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GEOGRAFÍA (LA TIERRA VASCA)

La llanura ribereña. Es la huerta y el granero natural de los vascos. Está constituida por un territorio que va desde la orilla izquierda del Ebro, empezando en las estribaciones meridionales de la sierra de Toloño, en las Conchas de Haro y los bordes, también meridionales, de la última serie de sierras subpirenaicas. A partir del vértice de ese ángulo agudo formado por la citada sierra y el Ebro, la llanura se va haciendo más plana y ancha hasta abarcar la parte baja de las cuencas de los grandes ríos navarros y la totalidad de algunos riachuelos directamente tributarios del Ebro. La Ribera se acerca a Estella cruzando el Ega, pasa por encima de Artajona después de haber cortado el Arga que baja de Pamplona y sigue por el norte de Tafalla bordeando Ujué y Sangüesa. Esta extensa llanura no es homogénea ni muchos menos. Se levantan leves mesetas o páramos, secos, de tierras ocres y grises, clareadas de olivos, por las cuencas bajas del Ega, Arga y Cidacos. Olite, Eriberri, es ya la culminación de este tipo de relieve. Más hacia el este va alcanzando altitudes superiores y contornos más precisos. Hacia el sur, en plena tierra vasca, desde la desembocadura del Aragón, en Milagro, aparece una nueva zona esteparia y desértica cuyos montículos se ven en pleno derrumbe calcinados por el sol. Son las Bardenas, delimitadas por la orilla izquierda del Aragón y el Ebro pero que continúan por tierra aragonesa. Al otro lado del Ebro llegan hasta sus orillas las estribaciones montañosas del Moncayo aragonés, penetrando tierra vasca de sur a norte en lo que llamamos montes de Zierzo entre Fitero, Cintruénigo y Corella por un lado y Monteagudo, Cascante, Urzante, Murchante y Tudela, por otro.