Danse

Danzas de Álava

Numerosas son las danzas de estas características que ocupan amplias zonas limítrofes de Álava, Rioja y Burgos. En el territorio que nos ocupa, abarcan toda la Rioja alavesa y en muchas ocasiones, debido al influjo de los gaiteros e incluso, comparten algunas coreografías.

En general, son danzas donde se evoluciona sin o con herramientas (palos, arcos o cintas) después de una serie de permutaciones o cambios de puestos y suelen presentar una habitual figura coreográfica de traslación hacía los cuatro puntos cardinales (conocidos por "calles, cadena o estrella"). Las danzas con palos son las mas abundantes y se conocen en toda la zona como "troqueados, paloteados o danzas de los palos". También, en menor medida, aparecen las llamadas "danzas del árbol" que no dejan de ser bailes de cintas, alguna danza con arcos o la peculiar realización de castillos humanos.

Este grupo de danzas ritualizadas y las anteriores danzas itinerantes de acompañamiento, suelen ser acompañadas por dos personajes singulares: el "Bastonero" y el "Cachimorro". Unas veces aparecen los dos ejerciendo su función particular por separado y otras veces, se concentra en la misma persona ambos papeles festivos. Generalmente, el "Cachi(morro)" es una persona vestida con una especie de buzo de colores vivos o arlequinados y que suele tener la misión de abrir paso al cortejo (a golpe de zurriago o de una piel de conejo o gato), apartar al público del espacio ocupado por los danzantes, protagonizar oscuros rituales o provocar la hilaridad de los asistentes. Personaje de cariz medieval que tiene gran conexión, con otros similares como los "Botargas" y "Matachines" castellanos o incluso, el "Bobo" de Otsagi. Por su parte, el "Bastonero" ejerce como maestro de danza y a ritmo de bastón, dirige las evoluciones y mudanzas del grupo de danzantes.

Los conocidos por "Palotea(d)os" de Villabuena se han venido realizando por ocho danzantes que son acompañados en sus variaciones coreográficas por el singular personaje denominado "cachimorro". Hasta hace unos años, se bailaba regularmente por fiestas patronales de San Torcuato (15 de mayo) y también, el día de San Andrés (30 de noviembre). Aunque también se obsequiaba con ellas a los visitantes ilustres que se acercaban a la localidad.

Importante ramillete de danzas de palos que en otros tiempos eran conocidos (en idéntica coreografía, con variaciones o en otros formatos) en diversas localidades de Álava o la Rioja. Es decir, las melodías y sus coreografías, gracias a la actividad de los gaiteros, son comunes a diversos pueblos de la comarca (Laguardia, Briones, Elciego, Zambrana, Ollauri, San Vicente de la Sonsierra, Santurdejo, Fresneda de la Sierra, Lanciego, Ezcaray, etc.). Como se señala, los protagonistas de éste trasiego de músicas y formas coreográficas, eran las propias sagas de dulzaineros que ejercían su función festiva, recreativa y musical en toda la zona.

Conjunto de paloteados que eran realizados por los danzantes vestidos con camisa y pantalón blancos, pañuelos anudados a la cabeza y al cuello, así como dos bandas de seda o pañoletas cruzándoles el pecho, la clásica faldilla adamascada de variados colores y en la mano un palo pequeño con el que evolucionan. Éstos iban acompañados del "cachimorro" que vestía una especie de buzo en tela floreada o multicolor, se tocaba con un gorro alto cónico y se armaba de un piel de conejo o similar.

Del abundante número de coreografías que existían, algunas indicaban el tipo de herramienta usado (palos, castañuelas, etc.), ciertas peculiaridades características de sus coreografías ("Oficios", "El del culo", "Bailaos", "Troqueaos", "los de pegar al suelo", etc.) u otras acciones diferentes. Además, para su memorización, como sucede en otros paloteados ("dances" de la Ribera Navarra, Huesca o Zaragoza), la gente usaba un sistema nemotécnico que consiste en crear un canto sencillo para recordar la música:

Sol, mi, fa, sol.

Te vi, te vi, te vi,
con las cucharas salir de casa,
Te vi, te vi, te vi,
con las cucharas de casa salir.

