Ciudad deportiva Municipal de Fadura. Dada la abundancia de manifestaciones deportivas, reproducimos las noticias que reporta Merino Urrutia en sus Apuntes...: "Desde fines del siglo XIX empezaron a cultivarse en Guecho algunos deportes, que fueron ampliándose a partir de los primeros años del siguiente, en cuya época empezó a despertarse la afición a los nuevos deportes, sobre todo a los que llegaran desde Inglaterra, con cuya nación se han tenido siempre en el Norte muchas relaciones. Irá por separado una ligera referencia de cada uno de ellos, que no han faltado desde entonces en los programas de festejos veraniegos de los distintos barrios de Guecho, pues se da el caso curioso de que se han repetido mucho los festejos en cada uno de ellos.
Deporte hípico. Las primeras competiciones tuvieron lugar en los campos de Lamiaco, de la Anteiglesia de Lejona, a fines del siglo pasado, donde se celebraban ya carreras de caballos a partir del año 1889. Más tarde, en ese campo, se jugó al polo, y varias veces acudió a ellos el Rey Alfonso XIII, que participó en algunos partidos. A partir del año 1943, el Ayuntamiento de Guecho habilitó en el Parque de Fadura un campo para concursos hípicos, muy bien cuidado, y en Las Arenas se fundó un Club que los organizó con gran éxito hasta 1960, en cuyos últimos años hubo pruebas internacionales. En este Parque se habilitó también un campo de polo, donde sigue todavía ese deporte.
Fútbol. Los primeros partidos de este deporte tuvieron también lugar en los citados campos de Lamiaco, donde, hacia el año 1900, el primer equipo bilbaíno capitaneado por Juan Astorquia, que estudió en Inglaterra e importó el juego, compitió contra varios equipos, entre ellos el Burdigala, que me tocó presenciar. Por esta época se jugaba en un campo que habilitó "El Unión", con cuyo nombre se conocía. Se hallaba en una hondonada, al borde de la carretera de la Avanzada, y este campo fue lugar de entrenamiento de equipos locales y algunos de los de Bilbao, que llegaban en el ferrocarril lindante con el campo. Hacia el año 1909, en los terrenos de Romo, jugó el equipo "Arenas", que fue campeón de España en 1919, subcampeón del Norte en años sucesivos y consiguió otros trofeos de importancia. Este equipo del "Arenas" pasó después a jugar al campo de Ibaiondo, que disponía además de sitio amplio para ejercicios de atletismo, velódromo y para competiciones "Drich-Drack" en pista de ceniza. Por estas fechas se habilitó por el equipo bilbaíno un buen campo de fútbol cercano a los terrenos donde hoy está el Club Jolaseta. A este campo llegaba una vía del ferrocarril desde la estación de Las Arenas, y así podía acudir a los partidos el público de Bilbao, pues llegaron ya a tener mucha importancia las competiciones. Urbanizados los terrenos que ocupaba ese campo de Ibaiondo, el Ayuntamiento cedió al "Arenas" el campo de Gobelas, y en él se habilitaron las instalaciones necesarias para tal deporte, que han servido para que el citado campo siga manteniendo su prestigio el viejo club citado. En el año 1927 se fundó el "Club Deportivo de Guecho", que se instaló en Algorta y jugó en el campo del Parque de Fadura, cedido por el Ayuntamiento. Desde ese año sigue contendiendo con buen número de equipos y ha sido campeón de Vizcaya en 1934.
Tiro de pichón. Primitivamente, antes de fin de siglo, se cultivó este deporte en los citados campos de Lamiaco hasta bien entrado este siglo, y a ellos acudió el Rey Alfonso XIII el año 1926, según puede verse en la foto. Durante unos pocos años se habilitó un campo de tiro en los terrenos de Aiboa, y años después se trasladó el Club que mantiene este deporte al Parque de Fadura, lugar llamado el Pino, y siguen las competiciones, que se ven muy concurridas.
