Concept

Sociolingüística vasca

En opinión de muchos/as investigadores/as, este es el verdadero aspecto de la sociolingüística. Los/as variacionistas, frente al enfoque estático que mantenían los/as lingüistas tradicionales hacia a la lengua, prestaron atención a la variabilidad de la lengua. La nueva disciplina llegó para demostrar que ese aspecto que según Saussure era difícil de medir, libre, era en realidad motivado.

Cualquier hablante sabe que la lengua no se usa siempre de la misma manera. La pronunciación, entonación, el léxico, las estructuras sintácticas... varían en boca de los/as hablantes. La persona que hace uso de la lengua elige y adecua las estructuras y el léxico que se encuentran en las gramáticas y diccionarios.

Muchas de esas adaptaciones están interiorizadas muy profundamente en la percepción sociolingüística de los/as hablantes, esto es, poseen capacidad sociolingüística.

A su vez, los/as hablantes se sitúan a ellos/as mismos/as y a los/as demás en un grupo o en otro. Los/as miembros del grupo conforman la comunidad de la variedad lingüística. Dentro de la comunidad existen normas de uso y suele estar establecido qué es adecuado y qué es inadecuado. En opinión de Moreno Fernández, estas comunidades suelen ser bastante heterogéneas. El/la mismo/a hablante puede pertenecer a dos comunidades, y como consecuencia, puede usar distintas variedades en cada momento. Por eso, suele ser difícil establecer límites para cada forma de hablar (Moreno Fernández, 1998).

En el caso de las comunidades de variantes, Howar Giles elaboró la teoría de la adaptación de la forma de hablar (Giles, 1975 in Moreno Fernández, 1998). Según él, los/as hablantes suelen elegir los elementos (o podemos decir, las lenguas) que usaran para hablar en cada situación para dar una imagen determinada u otra imagen. En situaciones así, suele haber dos corrientes: convergente y divergente. La primera suele hacer referencia a la participación en el grupo; la segunda, por el contrario, se usa para diferenciarse.

Por lo que se ha podido analizar hasta ahora, los usos diferenciados de la lengua suelen depender de la situación geográfica o el grupo social. La primera, la variante diatópica o geolingüística, corresponde a la dialectología. La segunda, la variante diastratica o social, por otro lado, a la sociolingüística. La tercera es la variante correspondiente a la situación comunicativa, la variante diafásica.

La tarea de quienes analizan la variabilidad es explicar cuales son los factores que inciden en la variabilidad, el alcance de su efecto, y la variante que corresponde a cada grupo social.

William Labov fue el pionero e icono de esta metodología. Su investigación giro entorno al análisis de la consonante r después de vocal, y únicamente a través de ese fenómeno dejó al descubierto la estratificación de la lengua (Labov, 1966 in López Morales 1993).

Los/as investigadores/as de la interacción entre lengua y sociedad se centran en dos tipos de variantes: Variantes de la lengua y de la sociedad. Los aspectos lingüísticos son los mismos que los que se miden en dialectología, esto es, elementos de cualquier tipo relacionados con la lengua: Fonología, entonación, léxico, sintaxis... En lo que a aspectos sociales se refiere, suelen ser sexo, edad, clase social, origen etc.

Las comunidades de hablantes no viven aisladas entre sí. Normalmente se encuentran cerca y suelen estar en contacto. La idea de un estado-una lengua está muy expandida, pero podemos decir que está muy lejos de la realidad. La situación más expandida es la del bilingüismo o plurilingüismo y por eso sucede, ciertamente, el contacto entre lenguas. En territorios con una única lengua, podemos pensar que se han perdido una o algunas lengua(s)o se ha impuesto la existente.

Cuando las lenguas están en contacto, un grupo de hablantes suele conocer más de una única lengua; sino, suele resultar difícil que el contacto sea real. En cualquier caso, en los casos de conflicto lingüístico suelen ser los/as hablantes de la lengua minoritaria quienes tienen conocimiento de ambas lenguas, los que son, por tanto, bilingües. Esa es la paradoja del bilingüismo: El grupo monolingüe impone que su lengua sea la lengua para la comunicación o lingua franca.

En situaciones de contacto de lenguas podemos diferenciar tres tipos de consecuencias: Las que inciden en las personas, personas monolingües o bilingües; consecuencias que inciden en la lengua, de hecho la influencia entre códigos suele ser evidente (sobre todo se nota la influencia de lengua principal sobre la minoritaria); y por último, las consecuencias que inciden sobre la comunidad de hablantes o la sociedad.

Bilingüismo en la comunidad de hablantes

Para diferenciarlas del bilingüismo social, algunos/as autores distinguen entre bilingüismo (social) y la capacidad de bilingüismo (individual), pero en este manual no haremos uso de dicha distinción.

Cuando distintas sociedades, por cualquier razón, se ponen en contacto, los/as hablantes de una de las comunidades adquiere las dos lenguas. Esas personas son bilingües, esto es, tienen la capacidad de hacer uso de los dos códigos. Esa capacidad se denomina bilingüismo o capacidad de bilngüismo.

