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EUSKARA OBJETIVO (LENGUA: HIZKERA)

Categorías léxicas III.

Procesos. Las palabras que expresan un proceso en sí mismo, son el verbo, el adverbio y las flexiones verbales. Ese proceso se refiere siempre a un estado o acción de un sujeto. Puede expresarse simplemente como, izan, "ser"; egon, "estar"; egin, "hacer"; adverbialmente, como ongi izan, "ser bien"; gaur egon, "estar hoy"; laister egin, "hacer rápido"; o, completándolo con la flexión verbal; ongi izan naiz, "he sido bien"; gaur egon naiz, "hoy he estado"; laister egin dut, "lo he hecho rápidamente". También en forma defectiva, izan naiz, "he sido"; egon naiz, "he estado", egin dut, "he hecho". De todos modos, verbo, adverbio y flexión verbal, expresan el proceso en sí mismo, sin intervención del agente ni de complementos o atributos, que aparecen representados en la propia flexión.

Verbo.-En euskara hay muchos verbos que expresan la existencia calificada de seres y cosas como ibilli, "andar"; etorri, "venir"; egon, "estar"; jan, "comer"; ikusi, "ver"; eginarazi, "hacer hacer"; artu, "tomar"; pero el llamado "verbo vasco", así, en singular, es izan, "ser", "haber", "existir". Este verbo es auxiliar universal para todos los demás verbos en el caso de que no posean una conjugación sintética propia.. En principio, toda palabra, puede convertirse en verbo mediante la adición del derivativo -tu: ur-tu, "licuar" (de ur = agua); bero-tu, "calentar" (de bero = caliente): ba-tu, "unir" (de bat = uno); nere-tu, "apropiármelo" (de nere = mío); zure-tu, "apropiártelo" (de zure = tuyo); "ser aquello de que se habla" (de zer = qué). Algunas partículas derivativas y otras, también se verbifican formando expresiones muy netas como, gabe-tu, "privar" (de -gabe = sin); dun-tu, "hacerse propietario" (de dun poseedor de); etxe-ra-tu, "ir a casa" (-ra = a); arri-katu, "apedrear" (-ka- acción repetida); aita-gana-tu, "ir al padre" (gan --- ser animado). Los propios verbos se prestan a la aparición de otros nuevos mediante un factitivo que les precede o les sigue: eraman, "llevar" (de era-, factitivo y eman, "dar"); era-baki, "decidir" (de era- y ebaki = cortar); era-gin, "hacer hacer" (de era y egin = hacer); era-ntzun, "responder" (de era- y entzun = oír); era-karri, "hacer traer" (de era- y ekarri = traer); gal-erazi, "hacer perder" (del factitivo -erazi y galdu = perder); ekarr-erazi, "hacer traer" (de erazi- y ekarri = traer). Con los adverbios también se derivan verbos: ontsa, "bien" y ontsa-tu, "bonificarse"; obeki-tu, "mejorarse" (de obeki = mejor); nundika-tu?, "¿tirar de dónde?" (de nundik?, "¿de dónde?"); aurrera-tu, "adelantarse" (de aurre = delante); goitu, "superar" (de gol = arriba); barren-dv, "profundizar" (de barren = interior); atzeratu, "atrasarse" (de atzera = atrás); gutxi-tu, "disminuir" (de gutxi = poco); geiagotu, "aumentar" (de geiago = más); ezezta-tu, "contradecir" (de ezetz = a que no); bai-tu, "consentir" (de bai = sí), egoki-tu, "acomodar" (de egoki = adecuadamente); nolako-tu, "venir a ser como" (de nolako = cómo). Todos los verbos vascos son intransitivos o transitivos pero el verbo izan, dada su complejidad "ser", "haber", "existir", es matriz y síntesis de ambos sentidos:
Intransitivos: ibilli naiz, "he andado"; etorri da, "ha venido".
Transitivos: jan dut, "he comido"; egin du, "lo ha hecho".
