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Cámara oficial de comercio, industria y navegación de Gipuzkoa

Existen cámaras de comercio en prácticamente todos los países del mundo y ejercen un notorio papel en la promoción de la actividad económica y en el desarrollo de infraestructuras para ello.

En general, las Cámaras y también sus gobernantes y gestores gozan de un elevado prestigio en el entorno económico, siendo instituciones y personas de referencia clara y embajadores en las relaciones internacionales empresariales, sobre todo en los primeros pasos de las mismas, cuando no hay conocimiento previo entre ellas, actuando en litigios como "amigables componedores", más allá de las atribuciones que la ley les otorga en arbitraje.

Existen diferentes organismos que agrupan a las cámaras, que en casi todos los casos tienen una demarcación de actuación territorial, en ámbitos superiores al propio. Así, Eusko Ganberak, a nivel de la C. A. de Euskadi, el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación, que agrupa a las 85 cámaras del Estado, Eurocámaras, con sede en Bruselas, y otras.

Con fecha 14 de octubre de 2010, se constituyó entre las Cámaras de Baiona-País Vasco y de Gipuzkoa, la Cámara Transfronteriza Bihartean, como consecuencia de las necesidades detectadas en un estudio realizado entre empresas guipuzcoanas y bayonesas. Su objetivo es impulsar, coordinar y promocionar los proyectos transfronterizos, y actuar como interfaz con las empresas que deseen desarrollarse al otro lado recíproco de la frontera.

Hay por otro lado cámaras internacionales bilaterales, como las Hispano-Alemana, Franco-Española, Hispano-Británica, etc., que promueven relaciones entre empresas y/o sectores económicos de los países involucrados.

Las cámaras de comercio e industria (y de navegación en las demarcaciones en que hay tráficos navales), pertenecen a uno de dos modelos, básicamente:

Las cámaras son de adscripción obligatoria y tienen unos ingresos ligados a los impuestos que satisfacen las empresas, cuota cameral o fondos permanentes. En contrapartida, las cámaras se convierten en colaboradores de la administración para el fomento y desarrollo económico, social y territorial y están obligadas a prestar determinados servicios a las empresas con carácter gratuito. A este modelo pertenecen las cámaras francesas, del Benelux, alemanas, italianas, españolas, etc.

En el caso de Gipuzkoa, la cuota cameral se calculaba en base a un porcentaje entre el 0,01% y el 0,75% de los beneficios obtenidos por cada empresa. El 90% de las empresas que recurren a los servicios de la Cámara de Gipuzkoa son pymes y micropymes, segmento empresarial que abona menos de 100 euros anuales de cuota, pero que son los receptores básicos de los servicios de la Cámara. En el otro extremo estarían las grandes corporaciones, que pagan por encima de los 650 euros, representan menos del 1% del total y que en general tienen recursos y conocimiento suficiente para abordar por sí mismas procesos de internacionalización, innovación o formación.

Dado ese carácter de entidades colaboradoras de la administración, las cámaras reciben encargos específicos de gestión, en contratos-programa o marco, de duración prolongada. Así, las cámaras francesas gestionan puertos y aeropuertos franceses; las alemanas, las bolsas de valores y materias primas, etc.

En este mismo sentido, la Cámara de Gipuzkoa acuerda de forma habitual convenios con diferentes administraciones y con empresas, para llevar a cabo proyectos de diferente naturaleza y que son la parte mayoritaria de sus ingresos.

Las cámaras son entidades privadas y voluntarias, a las que las empresas se asocian en función de sus intereses y necesidades, para obtener servicios que estiman convenientes para su actividad, y sufragan sus costes. A este grupo corresponden las cámaras británicas, estadounidenses, escandinavas y, en términos generales, las de los países de influencia británica.