Para algunos/as autores, el/la hablante bilingüe es la persona capaz de hablar con naturalidad en las dos lenguas; otros/as son de la opinión de que para considerar una persona bilingüe es suficiente que posea la capacidad mínima de comunicación en esa lengua que no es su lengua materna.

Los/as hablantes bilingües han sido observados desde distintos enfoques. De acuerdo con el enfoque teórico, podemos realizar diversas clasificaciones: El orden de adquisición de las lenguas, la capacidad, habilidades desarrolladas...

En la adquisición del bilingüismo inciden muchos factores que no están al alcance de el/la hablante. Las motivaciones de el/la hablante, o la posibilidad de poder comunicarse en esa lengua en la sociedad, por ejemplo, facilitarían el proceso de aprendizaje.

Txepetx clasificó los/as alumnos estudiantes de una lengua según el proceso de aprendizaje realizado, distinguiendo hablantes A, B, AB y BA; AB son los/as hablantes originales alfabetazos, y BA son los/as hablantes que han recorrido el camino, los que, justamente, hay que situar en el centro de la comunidad de hablantes en el proceso de normalización (link a Hizkuntza Politika eta Hizkuntza Plangintza).

El aspecto más importante de las situaciones de contacto son los/as hablantes bilingües, pero en tiempos de globalización, el plurilingüismo es la nueva realidad de muchas sociedades, y como consecuencia, muchos enfoques sobre el bilingüismo se ha adecuado a las nuevas necesidades. En lugar de ver el plurilingüismo como una amenaza, a comienzos del siglo XXI se considera una oportunidad.

En la lengua

Pero el contacto no sólo incide en los/as hablantes, también tiene efectos lingüísticos. Al unir dos o más comunidades de hablantes, los códigos sienten esa influencia. Fue Uriel Weinreich (1953) quien primero trabajó con el contacto entre lenguas e investigó cómo interactúan los sistemas de lenguas. Ocurren interferencias, calcos, préstamos o cambios fonéticos en el código. Por lo tanto, las interferencias influyen en la estructura del sistema, así como en la fonología, morfología, sintaxis y en la semántica.

Como ya hemos apuntado anteriormente, las situaciones de contacto de lenguas ocurren cuando los/as hablantes de una de las comunidades maneja ambas lenguas. Esos/as hablantes suelen transferir las características de la lengua aprendida a la otra lengua, y como consecuencia, suelen empezar a aparecer nuevos elementos en su código. Normalmente es la lengua minoritaria quien recibe elementos de la lengua principal, pero el efecto puede darse en las dos direcciones. Los/as hablantes de la lengua minoritaria suelen tener la influencia de su lengua original cuando hablan en la segunda lengua, y a menudo, esas características son estigmatizadas y suelen convertirse en motivo de broma o burla.

El punto de vista que los/as hablantes tendrán del nuevo código será de sumo valor en la expansión de las nuevas formas. En caso de conseguir una imagen más moderna o expresiva, contarán con más oportunidades de expandirlo y sistematizarlo.

Para que estas interferencias ocurran, Weinreich distingue entre las razones de índole individual y las de índole social. En el primer apartado podríamos mencionar si el/la hablante cuenta con una especial capacidad para las lenguas, el nivel de conocimiento de cada lengua, la forma de registrar las lenguas (coordinado o no) y las actitudes hacia cada una de ellas. Entre las de índole social, por otro lado, encontramos el número de personas bilingües, la solidez de la comunidad de hablantes, el número de bilingües que tiene cada grupo, las actitudes y los estereotipos hacia cada lengua, las actitudes hacia el bilingüismo, actitudes parecidas al purismo, las relaciones entre los grupos, etc.

Las variantes dependientes de las características individuales pueden tener como base la escasa capacidad comunicativa de el/la hablante, esto es, las carencias que tiene a la hora de adecuar algo a una situación comunicativa. Por ejemplo, no contar con léxico adecuado para un ámbito extraño para la lengua puede suponer hacer uso de préstamos lingüísticos.

Las variantes socioculturales, por otro lado, fomentan la adquisición de interferencias, e inducen al cambio lingüístico. Frente a ello, el purismo y la fidelidad lingüísticos pueden tener un efecto adverso al cambio.

Las interferencias pueden aparecer en cualquier nivel de la lengua: en fonología, morfología, sintaxis o en el léxico.

Pero entre lenguas que están en contacto, a menudo se importan palabras de la lengua vecina. Esas palabras se denominan préstamos. La razón principal para adquirir préstamos es nombrar nuevos objetos. Muchas veces la necesidad de adquirir el léxico de un aspecto extraño para la lengua nos lleva a tomar el léxico de la lengua con mayor tradición en ese ámbito. El desarrollo científico y tecnológico, por ejemplo, ha generado la expansión de la terminología en inglés.

