Monarquía y Nobleza

Sancho Garcés IV el de Peñalén

Entre los meses de noviembre y diciembre del año 1065 el rey Fernando I volvía enfermo de su campaña por tierras de Zaragoza y Valencia. Falleció a finales de ese año en la ciudad de León. El territorio que deja tras su muerte sobrepasa considerablemente el condado de Castilla heredado de su padre; prácticamente al comienzo de su reinado se hizo con el reino de León y sus territorios (Asturias, Galicia, etc.), y fue acrecentando sus términos conquistando territorios principalmente a los musulmanes y al reino de Pamplona.

Siguiendo los usos pirenaicos, en su testamento legó el reino de Castilla, que eran las tierras patrimoniales de su territorio, a su hijo primogénito Sancho (1065-1072). El reino de León quedó para su hijo Alfonso VI (1065-1109), a excepción de Galicia, que fue segregada para su hijo García (1065-1071). Asimismo distribuyó entre sus hijos las parias que recibía de los reinos musulmanes. Con la llegada al trono de Castilla de su hijo como Sancho II, coinciden en el tiempo tres reyes llamados Sancho: el de Castilla, el de Pamplona y el de Aragón.