Léxico

KOPLA ZAARRAK

¿Mentalidad mágica en las coplas?. Es propio de la mentalidad mágica, atribuir el mismo valor, las mismas propiedades ontológicas, a las imágenes de las cosas que a las cosas mismas: a la imagen del bisonte, p. ej., y aun a la palabra «bisonte» que al bisonte mismo. Por eso, cuando dos imágenes se asemejan entre sí, sin más, para la mentalidad mágica las cosas por ellas representadas se asemejan también de igual modo. O cuando los nombres son, tienen que serlo necesariamente. Es decir, generalizando, en ese caso ambas cosas guardarán alguna relación la una con la otra. Así discurre la mentalidad mágica. Por lo mismo, cuando en una copla aparecen asociados dos elementos que entitativamente sabemos que están disociados pero que en dicha copla aparecen asociados nada más que porque sus nombres son parecidos entre sí, decimos que la copla está concebida y dispuesta con arreglo a una mentalidad mágica. Tal ocurre por ejemplo, en el caso de la copla que acabamos de citar en el párrafo anterior, donde las diversas partes están enlazadas entre sí puramente por la fuerza del consonante. En dicha copla, hay ciertamente alguna relación de semejanza objetiva que puede servir de enlace al primer verso con el final (Eder zeruan izarra... Etxe ontako nagusi jaunak urre gorriz du bizarra): a saber, la semejanza en el brillo, de una estrella y una barba dorada; mas no así en lo que atañe al primer verso para con el segundo para con el final: «El fresno de la orilla del río» en nada se parece a las estrellas del alto cielo, ni a las doradas barbas de un caballero, más que en el nombre fresno lizarra, estrella izarra, barba bizarra.