Concept

Cluniacense

Entre 1088 y 1131, el monasterio de Cluny experimentó diferentes reformas y ampliaciones a través de las cuales se fijaron las principales directrices arquitectónicas para los monasterios de la orden. A pesar de ello, no se creó una tipología de monasterio cluniacense exclusiva.

Estas construcciones se ubicaban en entornos rurales o en las afueras de los núcleos de población, y, en ocasiones, se aprovechaban restos y materiales de construcciones antiguas, normalmente romanas. La proximidad a fuentes, ríos o manantiales es un factor a destacar así como la presencia de grandes extensiones de terreno alrededor, de cuyos productos vivía la comunidad de monjes. En la fundación monástica, por tanto, confluían intereses no sólo espirituales sino también económicos. Los monasterios eran "ciudades de Dios" que, al mismo tiempo, acometían labores de roturación y repoblación.

En cuanto a la organización interna, el monasterio cluniacense seguía las trazas generales de los monasterios medievales. El claustro era la zona distribuidora de todo el complejo. De planta cuadrangular y abierto al aire libre, este espacio está rodeado por una galería cubierta con arcos de medio punto sobre columnas; a su vez, estas columnas, que a menudo son pareadas, se apoyan sobre un banco corrido de escasa altura. En este lugar abierto con jardín central se suelen disponer también un lavatorio y un pozo. Alrededor del claustro se distribuyen las principales dependencias: sala capitular, que es un amplio espacio cubierto con bóveda y que se destina a la lectura diaria de los capítulos de la regla; refectorio o comedor, que cuenta con un banco de obra continuo a su alrededor y un púlpito; locutorio o espacio donde se rompe la imposición del silencio que presidía en el resto de dependencias; y, por último, biblioteca, dependencias administrativas, cocinas y despensas. Más alejadas se encuentran otras estancias secundarias y cercanas a la huerta como son el granero y la bodega. En la segunda planta se hallan las celdas o dormitorios de los monjes que comunican directamente con la iglesia a través de una escalera. Tanto la distribución, como las dimensiones del conjunto monacal, son variables en función de múltiples factores como la climatología, las características del terreno, el número de monjes y la situación económica de la comunidad.