Por otro lado, puede extenderse la idea de que hacer uso de palabras o términos extranjeros da algún tipo de toque moderno, y en consecuencia, aumentarían los préstamos.

En las planificaciones del corpus lingüístico se suelen establecer condiciones a la hora de adquirir préstamos. En el caso del euskera, por ejemplo, Euskaltzaindia publicó en 1986 un conjunto de normas acerca de este tema (Euskaltzaindia, 1986); definió en qué casos han de aceptarse los préstamos y en cuales hay que abogar por otros caminos, y en caso de aceptar los préstamos, fijó las formas para integrarlos.

Pueden tomarse como préstamos lexemas, palabras y sintagmas, pero también oraciones completas con un significado concreto. Unidades de ese tipo son causantes de alternancias en el código. Es habitual que el/la hablante en euskera intercale frases en castellano una y otra vez, y que mezcle los dos códigos sin cesar.

Los calcos pueden tomarse de la lengua origen y asimilarlos mediante traducciones. De ese modo, hemos asimilado footing tal como es, pero en otros casos, se ha tomado la metáfora o imagen realizada en la lengua origen y se ha traducido a la lengua terminal. Por ejemplo, llamamos ratón a la herramienta para mover el cursor del ordenador. En este aspecto, podemos mencionar el trabajo que Gotzon Garate publicó sobre este tema: Erderakadak (Garate, 1988).

Otra interferencia importante es la alternancia entre códigos. Consiste en, aun siguiendo el hilo principal de un discurso en una única lengua, intercalar sin cesar oraciones en la otra lengua. Los/as hablantes bilingües equilibrados pueden obtener una gran habilidad para manejarse en los dos códigos, e incluso a menudo lo hacen sin darse cuenta.

Como consecuencia del contacto entre lenguas, a menudo se crean vínculos entre comunidades que no han tenido relación antes. En esos casos no suele haber hablantes bilingües, y por consiguiente, se necesita una lingua franca para comunicarse. Cuando no se puede aplicar una lengua internacional, o cuando no existe posibilidad de valerse de una lengua que tengan en común, suelen crearse "nuevos sistemas" que contienen elementos de los dos códigos de las comunidades unidas. Ese nuevo código se denomina pidgin.

Aun así, las dos lenguas no suelen tener el mismo peso en la creación del pidgin. Se denomina lengua de base a aquella que tiene más peso; la otra, por el contrario, recibe el nombre de lengua substrato.

También el euskera ha tenido algún pidgin; justamente, nació de los vínculos creados por los pescadores de ballenas vascos con pueblos de Canadá e Islandia. Esos pidgins fueron investigados por Bakker (Bakker, 1991) y el holandés Nicolaas Deen (1937), para la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Parece que ha ganado popularidad el hecho de que, según cuenta una crónica del año 1625, los indios respondían Apezac hobeto cuando los vascos les preguntaban Nola zaude?

El pidgin, como hemos mencionado, nace para algunas funciones muy determinadas. Sin embargo, a medida que se fortalecen las relaciones entre las comunidades de hablantes, reciben y desarrollan nuevas funciones. Cuando un pidgin se convierte en la lengua materna de una generación, esto es, cuando es transmitido por los padres/madres a sus hijos/as, pasa a ser criollo.

En la sociedad

Por lo tanto, las lenguas del mundo viven en una situación de contacto. Las comunidades de hablantes, debido a diversas razones, entran en contacto y con ello, también las lenguas.

Las relaciones entre comunidades de hablantes casi nunca se basan en la igualdad. Uno de los grupos suele estar en situación de poder, y el otro grupo, por el contrario, sometido. En esos casos es de vital importancia revisar las razones por las que ha ocurrido el contacto.

Pueden darse estas razones: Ocupación o colonización, relaciones comerciales, mayoría demográfica de uno de los grupos, poder y prestigio, migración, educación, influencia económica, religión, medios de comunicación, etc.

Por esas razones, los grupos tienen relación entre ellos, pero las fuerzas no suelen estar equilibradas. Para explicar esa situación Jordi Solé i Camardons propuso el término conflicto lingüístico (Solé i Camardons, 1991:53), y lo definió de esta manera:

Cuando dos variantes lingüísticas compiten y cuando sucede la invasión o desplazamiento de una, o variantes de la zona de uso de la otra lengua, estamos frente a una situación de conflicto lingüístico.

En esas situaciones una de las lenguas cuenta con predominio político, para cubrir funciones de mayor nivel y para ser lengua oficial. La otra lengua, la lengua minoritaria, tiene ámbitos de uso limitados y la mayoría de las veces se usa para ámbitos de uso informales.

Para llegar a esa situación normalmente la lengua minoritaria padece de persecución y violencia. Por lo tanto, esa situación ocurre cuando dos lenguas se encuentran frente a frente; una de ellas posee superioridad política y por tanto, su uso es oficial y público; la otra lengua ha sido vencida públicamente y se limita a ámbitos familiares y a esferas amistosas. Entre las razones que generan situaciones de conflicto se encuentran la represión directa e intensa y la represión ideológica, oculta detrás de la tolerancia.

