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GETXO

Guecho, tierra y mar. El núcleo originario se halla en los alrededores de la torre llamada Jauregia cuyos señores poseyeron el patronato de la iglesia de Santa María, según constata Lope García de Salazar, a finales de la Edad Media. Dicha torre, destruida al final del siglo XVII (1697), se hallaba metros abajo del actual caserío del mismo nombre en zona ya urbanizada. La población se fue agrupando en dos partes, Goierri y Baserri, constituida, la primera de ellas, por las barriadas de Sarri, Maidagan, Azkorri, Saratxaga e Ibatao. En las cercanías del puerto de Algorta se constituyó, asimismo, un poblado pescador. Véase. ALGORTA. Juan de Murua representó a la anteiglesia en la Junta celebrada el 5 de abril de 1526 en Guernica con el objeto de reformar el Fuero Viejo de 1452. El 20 de junio de 1545 se había otorgado una capitulación entre la anteiglesia de Guecho y la villa de Bilbao, su universidad de maestres y la contratación de Burgos, para que las obras verificadas en el río Guerezalu fuesen sustentadas y realizadas con los derechos e imposición llamada de la barra, a costa de los propios de Bilbao, su universidad y la contratación de Burgos. El fin de estas obras era perfeccionar la barra de Bilbao y Portugalete. Como lo pactado no se había cumplido, Guecho pidió que se cumpliese; para ello sacó ejecutoria el 9 de julio de 1568. [Texto de la sentencia en Labayru: H. G. S. B., t. IV, págs. 404-406]. Con Portugalete pleiteó también en 1586 la anteiglesia por el dominio de la jurisdicción de las aguas de la ría que la villa quería poseer en su totalidad. Tras los alborotos acaecidos con motivo del naufragio de una zabra en tierra de Portugalete, la anteiglesia demandó a la villa y obtuvo de la Chancillería que le fuera declarado el derecho sobre la mitad de su porción de aguas. De estas épocas data la caseta del Consulado de Bilbao enclavada en Las Arenas con la finalidad de auxiliar a las navegaciones en peligro. La anteiglesia proporcionó desde tempranas épocas buenos capitanes, pilotos y lemanes a la ría. Muchos de ellos trabajaron por su cuenta o emigraron a Indias. La monarquía echó frecuentemente mano de estos diestros marinos en sus guerras marítimas. La mayor parte de los hombres de las anteiglesias de Guecho y Sopelana, que tomaron parte en la armada Invencible (1588), perecieron en tal expedición. [E. J. L.: "H. G. S. B.", t. IV, p. 537].