Guerra Garrido había participado también en la creación de Asociación de Escritores Guipuzcoanos (AEG), que era la primera de su género en España tras la guerra civil. La AEG, promovida por Guerra Garrrido, Rafael Aguirre Franco, director del Centro de Atracción y Turismo, Santiago Aizarna, Ángel García Ronda, Jorge G. Aranguren, Miguel Pelay Orozco y José Rodríguez del Castillo (presidente), instituyó pronto algunos reconocimientos, como la Pluma de Oro, que se otorgará anualmente a un escritor de cada lengua (euskera y castellano). La AEG no sólo aparece como pionera en el camino de la protección y promoción de los escritores, sino que procura extender este asociacionismo a otros escritores vascos y españoles. Estos antecedentes explican el interés de Guerra Garrido en la defensa de los escritores y que éstos le eligieran como su presidente, en un periodo de especial consecución de logros profesionales para los asociados, así como afianzamiento de la Asociación Colegial de Escritores de España (1985-1993). Guerra Garrido fue precisamente uno de los fundadores de la ACEE, así como del Pen Club Español.