La división de funciones se denomina diglosia. El término diglosia fue creado por Charles A.Ferguson (1959) para nombrar el uso estratificado de las variantes internas de la lengua. Según eso, una lengua será superior o H (high), y la otra será inferior o L (low). Más adelante, Fishman aplicó ese concepto a las situaciones de bilingüismo y propuso cuatro situaciones: Monolingüismo diglósico y monolingüismo no-diglósico, bilingüismo diglósico y bilingüismo no-diglósico. En opinión de Fishman, el monolingüismo corresponde al individuo, y la diglosia a la sociedad (Fishman 1972/95:120).

En el ámbito de Euskal Herria, el trabajo realizado por Jose Maria Sanchez Carrion "Txepetx" es digno de mencionar. Toma la diglosia en el significado del monolingüismo social, justamente en los casos que sucede la jerarquía lingüística. Desde la sociolingüística de las lenguas minoritarias esas situaciones se consideran situaciones de conflicto. Para ilustrar esa idea podemos mencionar el libro que Euskaltzaindia publicó en 1979: Hizkuntza Borroka Euskal Herrian (Euskaltzaindia, 1979).

Esta corriente adquirió mucha importancia en Cataluña y podemos decir que creó escuela. Las corrientes americanas realizaron un análisis descriptivo. Los/as catalanes, por otro lado, propusieron un continuum entre la asimilación y la normalización. Se mantiene la tensión y la situación es cambiante. La diglosia, por tanto, no es más que una época del conflicto lingüístico, la situación más extendida.

El bilingüismo equilibrado, por lo tanto, no ocurre a menudo. La división de funciones no suele ser equilibrada. Las personas seguidoras de las ideologías en pro de la diglosia suelen considerar la diglosia una situación deseable; en opinión de otros/as sociolingüistas, en cambio, esa situación agrava los desequilibrios y es el primer paso para ejecutar el reemplazo lingüístico.

Si se supera la situación de reemplazo lingüístico, se deberá poner en marcha un proceso para normalizar la lengua y darle la vuelta a esa situación. Ese es el objetivo de los procesos para restablecer y revivir las lenguas (link a Hizkuntza Politika eta Hizkuntza Plangintza).

Las personas tenemos puntos de vista y percepciones distintas ante cualquier hecho o actividad. Cada persona percibe la realidad, la interpreta y después la valora. Algunas cosas le gustarán más que otras; algunos hechos le parecerán justos, otros los considerará interesantes y habrá alguno que le hagan sentir vergüenza.

Por otro lado, las personas tenemos deseos internos, objetivos y deseos. Junto con el enfoque y la percepción, son causantes de motivaciones. Las motivaciones producen fuerza para obrar y proporcionan un rumbo. Las razones para conseguir un objetivo marcarán la naturaleza de la motivación. Por ejemplo, el hecho de que un buen puesto de trabajo tenga también un buen sueldo buscará la creación de la motivación económica. La cantidad de dinero que se ofrece y las necesidades de la persona que recibirá el sueldo crearan intensidad en la motivación. En otros casos, la motivación para aceptar un puesto de trabajo puede ser de índole intelectual, social o político...

En lo que a la lengua se refiere, las motivaciones se agrupan en dos grandes razones: Integradores e instrumentales. En el primer caso existe el deseo de ser miembro o parecerse a los/as miembro del grupo de hablantes. Muchas veces impulsados/as por el sentimiento de identidad, el/la alumno/a con motivación integradora tiene motivación propia para aprender y usar la lengua. El/la hablante con motivación instrumental, por otro lado, buscan hacer uso de la lengua para conseguir un objetivo concreto. De ese modo, son claros ejemplos de la motivación instrumental mantener tratos comerciales con miembros de ese grupo a partir de la lengua, hacer trayectoria ascendente en el puesto de trabajo, ganar más dinero... Unir la lengua con el éxito, con la calidad de vida, con las oportunidades de crecer en la sociedad, y muchos otros harán que crezca la motivación instrumental.

El deseo, las opiniones y las matizaciones son, entre otros, aspectos que se refieren a la psicología. Esos aspectos ante la vida y en este caso ante la lengua marcan unas tendencias concretas de comportamiento; se denomina actitud. Las actitudes encauzan las conductas. Las actitudes a favor de la lengua tienen una influencia directa en el uso, el proceso de aprendizaje y en el modo de actuar en el entorno.

Muchas veces damos a conocer nuestra actitud, en la vida diaria, ante una encuesta, etc. De cualquiera de las maneras, a veces mostrar determinadas actitudes puede crear problemas, tanto por ser actitudes no bienvenidas a nivel social, como porque el/la propio/a hablante no está seguro/a o no sabe expresarlas. En ese sentido, existen actitudes declaradas y no declaradas u ocultas. Las primeras hacen referencia a las actitudes expresadas tras ser preguntado/a. Para analizar el segundo tipo de actitud se necesitan técnicas especiales, a través de preguntas indirectas, de alguna manera, se realiza una interpretación aproximada de los datos.