Aparentemente las flexiones, naiz y du, "ha", pertenecen a dos verbos distintos pero no es asi. En la acepción transitiva también está dezadan, "para que lo haya yo". Las flexiones transitivas de izan, dut, duzu, du, han perdido el núcleo verbal -za- que se conserva en su subjuntivo correspondiente dezad-an, dezazu-n, deza-n. Por mera rutina y apego a lo dicho hasta ahora por los gramáticos no se investiga más, a pesar de esta evidencia. Hay verbos simples, compuestos y perifrásticos: etorri, "venir", simple; era-karri, "hacer traer", compuesto; lanegin, "trabajar"; eder izan, "agradar"; itz egin, "hablar"; ele erran, "decir"; lo egin, "dormir", que son perifrásticos. Las tres formas nominales del verbo. Indudablemente se trata de formas verbales pero inconjugables y con una referencia interna al tiempo que es el elemento indispensable para todo acto. Participan de la naturaleza del nombre y de la operación a modo de síntesis de ambos. Se instituyen con referencia al tiempo: izan, "sido" (pasado); izaten, "siendo" (presente) e izango, "de ser" (futuro). La base de las tres, en este caso, es iza-. La misma regla siguen la mayoría de los verbos vascos: jan, jaten, jango, para el verbo "comer"; erori, erortzen, eroriko, para "caer"; igaro, igarotzen, igaroko, para "pasar"; bazkaldu, bazkaltzen, bazkalduko, para "comer al mediodía"; erein, ereintzen, ereingo, para "sembrar". Los dialectos orientales y centrales usan -en en lugar de -ko o -go: izanen en lugar de izango; ikusiren en lugar de ikusiko. Estas formas del nombre verbal se realizan mediante modificaciones fonéticas cuando así lo requiera la estética del habla: -ko, p. ej., se hace -go después de n final: esango en vez de esanko; los terminados en -tu, hacen el gerundio con -tzen en lugar de -ten. Si el verbo acaba en -txi, tsi o -tzi se suaviza en x, s, z: de itxi, "cerrar", ixten; de idatzi, "escribir", idazten; de erakutsi, "enseñar", erakusten. Además, el nombre verbal se declina como un nombre cualquiera; pero suprimiendo en el gerundio la -n final: de ikusten, ikuste-. En el lugar de guión se pueden colocar los sufijos declinativos: ikusteko, "para ver"; ikustera, "a ver"; ikustean, "cuando se ve"; ikustea, "el ver", etc. El nombre verbal recibe las flexiones auxiliares de conjugación: ikusi dut, ikusten dut, ikusiko dut, "he visto", "veo", "veré".

Adverbio.-Reviste categoría de adverbio toda palabra modificativa del significado del verbo y, por extensión, del adjetivo, del propio adverbio y hasta del sustantivo. En la frase poliki dator, "viene poco a poco", ejerce su oficio con toda propiedad. Se puede decir y se dice anitz onki, "muy bien"; oso gaizki, "muy mal"; anitz luze, "muy largo" pero podrían explicarse por oso gaizki (da), "(es) muy malo"; anitz luze (da), "(es) muy largo". El adverbio, simple, compuesto o perifrástico, es abundantísimo en euskara. Todo elemento circunstancial de lugar, tiempo, cantidad, comparación, afirmación, negación, dudá, modo, etc. encuentra viva expresividad en el arsenal adverbial euskérico: emen, "aqui"; or, "ahí"; an, "allá", se correresponden con orain, "ahora"; bereala, "enseguida"; gero, "luego"; con gaur, "hoy"; biar, "mañana", y etzi, "pasado mañana"; y otros modales como onela, "de este modo"; orrela, "de ese modo"; ala, "de aquel modo". Estos adverbios de lugar y tiempo se emparejan o adoptan formas perifrásticas como itsu-itsuka, "a ciegas"; iya-it,a, "casi casi"; ozta-ozta, "a duras penas"; emeki-emeki, "poco a poco"; bear-bada, "acaso"; ala bearrez, "casualmente"; ezta ere, "tampoco". Se combinan en estas locuciones adverbiales nombres, adjetivos, sufijos de relación e incluso verbos y flexiones: bada-ez-hada, "quizá"; beñere ez, "nunca"; bein edo bein, "alguna vez"; geiegi, "demasiado". Y lo mismo que toda palabra, en principio, podía llegar a ser verbo mediante el derivativo, -tu, ahora, también, muchas palabras se convierten, en adverbios mediante sufijos como -ki: eder-ki, "hermosamente" (de eder = hermoso); -z: indarr-ez, "a la fuerza"; -ka: indar-ka, "mediante forcejeo"; -zka: erdi-zka, "a medias". El adverbio recibe directamente sufijos que le dan un matiz significativo como bereala-xe, "enseguidita" (xe = poquito); atzo-tik, "desde ayer"; asko-tan, "muchas veces"; goiz-erako, "para la mañana"; biar-ko, "para mañana". Así como el adjetivo califica, determina, etc. al nombre, así el adverbio modifica al suceso respondiendo a las preguntas zenbat, "cuánto"; non, "dónde"; noiz, "cuándo"; tela "como qué"; nota, "de qué modo", referidos al proceso. Cantidad, espacio y tiempo, dan lugar a infinidad de circunstancias expresadas adverbialmente, en gamas sucesivas:
1. gutxi, "poco"; aski, "suficiente"; asko, "mucho"guti, naiko, anitz,urri, "escaso"; bear ainbat, "suficiente"; ugari, "abun-dante"; iya-iya, "casi"; doi-doia, "justamente"; geiegi,"demasiado"; iya, "casi; ain, "tan"; oso, txit, "muy". La comparación de cantidad, tamaño, etc., se hace mediante un juego de sufijos: gutxi, gutxi-ego, "menos"; berdin, "igual"; geio, "más" (gei-ago); txarrago, "peor"; obe, "mejor" La demanda de cantidad se hace con zenbat, "cuánto", pero la respuesta exige que el verbo vaya acompañado del relativo -n: ez dakizu zenbat diraN, "no sabes cuántos son".