Campos de golf. Durante muchos años estuvieron situados en la vega de Gobelas y en ellos la "Real Sociedad de Golf de Neguri" ha organizado, a partir de 1911, año de su fundación, importantes campeonatos. Hace años adquirió esta Sociedad un buen lote de terrenos en la Galea, cercanos al mar, que eran propiedad de la familia Martínez Rivas, en los cuales se han construido piscinas y otras instalaciones muy modernas. Se han urbanizado parte de los terrenos cercanos al Faro, que se venden por lotes, en los que se ha empezado a construir casas residenciales de lujo.
Deportes náuticos. Por deferencia del ya citado Gamallo Fierros, al hablar de la estancia de los hermanos Bécquer, puedo ofrecer a mis lectores la información que me ha facilitado de la travesía a nado del Abra por Emilio Arrieta, el conocido autor de la ópera "Marina". Esa proeza tuvo más valor en la época en la que la realizó, que distaba muchos años de la construcción de los muelles exteriores y el Abra estaba sometida a todas las corrientes. Hombre de fuerte complexión, Arrieta, cercano ya a los 34 años, se distinguía por sus grandes bigotes y vistosa perilla en la fecha de esa gran hazaña. Según Gamallo Fierros, la amistad de Arrieta con Trueba pudo inducirle a que llegara a visitar nuestro Cantábrico, al que, según hemos visto, le perdió pronto el respeto, lanzándose al dominio de sus aguas. La información la tomo de copia de una gacetilla del diario "Las Novedades", de 26 de agosto de 1857. Comienza con una glosa de la personalidad de Arrieta y de la sorpresa que resulta qué una persona que goza de celebridad por un título, lo encontremos brillando a la vez en otro mundo dispar. Así ocurrió con el melodioso autor de "Ildegunda" (ópera estrenada en 1849), "El Dominio Azul" (estrenada en 1853) y "Marina" (zarzuela en 1855 y ópera en 1871)". "El Grumete en Algorta" se titula el artículo del periódico citado, que dice: "Se arrojó al agua en Santurce nuestro compositor D. Emilio Arrieta que, a pesar de los ruegos de sus amigos, se propuso llegar nadando hasta el pueblo de Algorta, que dista tres cuartos de legua, y llegó, en efecto, en poco más de una hora". Advierte el periódico que el principal mérito del nadador fue que no siguió la línea recta en su travesía, ni en luchar con las corrientes fuertes en las mareas del Cantábrico, sino en no haber suspendido ni variado el mismo movimiento en que emprendió su difícil y largo paseo. "Cantando unos ratos, hablando otros con los amigos que le siguieron en dos botes, siempre sereno, sin esfuerzo ni fatiga, llegó a la playa de Algorta como si hubiera ido andando y en disposición de repetir su hazaña...". "El asombro que mostraban los habitantes de Algorta que acudieron al muelle a recibir tan singular huésped, los vítores y cohetes que oyó al acercarse al de Portugalete y las felicitaciones y aplausos de sus amigos le parecían chocantes al señor Arrieta. Y es que él juzga fácil y sencillo, y lo es en efecto para este hábil y fuerte nadador, lo que para todos es tan difícil, si no es de todo punto imposible". "Sólo otro, antes que el señor Arrieta, ha hecho la misma hazaña, pero es seguro que le costaría más esfuerzo. Al señor Arrieta, no le costó ninguno". Me ha parecido oportuno copiar casi toda la gacetilla citada para que el lector tenga mejor idea de cómo el conocido compositor Emilio Arrieta fue también un valiente nadador que dio renombre a nuestra Abra y al puerto de Algorta, cuyos vecinos le hicieron el gran recibimiento que hemos leído. La misma admiración sentirán cuantos se enteren por esta narración, de este primitivo y desconocido deportista de la natación que triunfó plenamente en el Abra de Bilbao.
Regatas de traineras. No podía faltar este bravo deporte entre los vecinos de esta Anteiglesia, que en su diario batallar en su oficio de pescadores de bote, estaban muy entrenados en su lucha con el Cantábrico. Las regatas, como los demás deportes locales, han sido siempre motivo de los grandes comentarios antes y después de las competiciones, tanto entre los vecinos de Guecho como entre los demás pueblos de la ría. Nuestros remeros han contendido repetidas veces con ellos y también con los de los puertos de Santander y Guipúzcoa, todos ellos muy conocidos por su abolengo náutico cara al mar. He conseguido copia de la foto de las primeras regatas de traineras de Algorta, celebradas en el Abra en el año 1919 con salida del embarcadero (v. p. 71).