Pero en la creación de percepciones, motivaciones y actitudes, el contexto y la sociedad juegan un papel muy importante; de hecho, por la interacción hacia el grupo, las relaciones y vivencias relacionadas con cada cultura y lengua encauzan las actitudes. En ese sentido, también las fases de desarrollo de las personas, los ámbitos de vida y las funciones tendrán una influencia considerable: Los padres y las madres y el entorno cercano al principio, el centro educativo más tarde, el tiempo libre, los medios de comunicación...

Para analizar la interacción entre los/as individuos y la sociedad, Maria-Jose Azurmendi añadió el enfoque psicosocial al enfoque psicológico y sociológico de la lengua (Azurmendi, 1987).

En el caso del uso de las lenguas, como ya hemos apuntado antes, los/as hablantes poseen una capacidad sociolingüística, esto es, saben cómo y de qué deben hablar en cada situación y lugar. Siendo la idoneidad un concepto que comparten los grupos, se va adaptando al ritmo que cambia la propia sociedad.

Los cambios que ocurren en la sociedad tienen un efecto directo en las percepciones de los/as hablantes, y por lo tanto, provocan cambios en la lengua.

En situaciones de bilingüismo las actitudes cobran una mayor importancia; y es que, la supervivencia de la lengua puede estar en juego. La motivación correcta y las actitudes fuertes a favor de esa lengua pueden ser primordiales para que la propia comunidad de hablantes mantenga su lengua.

En Euskal Herria se han realizado multitud de campañas y proyectos para crear y promover motivaciones y actitudes a favor del euskera. A lo largo de la historia la presión para desprestigiar la lengua ha sido muy fuerte, y para hacer frente a eso se ha realizado y se sigue realizando un gran esfuerzo. Muchas investigaciones han florecido entre nosotros/as, sobre todo para animar a las personas que no conocen la lengua a que la aprendan, y para que los/as hablantes den el paso del conocimiento hacia el uso.

Los deseos, motivaciones, actitudes...pueden cambiar el mundo. Cualquier proyecto, si crea actitudes a su favor, puede tener éxito. Pero las actitudes se dirigen, se encaminan. En ese sentido, cada ideología trabaja sus caminos y estrategias para apropiarse de la opinión pública, para que después defienda la política lingüística.

Las ideologías son sistemas estructurados de ideas. El enfoque, deseos, creencias, opiniones y objetivos compartidos con otros/as miembros hacen que una persona se enfile con una determinada ideología o con otra. Cada ideología busca unos determinados objetivos y busca dar pasos en miras a conseguir sus propósitos. Además, las ideologías se promueven; esto es, se busca el apoyo de la gente a través de estrategias para reflexionar en una medida u otra.

En lo que respecta a las características internas de la lengua, las ideologías pueden buscar la alabanza de las características de esa lengua, la conservación de dichas características, tomar medidas para limitar las influencias externas etc., por ejemplo, en el caso de la pureza lingüística. Las ideologías de ese tipo pueden influir muy severamente en las políticas relacionadas con el corpus de la lengua.

Normalmente, las ideologías a favor de una lengua mayoritaria suelen alabar su "pureza" y utilidad. Las ideologías que defienden las lenguas de la nación son claros ejemplos de ello. En ese sentido, suele existir una fuerte corriente para desprestigiar la lengua minoritaria y en ese aspecto, se puede llegar hasta el extremo de difundir ideas relacionadas con la mitología. Podemos encontrar multitud de ejemplos de ese tipo en el libro El Libro Negro del Euskera de Juan Mari Torrealdai (Torrealdai, 1998).

En situaciones de bilingüismo, sobre todo en situaciones de conflicto lingüístico o en situaciones relacionadas con la diversidad lingüística, suelen estar presentes distintas ideologías. La base de esas ideologías suele ser la defensa o la oposición a la comunidad. Declararse dentro de la comunidad lingüística supone aceptar su lengua y el hecho de ser dueño/a de su futuro, y en ese sentido, pueden enfrentarse, entre otras, las ideologías diglosicas y las ideologías a favor de las lenguas minoritarias.

