Sailkatu gabe

GIPUZKOA (ARTE Y PENSAMIENTO: LITERATURA)

La aportación de Guipúzcoa a la filosofía puede ser notable por dos conceptos, por la magnitud de sus filósofos y por reflejar, en cierto modo, aspectos muy destacados del genio vasco. Y es sabido que los hombres destacados en cualquier actividad humana o se incorporan y laboran en empresas ajenas al país o imprimen a aquéllas los rasgos esenciales de su etnicidad. Al pensar sobre la aportación vasca al pensamiento humano universal, J. A. Artamendi se fija en cuatro pensadores: Francisco de Vitoria y su aportación al Derecho internacional, Iñigo de Loyola como teórico de la acción, Miguel de Unamuno como propugnador de una filosofía de la persona y Xabier Zubiri como filósofo de la realidad. Dos de ellos, Loyola y Zubiri, son guipuzcoanos. En el presente bosquejo sobre pensadores guipuzcoanos habremos de añadir, sin embargo, a otros dos que estimamos de reconocido relieve. A Domingo Bañez, "el Mondragonense", creador de escuela propia, el Bañecianismo (siglo XVI); a Juan Zaragüeta, contemporáneo nuestro y recientemente fallecido; a Paulino Garagorri, donostiarra, pilar de la "Revista de Occidente", autor de Ejercicios intelectuales y una serie de trabajos sobre Ortega, Zubiri, Unamuno, etc.; al irundarra Castor Narvarte, que, además de obras de filosofía, ha escrito las novelas Los ojos del gavilán y La Hoz, y al moderno donostiarra Fernando Savater, autor de La infancia recuperada, La tarea del héroe, novelas como Caronte aguarda, Diario de Job, teatro en Juliano en Eleusis, etc.

MEL