Regatas de bateles. También se ha celebrado este tipo de regatas durante la época veraniega, que ha tenido lugar en la entrada de la ría, donde se contaba con la gran visibilidad de los muelles de Portugalete y Las Arenas, desde los cuales se podían apreciar las competiciones con todo detalle, que todos los vecinos estaban interesados en ver personalmente, sobre todo cuando luchaban embarcaciones de los pueblos vecinos. Vela. La afición a este deporte de regatas de balandros empezó a cultivarse por el Club Marítimo del Abra y por el Real Sporting Club, fundado en 1898, que radica en su balsa flotante que se sitúa en verano en el Abra, ha dado un gran impulso a las regatas de vela, en las que han competido las más importantes Sociedades internacionales. En 1928 se celebraron dos regatas internacionales de yates "scooners". La primera con salida de Nueva York y llegada al Abra de Bilbao, y la ganaron las embarcaciones "Helena" y "Pinta", del citado puerto norteamericano. La segunda salió del puerto inglés de Plymouth y triunfó el yate "María del Carmen Ana", de Horacio Echevarrieta. Los triunfadores fueron muy agasajados en el Club Marítimo del Abra.
Real Club Jolaseta. No puede faltar, en esta parte dedicada a los deportes, alusión a esta Sociedad de gran raigambre deportiva en sus campos de Fadura, que lindan al Gobelas y a la carretera. Ese Club es muy conocido dentro y fuera de Guecho. Dispone de varios campos de tenis, dos de los cuales son cubiertos. Tiene, además, campo de hierba para competiciones de hockey. Cuenta también con un buen frontón y con una piscina olímpica. Tiene deportes variados para los hijos de los socios.
Proyectos deportivos para el futuro. En la actualidad el Ayuntamiento de Guecho, con ayuda de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, está gestionando la creación de una Ciudad Deportiva en el extenso campo municipal de Fadura, del que me he venido ocupando al estudiar los deportes actúales. Este gran proyecto habrá de beneficiar y ser bien recibido por Bilbao y todos los pueblos vecinos. Se tiene la idea de construir pistas de atletismo, campos de fútbol y para deportes hípicos. No faltarán pistas de tenis, un buen frontón de pelota y piscina cubierta. A su lado se construirán, los edificios complementarios para este complejo turístico, de gran porvenir dentro del bello marco de Fadura, rodeado de árboles.
Deporte hípico. Las primeras competiciones tuvieron lugar en los campos de Lamiaco, de la Anteiglesia de Lejona, a fines del siglo pasado, donde se celebraban ya carreras de caballos a partir del año 1889. Más tarde, en ese campo, se jugó al polo, y varias veces acudió a ellos el Rey Alfonso XIII, que participó en algunos partidos. A partir del año 1943, el Ayuntamiento de Guecho habilitó en el Parque de Fadura un campo para concursos hípicos, muy bien cuidado, y en Las Arenas se fundó un Club que los organizó con gran éxito hasta 1960, en cuyos últimos años hubo pruebas internacionales. En este Parque se habilitó también un campo de polo, donde sigue todavía ese deporte.
Fútbol. Los primeros partidos de este deporte tuvieron también lugar en los citados campos de Lamiaco, donde, hacia el año 1900, el primer equipo bilbaíno capitaneado por Juan Astorquia, que estudió en Inglaterra e importó el juego, compitió contra varios equipos, entre ellos el Burdigala, que me tocó presenciar. Por esta época se jugaba en un campo que habilitó "El Unión", con cuyo nombre se conocía. Se hallaba en una hondonada, al borde de la carretera de la Avanzada, y este campo fue lugar de entrenamiento de equipos locales y algunos de los de Bilbao, que llegaban en el ferrocarril lindante con el campo. Hacia el año 1909, en los terrenos de Romo, jugó el equipo "Arenas", que fue campeón de España en 1919, subcampeón del Norte en años sucesivos y consiguió otros trofeos de importancia. Este equipo del "Arenas" pasó después a jugar al campo de Ibaiondo, que disponía además de sitio amplio para ejercicios de atletismo, velódromo y para competiciones "Drich-Drack" en pista de ceniza. Por estas fechas se habilitó por el equipo bilbaíno un buen campo de fútbol cercano a los terrenos donde hoy está el Club Jolaseta. A este campo llegaba una vía del ferrocarril desde la estación de Las Arenas, y así podía acudir a los partidos el público de Bilbao, pues llegaron ya a tener mucha importancia las competiciones. Urbanizados los terrenos que ocupaba ese campo de Ibaiondo, el Ayuntamiento cedió al "Arenas" el campo de Gobelas, y en él se habilitaron las instalaciones necesarias para tal deporte, que han servido para que el citado campo siga manteniendo su prestigio el viejo club citado. En el año 1927 se fundó el "Club Deportivo de Guecho", que se instaló en Algorta y jugó en el campo del Parque de Fadura, cedido por el Ayuntamiento. Desde ese año sigue contendiendo con buen número de equipos y ha sido campeón de Vizcaya en 1934.