2. Las referencias expresas al espacio señalan tres términos por órden de cercanía:(véase tabla). Si en vez de dividir el espacio en términos, tiramos una línea imaginaria desde un punto fijo, surgen los adverbios: (véase tabla). Consideremos ahora como punto de referencia una cosa cualquiera concreta, una casa, con respecto a la cual se pueden establecer multitud de circunstancias espaciales:(véase tabla). Los trechos de la línea figurada en altura son:(véase tabla). No ya vertical, sino horizontalmente, se establecen estas otras posiciones:(véase tabla). Considerado el espacio como una cosa con principio y fin:(véase tabla). Para indagar un lugar del espacio se hace la pregunta, nun, non?, "dónde"; leno zegoNEAN = DONDE estaba antes. Esta palabra da lugar a un buen grupo de referencias como las siguientes: edonun, nunnai "dondequiera", iñun, nehun, "en lugar alguno". Es negativo: de i + non, n-E-un (ez-nun, nun-ez); nunbait, "en algún lugar". Es positivo: de nun + baiT (nunbai-t, o nun-ba(i)t).
3. A los tres términos espaciales se corresponden los consabidos presente, pasado y futuro. Y como el tiempo se concibe en euskara como una línea vertical, garai, "tiempo", "altura", "cima", así lo representaremos también nosotros:(véase tabla). El grado de proximidad tomando el presente como referencia es éste:(véase tabla). El empleo del tiempo da lugar a otra serie de vocablos: beñerez, "nunca"; bein, "una vez"; bakan, "raras veces"; berkaintz, gutxitan, "pocas veces"; askotan, "muchas veces"; maiz, sarri, "frecuentemente"; beti, "siempre". O bien este tríptico:(véase tabla). Lo relativo a la simultaneidad y la duración se expresa con estas palabras: bat-batean, batean, "al mismo tiempo", "simultáneamente"; bitartean, "mientras"; luzaro, "largo tiempo"; orduan, gunean, "entonces". Para indagar un momento dado se pregunta: noiz?, "cuándo", respondiéndose con el sufijo -nean, sufijado a un verbo: datorreNEAN, "cuando venga". Estos determinantes de tiempo pueden recibir sufijos: Orain, "ahora"; gaurgero, "enseguida"; oraindik, "aún, hasta ahora, todavía"; eguño, "hasta hoy"; gaurtik, "desde hoy"; aurtentsu, "hace pocos dios"; gaurko, "para hoy"; noiztik?, "¿desde cuándo? De noiz?, "¿cuándo?' se originan otras precisiones; edonoiz, noiznai" "cuando quiera", edonoizdanik, "desde cuando quiera"; iñoiz, nehoiz, "en ningún momento"; noizbait, "alguna vez"; noiztsu?, "¿cuándo poco más o menos?"

