Concepto

Revolución Francesa

Francia se transforma en los diez años de la Revolución. El Antiguo Régimen desaparece, y con él la monarquía y el absolutismo. Se crea una constitución, por primera vez el estado se organiza en base a unas leyes votadas por los ciudadanos. Se produce el reparto de poderes: poder legislativo, poder ejecutivo y poder judicial. Se generaliza la idea de que el poder emana del pueblo y se empiezan a desarrollar los conceptos de la democracia. Se fortalece el carácter político del estado y se homogeniza como consecuencia de la igualdad de las leyes. Desaparecen las provincias y se crean los departamentos centralizando cada vez más el estado. Se crea el Ejercito Nacional, se reforma el sistema financiero creando un banco central y una moneda única. Las ideas políticas, la simbología, la nueva cultura social, económica y política serán la base del próximo siglo. La opinión pública estará organizada en torno a los nuevos símbolos (derecha/izquierda). Junto a ello se desarrollan la cultura política, las publicaciones políticas y la prensa.

Es una revolución dirigida por la burguesía y las reformas económicas son favorables a sus intereses. Se redistribuyen las tierras de los nobles y el clero que se han ido, quedando en manos de la burguesía. Se pone en funcionamiento un nuevo método para recaudar los impuestos mediante el cual el estado controla la recogida de impuestos y la obligación de todos los ciudadanos de pagarlos. La nobleza pierde sus privilegios y sus funciones, deja de tener influencia en la administración del estado aunque mantiene cierto poder económico. El clero ha perdido sus bienes y su influencia se limita a su terreno, la iglesia; el estado es laico. Unos pocos campesinos se han enriquecido, pero la situación de la mayoría no ha variado. La enseñanza se ha centralizado y homogeneizado, convirtiéndose el francés en el principal idioma de la revolución.

Se puede decir que la revolución francesa supone la transición de un sistema político a otro: de una sociedad organizada en estamentos, donde unos pocos tienen privilegios en perjuicio de la mayoría, a una sociedad mercantil burguesa que controla la economía y defiende el concepto de la igualdad del ser humano. La burguesía mercantil que forma parte del Tercer Estado, volcará la sociedad feudal y construirá las bases de una sociedad de clases en la cual la burguesía es la que gestiona el sistema. Para reforzar este sistema político, reforzará el carácter ideológico del estado. Mediante la revolución unirá los conceptos de Estado y Nación con el objetivo de fortalecer las bases del nuevo sistema económico y político. Será la época del nacimiento de los Estado-Nación en Europa y a su vez de las naciones sin estado.