Tiro de pichón. Primitivamente, antes de fin de siglo, se cultivó este deporte en los citados campos de Lamiaco hasta bien entrado este siglo, y a ellos acudió el Rey Alfonso XIII el año 1926, según puede verse en la foto. Durante unos pocos años se habilitó un campo de tiro en los terrenos de Aiboa, y años después se trasladó el Club que mantiene este deporte al Parque de Fadura, lugar llamado el Pino, y siguen las competiciones, que se ven muy concurridas.
Campos de golf. Durante muchos años estuvieron situados en la vega de Gobelas y en ellos la "Real Sociedad de Golf de Neguri" ha organizado, a partir de 1911, año de su fundación, importantes campeonatos. Hace años adquirió esta Sociedad un buen lote de terrenos en la Galea, cercanos al mar, que eran propiedad de la familia Martínez Rivas, en los cuales se han construido piscinas y otras instalaciones muy modernas. Se han urbanizado parte de los terrenos cercanos al Faro, que se venden por lotes, en los que se ha empezado a construir casas residenciales de lujo.
Deportes náuticos. Por deferencia del ya citado Gamallo Fierros, al hablar de la estancia de los hermanos Bécquer, puedo ofrecer a mis lectores la información que me ha facilitado de la travesía a nado del Abra por Emilio Arrieta, el conocido autor de la ópera "Marina". Esa proeza tuvo más valor en la época en la que la realizó, que distaba muchos años de la construcción de los muelles exteriores y el Abra estaba sometida a todas las corrientes. Hombre de fuerte complexión, Arrieta, cercano ya a los 34 años, se distinguía por sus grandes bigotes y vistosa perilla en la fecha de esa gran hazaña. Según Gamallo Fierros, la amistad de Arrieta con Trueba pudo inducirle a que llegara a visitar nuestro Cantábrico, al que, según hemos visto, le perdió pronto el respeto, lanzándose al dominio de sus aguas. La información la tomo de copia de una gacetilla del diario "Las Novedades", de 26 de agosto de 1857. Comienza con una glosa de la personalidad de Arrieta y de la sorpresa que resulta qué una persona que goza de celebridad por un título, lo encontremos brillando a la vez en otro mundo dispar. Así ocurrió con el melodioso autor de "Ildegunda" (ópera estrenada en 1849), "El Dominio Azul" (estrenada en 1853) y "Marina" (zarzuela en 1855 y ópera en 1871)". "El Grumete en Algorta" se titula el artículo del periódico citado, que dice: "Se arrojó al agua en Santurce nuestro compositor D. Emilio Arrieta que, a pesar de los ruegos de sus amigos, se propuso llegar nadando hasta el pueblo de Algorta, que dista tres cuartos de legua, y llegó, en efecto, en poco más de una hora". Advierte el periódico que el principal mérito del nadador fue que no siguió la línea recta en su travesía, ni en luchar con las corrientes fuertes en las mareas del Cantábrico, sino en no haber suspendido ni variado el mismo movimiento en que emprendió su difícil y largo paseo. "Cantando unos ratos, hablando otros con los amigos que le siguieron en dos botes, siempre sereno, sin esfuerzo ni fatiga, llegó a la playa de Algorta como si hubiera ido andando y en disposición de repetir su hazaña...". "El asombro que mostraban los habitantes de Algorta que acudieron al muelle a recibir tan singular huésped, los vítores y cohetes que oyó al acercarse al de Portugalete y las felicitaciones y aplausos de sus amigos le parecían chocantes al señor Arrieta. Y es que él juzga fácil y sencillo, y lo es en efecto para este hábil y fuerte nadador, lo que para todos es tan difícil, si no es de todo punto imposible". "Sólo otro, antes que el señor Arrieta, ha hecho la misma hazaña, pero es seguro que le costaría más esfuerzo. Al señor Arrieta, no le costó ninguno". Me ha parecido oportuno copiar casi toda la gacetilla citada para que el lector tenga mejor idea de cómo el conocido compositor Emilio Arrieta fue también un valiente nadador que dio renombre a nuestra Abra y al puerto de Algorta, cuyos vecinos le hicieron el gran recibimiento que hemos leído. La misma admiración sentirán cuantos se enteren por esta narración, de este primitivo y desconocido deportista de la natación que triunfó plenamente en el Abra de Bilbao.