La presencia de la comunidad de hablantes y la fuerza de esa comunidad en la sociedad son de vital importancia en la normalización de la lengua. Está ampliamente demostrado que la vitalidad etnolingüística influye directamente en el uso (Usarralde eta Martínez de Luna, 2004). Para poder medir la salud de la lengua son fundamentales datos como la presencia de la lengua en la sociedad, el nivel de conocimiento, los ámbitos de uso, la capacidad económica de los/as hablantes, etc. A esa presencia del grupo se refiere el famoso artículo Towards a Theory of Language in Ethnic Group Relations de los/as investigadores/as H.Giles, R. Y. Bourhis y D. M. Taylor, y acuñan para esa presencia el término vitalidad etnolingüística (in Erize, 2008: 108). Pero a esos datos de índole social debemos añadirle el enfoque psicológico de la sociedad. Para aclarar ese tema, en 1981 Richard Bourhis, Howard Giles y Doreen Rosenthal elaboraron un cuestionario (in Erize, 2008:111). Por un lado, encontramos la estimación que los/as hablantes hacen de los datos sociológicos (la presencia de la lengua en la sociedad en opinión de los/as hablantes) y por otro lado, lo que piensan los/as hablantes sobre las formas de gestionar la pluralidad lingüística. En ese sentido, debemos medir lo que los/as hablantes piensan acerca de las políticas a favor de la lengua, esto es, el nivel de aceptación de las medidas lingüísticas por parte de la sociedad. Ese aspecto se denomina vitalidad subjetiva.

Se denomina poder lingüístico a la fuerza de cada grupo. Y es la gestión de ese poder, justamente, el objetivo de la política lingüística.

Aunque innumerables veces se consideren sinónimos, no podemos mezclar la política lingüística con la planificación lingüística. La política esta relacionada con las ideas, normas, legislación, con la organización de proyectos... La planificación, por el contrario, está compuesta por decisiones encaminadas a conseguir esos objetivos o ideas; son proyectos y medidas diseñadas en relación al propósito.

La política lingüística solo es famosa cuando hay problemas (Siguan, 2001). Eso no quiere decir que por ejemplo en Portugal, Estados Unidos o en Gran Bretaña no exista ningún tipo de política lingüística. De hecho, que en los países citados exista una lengua principal y que esté tan extendida es una consecuencia de una política lingüística determinada.

Muchas veces se relaciona la política lingüística y la planificación lingüística con lenguas minoritarias y pequeñas, pero podemos decir que en todas las sociedades está regulado el uso de la lengua, implícitamente o explícitamente.

No tomar decisiones acerca de las lenguas, no mencionar nada a ese respecto en la legislación, dejar el futuro de la lengua en manos de los/as usuarios, pueden ser claros indicadores de una política lingüística destructiva con la lengua minoritaria. Los estados jacobinos (con Francia como claro ejemplo) han defendido históricamente la lengua mayoritaria, la del estado, la de la nación, despreciando las demás lenguas minoritarias. Sin prohibir su uso pero sin apoyar o ayudar de ninguna manera, dejando morir las lenguas; se trata de una política muy destructiva. En ese sentido, podemos decir que existen políticas lingüísticas implícitas y explicitas.

Las políticas y reflexiones entorno a la situación de la lengua están cobrando fuerza, teniendo en cuenta la garantía de futuro de muchas lenguas de estado. En Francia, por ejemplo, el avance del inglés y las dificultades que están viviendo los/as inmigrantes que viven en territorio francés para aprender la lengua local ha llevado a las autoridades ha tomar medidas. Por eso, la Constitución de Francia impuso por primera vez en 1992 el idioma francés como única lengua oficial de la república. En consecuencia de las leyes originadas por ello, han tomado medidas para proteger el francés y de esas medidas, a su vez, se han derivado normas sancionadoras que incluso han llegado a multar a grupos o empresas que no garantizaban el uso de la lengua francesa. En 2008 el estado francés consideró las demás lenguas minoritarias del estado patrimonio del país, aunque no ofreció ningún tipo de ayuda o apoyo para dichas lenguas. La Academia francesa (Académie française) consideró que esa alusión constituía una ofensa y pidió que fuera eliminada.

Las situaciones de contacto originan cambios en las lenguas, pero tras esos cambios suelen esconderse decisiones personales que están fuertemente condicionadas socialmente. Detrás de la condición de la sociedad podemos encontrar a menudo razones, objetivos y decisiones; justamente, los ejes principales de cualquier política. Las políticas lingüísticas realizadas en torno a esos criterios suelen influir directamente en la realidad de las lenguas, pero a menudo, las políticas de distinta índole también suelen incidir en las lenguas, a veces de manera intencionada. Por ejemplo, la política de viviendas llevada a cabo en un municipio incide en la vida de dicho pueblo y por tanto, también en el idioma.

Los objetivos de las políticas lingüísticas suelen realizarse con miras al corpus o al estatus. En caso de los objetivos relacionados con el corpus, suelen estar dirigidos a modernizar, completar, regular o estandarizar la lengua, en su faceta de sistema de signos. El propósito de esas políticas es preservar la unión de la lengua, ofrecer modelos para su escritura, ajustarlo para su adaptación a la sociedad en cambio constante, etc.

En el caso de las lenguas minoritarias, es habitual que haya carencias en el código en los nuevos ámbitos que la lengua debe recuperar. Para saciar esas carencias, la política lingüística debe ser la adecuada a la hora de implementar criterios y tomar medidas.