Con el transcurso de los años, algunas de sus danzas han quedado relegadas al olvido ("Para el árbol", "El de la bayoneta", "Danza de San Cristóbal", "El militar", etc.) y en su última etapa, el ciclo de danzas de palos o "palotea(d)os" de Villabuena se ceñía a los siguientes:

  • Bailaos.
  • Paloteaos.
  • Pájara Pinta.
  • Rompecejas.
  • Te vi.
  • El del culo.
  • Troquiau.
  • Los oficios.
  • La castañuela.

Por su parte, la localidad de Pipaón con motivo de la Exaltación de la Cruz (14 de setiembre) y durante la festividad de San Roque (16 de agosto) vuelve a recuperar su patrimonio dancístico, donde se puede ver la citada danza procesional o "Danza de las castañuelas". A la que sigue una serie de danzas de palos o "troquea(d)os" que se conocen como "El herrero Pedro Moro", "El herrero" y "Danza de los palos". Posteriormente, ejecutan la clásica "Danza de las cintas o del árbol" que es bailada por los ocho danzantes en torno a un mástil con cintas, mientras las trenzan y destrenzan. Y acaban su ciclo de danzas con la singular realización de una torre humana que por eso, lleva el nombre de "El castillo". Curiosamente, este tipo de castillo humano y bajo el mismo nombre, aparece descontextualizado en la localidad de Kuartango y también, antiguamente, se realizada por los mozos en Salinas de Añana. En ambos casos, desde lo alto se acostumbra a lanzar "vivas" a los vecinos.

Hoy en día, por San Juan y en su original festividad de carácter menor de San Juan Degollado (28 y 29 de agosto), la villa de Laguardia conserva una danza de palos ("Troqueados de San Juan Degolla(d)o"), una novedosa "Danza de arcos" (sobre la melodía popular del "Junco Verde"), la clásica danza de cintas o "Danza del árbol" y se remata el ciclo con la "Jota de Laguardia".

Las danzas rituales de la villa de Elciego presentan un marcado carácter religioso. Conjunto de danzas ejecutadas en la procesión del 8 de setiembre en honor de la Virgen de la Plaza. El ciclo de danzas que bailan delante de la imagen lo componen:

  • Correcalles.
  • Danza.
  • Cuatro calles.
  • Danza del Árbol.
  • Jota.

El primero es el ya citado "Correcalles" procesional y su singular forma de tomar la plaza (las danzantes forman una "V" y de ahí, su sobrenombre), le sigue un baile corto y sencillo denominado "Danza", continua con el "Cuatro calles", prosigue una singular danza o "Danza del Árbol" con varias mudanzas alrededor del denominado "árbol" y terminan su actuación con una "jota" de características locales.

Actualmente bailan ocho mozas, ataviadas con vestido blanco, en los antebrazos llevan una serie de cintas de colores, pañuelo rojo a la cabeza, sobre los hombros con un mantón de flores bordadas y sayuelas de damasco de varios colores. No hace mucho tiempo el conjunto de danzantes lo formaban chicos y chicas y antiguamente, eran sólo chicos. En sus danzas son acompañadas por el "bastonero", el cuál a diferencia del "cachimorro" (de otras localidades) tiene como función el dirigir con su bastón los pasos, los giros, el ritmo y los cambios, a la vez que baila.

Residuo medieval de los Actos de Navidad celebrados en el interior de los templos y conocidos como La Adoración de los Pastores, la Pastoral de Labastida es una reminiscencia del teatro sacro donde aparecen unos 12 o 14 pastores (armados con sendos cayados), dirigidos al ritmo de sus castañuelas por el "cachimorro" o rabadán, seguidos del abuelo y la zagala, la figuración viviente de la Sagrada Familia (Virgen María, San José y el niño Jesús) y las autoridades municipales locales. A éstas ultimas, como ya se ha indicado, les acompañan en sus idas y venidas durante la Nochebuena (24 de diciembre) y la Navidad (25 de diciembre).

Toda la representación y sus coreografías se realizan en el interior de iglesia (frente al altar mayor) y en las plazas de la citada localidad. El acompañamiento musical corre a cargo del canto de los pastores y sus evoluciones (giros, hileras, cambios, genuflexiones, etc.) que se realizan al ritmo del chocar sobre el suelo de sus palos o el repique de las castañuelas del rabadán. Sus danzas se estructuran principalmente en dos hileras, hilera única o en un círculo y sus pasos son repetitivos y de gran sencillez.