Concept

Sociolingüística vasca

El euskera ha ocupado una mayor extensión durante la historia que la que ocupa hoy en día. Con sus 8.000 años de historia se cree que es la lengua más antigua de Europa. En la época romana las fronteras del euskera se encontraban al norte en Pau, al oeste en Castro, al este en Cataluña y al sur en la Ribera Navarra y dentro de la Rioja.

Euskara Euskaldunon hizkuntza (Joseba Intxausti, 1990).

3º ilustración

La primera referencia escrita en euskera fueron unas palabras encontradas en las glosas del siglo XI. del monasterio de San Millán. A pesar de que no se ha podido descifrar el significado de estas palabras, no hay duda de que están escritas en euskera: Las frases son izioqui dugu y guec ajutu ez dugu. Otras atestiguaciones son las encontradas en los escritos de los viajeros y romanos que vinieron a Euskal Herria.

Como ya se ha comentado, en 1545 Bernard Etxepare publicó su obra Lingua Vasconum Primitiae. En esa obra se pone de manifiesto la exclusión que sufría el euskera en aquellos tiempos. En aquella época en la que las lenguas romances adquirieron una mayor superioridad, el que fuera vicario de San Juan Pie de Puerto revindicaba que el euskera también podía ser escrito y que era igual que el resto de lenguas. En el libro compuesto de quince poemas, concretamente en el bertso Kontrapas, demuestra que le recriminaban que el euskera no pudiera ser escrito y que él, mediante ese libro, deseaba demostrar lo contrario:

Heuscara
ialgui adi campora

Berce gendec vste çuten
Ecin scriba çayteyen
Oray dute phorogatu
Enganatu cirela.

Heuscara
Ialgui adi mundura
Berceac oroc içan dira
Bere goihen gradora
Oray hura iganen da
Berce ororen gaynera.

En los dos últimas bertsos hacía una apología del euskera. Tras explicar que antes otros/as lo menospreciaban y demostrar que se podía escribir, afirmaba que iba estar por encima del resto. Estos bertsos son un claro reflejo de la situación de la época, puesto que se menciona la superioridad que le procuró al resto la llegada de la imprenta. Queda manifiesta la importancia que la imprenta tuvo en el desarrollo de las lenguas romances.

La próxima obra escrita fue encontrada en Madrid en 2004 y publicada por Patri Urkizu bajo el título Dianea eta koplak (1564-1567), de Joan Pérez Lazarraga (1548?-1605) (Urkizu 2004). Además de las 37 coplas escritas en euskera en el dialecto occidental, en el manuscrito aparecen otras 9 en castellano. En esta obra aparece la palabra Euskal Herria por primera vez, concretamente tres veces (eusquel erria).

En 1571 Joanes Leizarraga escribió la obra Iesus Christ Gure Iaunaren Testamentu Berria. En aquella traducción encomendada por Juana III de Navarra, con la intención de extender el protestantismo, indicó que usaría una lengua que pudiera ser comprensible para la mayor parte de los/as vascoparlantes, lo que deja ver las diferencias entre las variedades del euskera. Con el objetivo de lograr una especie de estandarización tomó el labortano como base.

Linguae Vasconum Primitiae (Bernard Etxepare), Dianea eta koplak (Joan Perez de Lazarraga), Jesus Christ Gure Iaunaren Testamentu Berria (Joanes Leizarraga).

4ª ilustración

La primera gramática llegó en 1745 de la mano de Larramendi. La obra publicada con el título El Imposible Vencido tenía por objetivo demostrar que el euskera, al igual que las otras lenguas, también podía tener una gramática. También publicó el diccionario Hiztegi Hirukoitza de euskera, castellano y latín. Quería demostrar que teniendo la gramática y el diccionario completo necesarios, el euskera podía ser como las demás lenguas. Según Blanca Urgell, el propósito de normalizar el euskera lo impulsó a ello. El deseo de dar un equivalente de cada una de las palabras del castellano y el latín lo condujo a crear neologismos (Urgell, 2005).

Ante la minorización y exclusión, y desde el punto de vista de las lenguas de la época hizo un apologismo. Desde la perspectiva bíblica del origen de las lenguas, pensaba que el euskera era una de las 72 leguas de Babel, la lengua original de toda la Península Ibérica. Desde esa perspectiva, era partidario de la unidad de la lengua, puesto que siendo una lengua creada por Dios debía ser uniforme.