Entre las políticas lingüísticas relacionadas con el estatus podemos encontrar variedad de objetivos. Algunas tienen como objetivo el triunfo de una de las lenguas en contacto; otras, en cambio, buscan mantener el plurilingüismo o promover la lengua minoritaria (revitalizar y restablecerla).

Muchas nación-estado comenzaron desde el siglo XVIII a promover políticas lingüísticas a favor del monolingüismo. Desde entonces, la mayoría de los estados de Europa han manejado sus respectivas políticas lingüísticas en torno a esa idea. Como consecuencia, la lengua oficial adquiere todas las funciones públicas importantes. Los estados se ocupan de cuidar la pureza de sus lenguas, de expandir su conocimiento dentro de sus fronteras y más allá de estas, de ofrecerle prestigio.

Además, también ofrecen maneras para promocionar su lengua más allá de sus fronteras, creando organizaciones expresamente con este fin: British Council, Alliance Française, Instituto Cervantes, Società Dante Alighier, Goethe-Institut... Siguiendo ese modelo, el Gobierno Vasco creo el Instituto Etxepare en 2009.

Aun así, también existen otros tipos de políticas lingüísticas que están ganando fuerza en tiempos de la globalización. Por ejemplo, la que promulgan algunos estados frente a la variedad lingüística. Esas políticas exigen que el plurilingüismo se promocione y se defienda, que se dé el paso desde la tolerancia a la protección de las lenguas, etc. Es claro ejemplo de ello el hecho de que el Consejo de Ministros del Consejo Europeo considere las lenguas y culturas de Europa como patrimonio y que recomiende la necesidad de protegerlas; de hecho, en vez de considerar la variedad lingüística una amenaza, el organismo mencionado cree firmemente que esa situación es altamente enriquecedora (HABE, 2005).

Por otro lado, frente a las migraciones o las pequeñas comunidades que usan lenguas extranjeras, es función de la política lingüística buscar el respeto hacia las minorías e intentar conseguir tratados a nivel internacional.

Los pasos a dar en ese camino son numerosos: Conseguir la oficialidad tanto a nivel jurídico como político (en la totalidad del territorio o en una parte de ella); promocionar su uso y la adhesión; proporcionar criterios lingüísticos para el ámbito de la Administración, la enseñanza, los medios de comunicación, etc.

Todas esas políticas deben ser materializadas, proporcionando medidas bien organizadas y dibujando el camino hacia la consecución de los objetivos marcados. Es necesario diseñar una planificación con miras a la consecución de los objetivos.

La planificación debe aplicarse a numerosos ámbitos sociales. Son sabidos el plan urbanístico de una ciudad, el plan de desarrollo de un territorio especifico, la planificación estratégica de una organización, la planificación de una obra, la planificación familiar o los diferentes planes de jóvenes. Del mismo modo debe realizarse la planificación entorno a una lengua, para conseguir los objetivos de la política lingüística en vigor.

Esas planificaciones pueden ser de distintas dimensiones, dependiendo del ámbito de aplicación; y es que, la planificación puede aplicarse en un estado o país, en un municipio, en un campo específico de la sociedad o en una empresa u organización. Además, la duración de la planificación puede variar. Algunos planes pueden durar hasta 5 años, mientras que otros, en cambio, están diseñados para llevarse a cabo en una determinada estación del año. En ese sentido, podemos diferenciar los siguientes tipos de planificación: Planificación general, estratégica, operativa, programación, plan, proyecto...(J. Inazio Marko, 2006).

Como con los modelos políticos, podemos distinguir dos tipos principales de planificaciones lingüísticas: las que se gestionan con miras al corpus, y las que lo hacen centrándose en el estatus. El primero corresponde a los elementos de la lengua. Establecer los criterios para la escritura (el alfabeto, las normas de ortografía...), describir el modelo estándar o afianzar los criterios para adquirir préstamos lingüísticos son algunos de los quehaceres de esas planificaciones. La segunda, sin embargo, está relacionada con la regulación y promoción del uso de la lengua. Las planificaciones relacionadas con el estatus se encargan de preparar leyes, cambiar el paisaje lingüístico, promocionar y realizar campañas para estimular el uso, etc.

Aun así, en lo que respecta a los/as agentes de las planificaciones, la planificación puede ser derivada de la política del estado o promovida por el pueblo en respuesta a las consecuencias de dicha política.

Dichas planificaciones varían según el ámbito en el que inciden: Internacional, estatal, estados federales, regiones, consistorios, asociaciones, grupos... En todos los ámbitos mencionados se puede planificar un plan para promocionar el uso y el estatus de la lengua. En ese caso, estos son los pasos a seguir:

  1. Definir los objetivos.
  2. Realizar un diagnostico.
  3. Establecer mecanismos para la consecución de los objetivos.
  4. Aplicar dichos mecanismos y realizar acciones.
  5. Conocer los resultados de las acciones (nuevo diagnostico).
  6. Aplicar nuevas medidas.

Las planificaciones lingüísticas han irrumpido con fuerza también en el mundo empresarial, y se han establecido planes adaptados a las características de cada empresa. Por consiguiente, los criterios lingüísticos han cobrado importancia en la gestión de muchas empresas.