Regatas de traineras. No podía faltar este bravo deporte entre los vecinos de esta Anteiglesia, que en su diario batallar en su oficio de pescadores de bote, estaban muy entrenados en su lucha con el Cantábrico. Las regatas, como los demás deportes locales, han sido siempre motivo de los grandes comentarios antes y después de las competiciones, tanto entre los vecinos de Guecho como entre los demás pueblos de la ría. Nuestros remeros han contendido repetidas veces con ellos y también con los de los puertos de Santander y Guipúzcoa, todos ellos muy conocidos por su abolengo náutico cara al mar. He conseguido copia de la foto de las primeras regatas de traineras de Algorta, celebradas en el Abra en el año 1919 con salida del embarcadero (v. p. 71).
Regatas de bateles. También se ha celebrado este tipo de regatas durante la época veraniega, que ha tenido lugar en la entrada de la ría, donde se contaba con la gran visibilidad de los muelles de Portugalete y Las Arenas, desde los cuales se podían apreciar las competiciones con todo detalle, que todos los vecinos estaban interesados en ver personalmente, sobre todo cuando luchaban embarcaciones de los pueblos vecinos. Vela. La afición a este deporte de regatas de balandros empezó a cultivarse por el Club Marítimo del Abra y por el Real Sporting Club, fundado en 1898, que radica en su balsa flotante que se sitúa en verano en el Abra, ha dado un gran impulso a las regatas de vela, en las que han competido las más importantes Sociedades internacionales. En 1928 se celebraron dos regatas internacionales de yates "scooners". La primera con salida de Nueva York y llegada al Abra de Bilbao, y la ganaron las embarcaciones "Helena" y "Pinta", del citado puerto norteamericano. La segunda salió del puerto inglés de Plymouth y triunfó el yate "María del Carmen Ana", de Horacio Echevarrieta. Los triunfadores fueron muy agasajados en el Club Marítimo del Abra.
Real Club Jolaseta. No puede faltar, en esta parte dedicada a los deportes, alusión a esta Sociedad de gran raigambre deportiva en sus campos de Fadura, que lindan al Gobelas y a la carretera. Ese Club es muy conocido dentro y fuera de Guecho. Dispone de varios campos de tenis, dos de los cuales son cubiertos. Tiene, además, campo de hierba para competiciones de hockey. Cuenta también con un buen frontón y con una piscina olímpica. Tiene deportes variados para los hijos de los socios.
Proyectos deportivos para el futuro. En la actualidad el Ayuntamiento de Guecho, con ayuda de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, está gestionando la creación de una Ciudad Deportiva en el extenso campo municipal de Fadura, del que me he venido ocupando al estudiar los deportes actúales. Este gran proyecto habrá de beneficiar y ser bien recibido por Bilbao y todos los pueblos vecinos. Se tiene la idea de construir pistas de atletismo, campos de fútbol y para deportes hípicos. No faltarán pistas de tenis, un buen frontón de pelota y piscina cubierta. A su lado se construirán, los edificios complementarios para este complejo turístico, de gran porvenir dentro del bello marco de Fadura, rodeado de árboles.