Jaialdiak-Ekimenak

Donostia Zinemaldia (2008ko bertsioa)

Un festival de la "belle époque". Antes de la crisis de 1975-1980, el aspecto oficial del festival quedaba completado por un mercado de compra-venta de películas entre las diversas delegaciones nacionales en competición. Para ello se organizaban, dentro del marco del festival, secciones informativas en las que se proyectaban las películas más interesantes de otros festivales anteriores y el material más idóneo a juicio de cada delegación. Completando todo ello hay un intercambio de publicaciones, listas de material fílmico y abundante material gráfico con la documentación pertinente. Uno de los aspectos fundamentales del festival donostiarra -al igual que en otros festivales de cierta importancia- lo constituyó la presencia de personalidades del mundo del cine, como realizadores y técnicos famosos, actores y actrices de todo tipo y categoría, teóricos y críticos, amén de una amplia representación de la prensa y de los demás medios de difusión. Todo esto se tradujo en una ininterrumpida sucesión de fiestas mundanas que constituyeron la salsa y la vida de este festival con excursiones, exhibiciones playeras, grandes y fastuosas cenas, corridas de toros, fiestas en Gudamendi o el Tenis y las obligadas presentaciones diarias en el escenario del Palacio del Festival, el Teatro Victoria Eugenia de la ciudad. La revista especializada italiana Bianco e Nero, comentando una de sus ediciones, le pedía "caracterizarse o morir", pues se trata, según ellos, de un festival rancio, muy "belle époque", sin carácter ni personalidad... Y, por desgracia, la personalidad de este festival era, sin duda, carecer de personalidad, de una finalidad definida, de una meta concreta y digna de signo fílmico. Como se ha sentado desde el comienzo, fue más un número de atracción turística que un auténtico muestrario cultural, aunque en descargo de sus organizadores, es justo decir que las dificultades de todo tipo que les crean sus circunstancias particulares no permiten, muchas veces, más de lo que en realidad se ha hecho.