Como hemos visto en este capitulo brevemente, se han realizado innumerables reflexiones teóricas y análisis científicos en torno a la lengua y la sociedad, todos desde distintos enfoques. El objetivo de este libro es, obviamente, que el/la lector/a adquiera un conocimiento teórico, pero a su vez, también pretende inducir a la investigación en el ámbito que le resulte más interesante. De hecho, para profundizar en un nivel de conocimiento y aumentar la teoría, es imprescindible elevar el conocimiento tácito al nivel teórico mediante investigaciones.

Frente a cualquier investigación, el/la investigador/a, haciendo uso de sus conocimientos, plantea algunas hipótesis acerca de la realidad. El objetivo de cualquier proyecto científico es demostrar si esas hipótesis son correctas o no. Si se demuestra que las hipótesis están en lo cierto, podemos decir que el/la investigador/a ha tenido éxito; aun así, aunque el resultado fuera el contrario, son de gran utilidad para la ciencia, ya que han contribuido a descartar hipótesis.

En ese trabajo de comprobación, el camino para analizar la realidad es de máxima importancia. Para poder dar respuestas concretas a preguntas adecuadas, es indispensable encontrar el método de investigación correcto. Las investigaciones con distintos objetivos no recorrerán los mismos caminos.

El trabajo de investigación se establece siempre en el contexto de un marco teórico. Las innovaciones que pueden generar la práctica investigadora se construirán desde el conocimiento demostrado científicamente y teniendo en cuenta las contribuciones de los trabajos anteriormente realizados. La explicación de ese marco teórico, además de ayudar a situar el proyecto en el contexto epistemológico, será la base de la investigación.

Una vez afianzado el marco teórico, será necesario especificar la metodología para la comprobación de las hipótesis realizadas. Habrá que demostrar que las técnicas para recoger datos serán de provecho. En ese sentido, las discusiones entorno a las distintas metodologías son abundantes y profundas, ya que, los datos que para un sector de la investigación son útiles para demostrar las hipótesis, pueden ser para otros/as investigadores/as datos escasos o nada explicativos.

Para recabar datos puede hacerse uso de investigaciones previas o de datos recogidos expresamente para la investigación. De todas formas, se usaran las investigaciones diacrónicas para analizar las tendencias o evoluciones, y las investigaciones sincrónicas, por otro lado, para describir la realidad de cada momento.

El método determina cómo se recabarán los datos para la investigación y cómo se tratarán e interpretarán después. Lo más habitual es decidir la metodología a seguir antes de empezar con la investigación, aunque a veces pueden ocurrir cambios después de iniciarse el trabajo (a veces cambios superficiales y otras veces cambios más profundos). Escribir el proyecto antes de comenzar con la investigación, definiendo el marco teórico, las hipótesis y la metodología a usar, puede ayudar a no salir del planteamiento teórico inicial, aunque para algunos/as, esa rigidez puede limitar los resultados.

La sociolingüística no tiene una metodología propia para recabar datos. Hace uso de metodologías de otras disciplinas para conseguir información que describa la realidad del entorno. Los métodos usados para recabar las variedades sociolingüísticas son los mismos métodos empleados en la dialectología, aunque las variables usadas para comparar los datos son sociológicas en vez de geográficas. Por lo tanto, las grabaciones y las conversaciones (estructuradas o no) son el método más usado. En las investigaciones entorno al estatus, por otro lado, se hace uso de métodos llegados desde la antropología, sociología, psicología, etc.

Al igual que ocurre con otras ciencias sociales, pueden ser análisis cuantitativos o cualitativos. Se aplicará un método u otro en base a los intereses del grupo investigador, los objetivos del grupo y otras condiciones.

Los análisis cuantitativos suelen usarse para observar realidades extensas y para realizar aproximaciones. Normalmente, se hace uso de las técnicas para recabar encuestas, el padrón, y en general, los datos numéricos. Por otro lado, en el caso de los análisis cualitativos, suelen emplearse para las percepciones sociales, las actitudes y para realizar investigaciones profundas. Para ello, se usan las discusiones en grupo, las conversaciones, y en general, las técnicas que no están completamente organizadas (Link Hizkuntza Aztergai).

En Euskal Herria se han hecho todo tipo de investigaciones: Empezando desde la encuesta sociolingüística o el examen del padrón realizado por el Gobierno Vasco, hasta el análisis de las motivaciones de los/as miembros de un grupo. También se han desarrollado teorías o técnicas nuevas, como por ejemplo, el modo de análisis matemático propuesto por Txillardegi para medir el uso de la lengua en la calle.

La mayoría de las metodologías pueden aplicarse en distintos campos. Por lo tanto, el/la investigador debe reflexionar sobre qué es lo que quiere investigar y cual será el mejor camino que le brinde la oportunidad de conseguir sus objetivos de una manera más segura y fructífera.