Sailkatu gabe

GANADERÍA (LA NUEVA GANADERÍA)

El ganado ovino. Contaba en el año 1979 con una cabaña de 649.640 cabezas en el País Vasco Peninsular. Si observamos los distintos censos desde 1968 puede comprobarse una disminución paulatina hasta 1977 en que la cifra se encontraba por debajo de las 600.000 cabezas. A partir de esta última fecha parece iniciarse una recuperación ya que en 1978 el modesto incremento fue del 2,9 % respecto al año anterior y en 1979 se totalizaron 50.020 cabezas más. Las causas de la disminución del censo hay que buscarlas en la escasez de mano de obra dispuesta al tipo de vida pastoril o transhumante y a la disminución de tierras disponibles. La ligera recuperación de estos últimos años viene dada por un aumento de la demanda de leche de oveja para quesos, cuajadas..., etc. No obstante el ordeño de la oveja requiere bastante trabajo diario puesto que los rebaños, normalmente compuestos por unas 300 cabezas, deben ser ordeñados dos veces por día. A nivel de entidades históricas son destacables en primer lugar la cabaña navarra, que supera las 438.000 cabezas, es decir, más del 70 % sobre el total del Pais Vasco Peninsular. El segundo puesto lo ocupa el País Vasco Continental con sus 265.000 cabezas del año 1976. En tercer lugar se sitúan a niveles semejantes Alava y Guipúzcoa, aunque sea siempre más importante la cabaña de la primera. Los sistemas de explotación tradicionales de carácter extensivo se mantienen en la actualidad aunque en algunos casos las condiciones han experimentado mejoras considerables. Cada vez es más frecuente el transporte de los rebaños en camiones que evitan la larga duración de los recorridos tradicionales y la amenaza que constituye la circulación automovilística. La alimentación se basa todavía en las praderas y pastos naturales. Sin embargo, durante la etapa invernal ésta se complementa con la distribución de piensos compuestos que también son suministrados durante la lactancia. En algunos valles ganaderos como el Roncal se viene ensayando la selección de especies, aunque siempre bajo el sistema de monta natural. En la alta Zuberoa y en Benabarra se han mejorado las bordas, proporcionando un cierto abonado a los pastos, desinfectando abrevaderos, y abierto nuevas pistas que permiten la recogida directa de la leche. Pocos avances se han dado hasta el momento en lo que se refiere a medidas profilácticas y al ordeño mecánico, que existe, sin embargo, en las explotaciones más avanzadas. Asimismo, algunos organismos oficiales como la Diputación Foral de Navarra desean llevar a cabo un control de la producción lechera. Los resultados de una intensificación de los cuidados se notan inmediatamente. Así, como recoge, la revista "El Campo", de 100 ovejas de raza lacha en gestión tradicional se obtienen 130 corderos, mientras que esas mismas ovejas con mayores atenciones consiguen 150 corderos anuales. Otro tanto cabe resaltar respecto a la producción lechera y cárnica.

Alejandro CENDRERO IRAOLA