les Adventures de Salavin de Granier Deferre. El mejor corto fue el checo Spatne mamalovana Slepice de Jiri Brdecka, con mención especial para Eve sans Treve del francés Philippe Avson. La Tía Tula de Miguel Picazo, sobre la novela de nuestro D. Miguel de Unamuno, fue la mejor pelicula de habla española junto al corto Ramón Gómez de la Serna presentado por Argentina. La OCIC no encontró film alguno digno para su premio. Pero sí hubo películas de calidad como: Tres Cuentos colombianos, el Judex de Georges Franju, Tiburoneros de Luis Alcoriza, hasta la misma Corrurione (Corrupción) de Mauro Bolognini y la checa Az prij de kocour (Un día un gato) de Vojtech Jasny. La retrospectiva de este año estuvo dedicada al realizador norteamericano Elia Kazan. La dirección del Festival pasó este año a D. Carlos Fernández Cuenca por dimisión de D. Antonio de Zulueta.

1965.
La Concha de Oro de este año se repartió entre el film americano Mirage (Espejismo) del mediocre Dmytryk y la cinta checa Zlata Reneta (La Reineta de Oro) del prolífero y veterano Otokar Vavra, ninguna de las dos dignas de tal distinción. La Concha de Plata fue para Argentina por Nadie oyó gritar a Cecilio Fuentes de Fernando Siro. Se declaró desierto el premio a la mejor cinta hablada en castellano. La OCIC premió el discreto film policíaco de Ralph Nelson Once a Thief (El último homicidio) y la FIPRESCI volvió a premia a La Reineta de Oro. Los intérpretes mejores fueron Marcello Mastroianni por Casanova 70 y Lilli Palmer por Operación Crossbow. La falta de calidad fue harto evidente en y fuera del palmarés.

1966.
Aunque hubo otros films de mayor envergadura y calidad, la Concha de Oro fue a parar a Inglaterra por I was happy here (Retorno al pasado), mientras no hubo más que Concha de Plata para la inteligente Opera prima de Basilio Martín Patiño, Nueve Cartas a Berta que, por añadidura, era compartida con Tant qu'on á la Santé (Mientras haya salud) no el mejor film de Pierre Etaix. Resulta incomprensible que el premio al mejor film en castellano quedara desierto olvidando el film de Patiño. La OCIC volvió a doblar el premio de la Concha de Plata. Mucho más inteligente fue la decisión de la FIPRESCI al premiar el film del checo Karel Kachyna At zije Republika (¡Que viva la República!). Los mejores actores fueron Frank Finlay, en Othello (Otelo), y Evangelina Salazar en Del brazo y por la calle. Hubo también calidad en otros títulos de la competición como el checo Intimi Osvetleni (Iluminación íntima) de Ivan Passer.