Siendo la lengua original de la península, sostenía que la etimología de muchas de las palabras del castellano procedía del euskera. He aquí algunos ejemplos:

  1. Azucena: de la palabra zuzena (recto) (la flor que crece más recta).
  2. Ahorrar: de la palabra esku ahur (palma de la mano) (lo que se tiene en la palma de la mano).
  3. Atreverse: de trebe (hábil) (persona honrada y valiente).
  4. Buscar: de puska (trozo) (puesto que cuesta encontrar trozos).

Tras la Revolución Francesa, el euskera, al igual que otras lenguas minoritarias, sufrió una dura represión y exclusión, puesto que todas las lenguas que no fueran el francés quedaron marginadas. Pueden encontrarse numerosos ejemplos de ello en El libro Negro del Euskera escrito por Juan Mari Torrealdai (Torrealdai, 1998).

Con la creación de los estados, fue afianzándose la idea de las lenguas nacionales y desde entonces el euskera ha ido perdiendo su lugar tanto a nivel geográfico como a nivel social.

En el siglo XIX el euskera vivió una dura época. En el País Vascofrancés hubo una gran migración hacia Paris y las colonias francesas. Al otro lado de la frontera, comenzando por la constitución de Cádiz y siguiendo con las Guerras Carlistas que se desarrollaron a lo largo del siglo, el euskera retrocedió notablemente tanto en el espacio geográfico como a nivel social. La desaparición de los fueros provocó la pérdida de poder, y por consiguiente, la pérdida a nivel geográfico y social, el euskera sufrió el mayor retroceso conocido hasta la fecha.

De todos modos, en ese siglo también hubo aportaciones interesantes. El labortano Antoine D'Abbadie organizó los eventos Lore Jokoak (Juegos florales). Estas competiciones similares a las de bertsos comenzaron en Urrugne, y continuaron hasta finales de siglo en otros lugares de Euskal Herria (Juan Carlos Etxegoien, 2006). Abbadie se relacionaba con Luis Lucien Bonaparte y en 1863 el que fuera sobrino de Napoleón Bonaparte publicó el mapa de los dialectos del euskera que se ha hecho tan famoso. Koldo Zuazo tomó ese mapa como base para crear el mapa actual.

El mapa de los dialectos del euskera de L.L Bonaparte y el mapa de los dialectos del euskera de Koldo Zuazo (Zuazo 2008).

5ª ilustración

Muchos vascos se fueron de Euskal Herria a las Américas y desde allí también se dieron pasos importantes. Llegaron las primeras revistas en euskera (Euskaldun Gazeta y la revista Euskal Herria) y la colección de canciones de Iparragirre, como muestra de unión con la lengua y la tierra.

Xabier Erize realizó un profundo análisis de esta época en su tesis doctoral (Erize, 1997). En ella además, el/la que lo desee, podrá encontrar una bibliografía detallada sobre la sociolingüística histórica.

A principios del siglo XX predominaban en varios ámbitos la prohibición del euskera, los conflictos sociales y los relacionados con la identidad. Además, la industrialización y por consecuencia la inmigración afectaron enormemente al retroceso del euskera. En aquella situación, ante el nacionalismo que dominaba en Europa, se dieron los primeros pasos del nacionalismo vasco, bajo la protección de esa ideología se multiplicaron los discursos a favor de la lengua. Además de los posicionamientos ante el estatus de la lengua, también surgieron posicionamientos ante el corpus, el puritanismo y el apologismo entre otros. De todos modos, esas tendencias extremistas deben comprenderse dentro del contexto geopolítico de la época.

En los eventos Lore Jokoak del nuevo siglo se reivindicaba la unificación de Euskal Herria. Mientras tanto, surgieron las primeras propuestas de unificación de la ortografía y del euskera, para dar respuesta a las necesidades de la literatura.

Se organizaron numerosas iniciativas para dar respuesta a las carencias de la lengua, por ejemplo, se crearon cuentos para niños/as y libros de texto. Recopilando trabajos de otros ámbitos Julio Urquijo creó la revista RIEV/RIEB (Revista Internacional de Estudios Vascos) en 1907. Para entonces Resurrección María de Azkue ya había publicado el Diccionario español-vasco-francés en 1905.