Flexión verbal.-Como ya se pudo observar al hablar de la morfología de la conjugación una flexión está integrada por la idea temática del suceso, -kar-, en da-KAR-t, "lo traigo", que expresa la idea de "traer" y representantes de las personas que intervienen, así como de la cosa o cosas, tiempo en que sucede, modo en que ocurre, categoría de la persona que escucha, dativo, etc. Desde luego, la flexión dakart, es autónoma, no necesita de auxiliar como en ekarri dut, "lo he traído". En la flexión dizkizut (d-i-zki-zu-t), p. ej., los componentes son claros: d- = lo; -i-, núcleo verbal haber; -zki-, pluralizador y dativo, en este caso de objeto; zu = te; -t = yo. Paralelamente, da-kar-zki-zu-t, "te los traigo" es rigurosamente paralela a la anterior, término a término. El flexionario del auxiliar izan, "ser", "haber", "existir", es abundantísimo y complejo llegando a reflejar todos los matices del suceso principal. Y considerada la flexión como una unidad léxica, recibe el artículo, los declinativos, y otras partículas significativas. De asan duzu, "lo has dicho", esan duzuN-a, "lo que tú has dicho", que, como observamos, requiere el relativo -n- o la conjunción -la: esan duzuLAko, "porque lo has dicho". Así recibe los declinativos. La significación flexional se modifica también mediante ciertos adverbios que cumplen esa misión, como: AL, "poder": se emplea para las preguntas: etorri al da?, "¿ha venido?" NAI, "querer": jan nai dut, "quiero comer"; ibilli nai dut, "quiero andar". ARI, "ocuparse en algo": iruten ari naiz, "estoy hilando "; zer ari zera?, "¿en qué te ocupas?". BEAR, "necesidad": jan bear dut, "necesito comer"; etorri bear du, "necesita venir". OMEN, "dícese que": Iñakik egin omen du, "se dice que lo ha hecho Iñaki". OTE, "quizá": etorriko ote da?, "¿vendrá por ventura?"; bai ote(da)?, "¿será verdad?". EZIN, "no poder", "imposible": ezin artu dut, "no puedo tomarlo"; ezin ikusi dugu, "no podemos verlo". OI, "soler": erran oi da, "se suele decir; itzuli oi da, "se suele volver". EGIN, "hacer": jan egin du, "lo ha comido" (lit. "comerlo ha hecho"). Ez, "no": ez dut esan, "no lo he dicho"; ez da etorri, "no ha venido". BAI, BA, "si": ba dut zorra, "ya tengo deuda"; ba doa: "ya se va". BIDE, "parece que": bide dator, "parece que viene"; joanen bide naiz, "parece que iré". EDO, "probablemente": bera edo da, "probablemente es él"; gaur edo dator, "probablemente viene hoy". -A, interrogativo: eginen dia?, "¿lo hará?"; eztakiziA?, "¿lo sabes?".
Anomalías semánticas en la flexión verbal: olvido. Un elemento puede seguir usándose por rutina habiéndose llegado a olvidar su significado. Nacen así los elementos sin significación conocida o fósiles. En la pluralización mediante el infijo -zki- como en dizkidazu la parte -ki- ya no significa nada y se usa a remolque del pluralizador -z- confundiéndose con él.
Sobrentendido. La rapidez de la conversación ha hecho que muchas flexiones pierdan elementos completos, núcleo verbal, p. ej., pero se sobrentiende su significado como si lo llevara. La flexión nadin, "yo sea", no lleva el núcleo -za-, pero como se usa en ese sentido no se le hecha en falta en el habla corriente. Lo mismo sucede con los directivos que muchas veces se suprimen como en la laburdina daut, por daukit, en la que faltan -za- y -ki-, sin que se perturbe el sentido.
Incorporación. Cuando un elemento falta suele suceder en algunos casos que su significado se ha incorporado a otro llevando desde entonces doble valor semántico. La b o la z iniciales de bitzake o de zedin no sólo representan la tercera persona, sino aun el modo en que la flexión está conjugada. La d- de du es presente mientras que la z- de zuen es pretérito, además de ser ambas la tercera persona.
Asunción. Como se dijo en otra parte hasta un elemento sin valor semántico, como las vocales de ligadura, -a-, -e-, pueden hacerse cargo de una representación cuando su titular deserta. Si en vez de dikat decimos dial no cabe duda de que esa -a- humilde se encarga de representar a la segunda persona alocutiva por desertar -k- de su lugar. Podemos decir que asume ese cargo por abandono del verdadero titular.
Confusión. No puede provenir sino del parecido combinado con el olvido. Tal puede suceder con la z pluralizadora y la z del núcleo za. En gaitezen, p. ej., se ofrece una doble pluralización del paciente que estando ya pluralizado por -te-, vuelve a estarlo por -z-. Este último vestigio del núcleo za, convertido ahora en ze, parece, a primera vista, un pluralizador. En idéntico caso se halla la z de dituzte (*dituzate) y -s-, de deust (*deusat). Hasta puede pasar la carga semántica de un elemento a otro como ocurre actualmente con el -tsi- vizcaíno, fusión evidente de -za y ki con trasposición de sonidos.