Ordenes Religiosas

FRANCISCANOS

Bermeo. El Convento de San Francisco de Bermeo fue fundado en 1357 por acuerdo de los Señores de Vizcaya D. Tello y D.ª. Juana de Lara y su pariente el Provincial de los Franciscanos de Castilla Fray Juan Díaz de Haro. El templo y claustro adyacente fueron rescatados del Estado y de sus usufructuarios los cabildos eclesiástico y municipal de Bermeo mediante R. O. del 4 de setiembre de 1859. El rescate lo llevó a cabo Fray Mariano de Estarta, último comisario provincial superviviente de la exclaustración. El, con algunos antiguos hermanos, forman la nueva comunidad básica y fundamental del primer Colegio Oficial de Misioneros Franciscanos para Cuba y las Antillas y también la restauración Franciscano-Cántabra, ocurrida el 4 de octubre de 1859. Ante el aumento de nuevo personal se vio obligado Estarta a enviarlo a casas filiales, entre ellas el antiguo convento de Zarauz y el monasterio benedictino de San Millán de la Cogolla, todo ello en agosto de 1866 y octubre del año siguiente. La revolución española del año siguiente cerró las tres casas y el Colegio de Misioneros para Cuba. Logró la estabilización de la restauración provincial por medio de residencias apostólicas que se fueron abriendo en Bermeo y Zarauz al servicio de la iglesia conventual respectiva y en varias casas vicariales, bajo la dirección de padres exclaustrados que fueron completando la formación religiosa y cultural hasta ordenar unos cuantos jóvenes novicios y profesos, que iban a ser los futuros dirigentes. La residencia de Bermeo subsistió hasta 1882 y se cerró por orden del comisario P. Antúñano, molesto por la tardanza del Ayuntamiento en cumplir su compromiso de entregarle todo el antiguo convento. En julio de 1895 se volvió a abrir por acuerdo de la provincia, regida por el P. Matías de Dañobeitia. El nuevo convento se inauguró en 1897 después de restaurado el templo que estaba en estado ruinoso, gracias al entusiasmo del vecindario al conocer la noticia de la vuelta de los frailes. Se inauguró un curso de Humanidades que funcionó hasta 1912 en que fue trasladado a Aránzazu por conveniencias pedagógicas. Desde el capítulo provincial de 1896 este convento fue guardianía y continuó siendo uno de los más activos y pujantes de la provincia franciscana. En 1933 tenía 10 padres y 7 legos. Ref. Fray Juan Ruiz de Larrínaga.