En 1918 se creó Eusko Ikaskuntza y a través de una iniciativa de esta organización, un año más tarde, nació Euskaltzaindia, la Real academia de la lengua vasca. Las funciones de Euskaltzaindia fueron divididas en dos áreas: por un lado la investigación de la propia lengua, relacionada con el corpus y por otro la difusión de la lengua y el fomento de la misma, relacionados con el estatus. He aquí los objetivos que aparecían en los primeros estatutos de la Real academia de la lengua vasca:

  1. El objetivo de esta asociación es trabajar y cuidar el euskera en lo que al habla y la sociedad se refiere, de ahí proviene su nombre.
  2. En lo que respecta a los dos modos de defensa, ha sido dividida en dos departamentos, el departamento de investigadores del euskera y el de los protectores, de manera que los académicos podrán trabajar su especialidad pudiendo estar cada miembro en los dos departamentos.

Por lo tanto, Iker y Jagon son los departamentos de Euskaltzaindia, que se dedican al corpus y al estatus respectivamente.

De este modo, la academia del euskera recobró el afán previo por superar la fragmentación dialectal y dio los primeros pasos para poner en marcha el proceso sin mucho éxito. Azkue publicó las obras Morfología Vasca y Erizkizundi Irukoitza.

La asociación Euskaltzaleak liderada por Lizardi, creada bajo la protección de Eusko Ikaskuntza para fomentar la prensa y la literatura en euskera y el compromiso con la lengua, creó los días del euskera, los días del teatro y poesía en euskera, la revista Yakintza y eventos similares.

Debe mencionarse el estudio sociolingüístico que realizó Jose Manuel Odriozola sobre la época en la que se fundó la Real academia de la lengua vasca hasta el comienzo de la guerra, basándose en las obras de los autores de la época (Odriozola, 1992).

En el estatuto que el Gobierno Vasco redactó en 1936, el euskera adquirió cierta oficialidad, pero pronto llegó la guerra y el euskera perdió la contienda.

En los duros años de posguerra se dieron pasos importantes desde las investigaciones lingüísticas y filológicas a favor de la unión del corpus. Azkue y Federico Krutwig lograron reconstruir Euskaltzaindia y entraron nuevos académicos. Al mismo tiempo, aumentó la producción literaria y a pesar de las dificultades lograron establecer las bases del siguiente renacimiento.

En ese sentido, merece ser destacada la aportación de Koldo Mitxelena. Los trabajos que realizó tanto de literatura y textos antiguos como de la historia de la lengua fueron esenciales en la creación del euskera batua. Por ejemplo, las obras sobre fonética histórica del euskera (Mitxelena, 1961) fueron un apoyo indispensable a la hora de establecer las normas ortográficas. En lo que al léxico se refiere, comenzó a escribir el diccionario Orotariko Euskal Hiztegia. Además, estableció los criterios para realizar una investigación diacrónica de las lenguas que posteriormente se usaron en las investigaciones sobre el euskera antiguo (protovasco) y en las investigaciones sobre otras lenguas (Mitxelena, 1963).

En la década de 1960 aparecieron las primeras ikastolas y escuelas nocturnas de euskera. Tanto los sucesos acaecidos a nivel mundial como los que tuvieron lugar en el entorno del euskera y su cultura, entre otros la reorganización de la Real academia de la lengua vasca y la fructífera época del arte vasco, dieron origen al renacimiento vasco. El libro Harri eta Herri de Gabriel Aresti (1964), la feria de Durango (1965), el movimiento de cantantes y artistas Ez dok amairu, las primeras ikastolas, las escuelas nocturnas de euskera etc. fueron semillas sembradas en aquella época. Se establecieron los cimientos para la recuperación de la lengua. Sin adentrarse en teorías profundas, comenzaron a producirse inercias que requerían otro tipo de medidas. Por ejemplo, en el caso de las ikastolas, sin detenerse en el marco teórico, algunos padres y madres "imprudentes" en su afán de hacer lo imposible, matricularon a sus hijos en ikastolas ilegales sin importarles demasiado el fracaso escolar, comenzaron a estudiar la lengua que se les había denegado a muchos/as vascos/as en las habitaciones de las casas y las iglesias. Por todo ello, la normalización de la lengua resultó imprescindible.

La nueva situación requería nuevas exigencias y tras otros intentos, en 1968 en el congreso de Aranzazu se emprendió el camino de la creación del euskera batua. Desde entonces, Euskaltzaindia se ha dedicado a ello, en el proceso de unificación han ido completando el léxico y la gramática, valiéndose entre otras de la obra Euskal Herriko Atlasa, reuniendo el corpus del euskera y regulando el modelo estándar (link a Hizkuntza Politika eta Hizkuntza Plangintza).